Analizamos el presente de las (r)evoluciones de la mujer árabe… Y, para ello, nos vamos tanto a las pioneras del pasado como miramos al futuro.
¿Creías que es precisamente ahora cuando hay mujeres revolucionarias que están forzando un cambio en ciertas formas de pensar? Pues te equivocas… Siempre ha habido mujeres luchadoras, pioneras y visionarias a su época. Y, aunque de entrada pueda parecerte chocante, algunas de estas mujeres han luchado por y para el mundo árabe.
LA PIONERA. Halet Çambel, por ejemplo, es el nombre de la primera mujer musulmana que participó en unos Juegos Olímpicos, específicamente en los del año 1936. Pero, ¿quién fue exactamente Halet Çambel? Nació en Berlín en 1916 y falleció en el pasado 2014, y ha pasado a la historia por ser una joven esgrimista y arqueóloga turca que, con tan solo 20 años, participó en las Olimpiadas como representante de Turquía.
Aun así, su fama mundial no se debe a este logro (que ya tiene mérito de por sí), sino al hecho de que decidiera rechazar la invitación para conocer a Hitler. Por motivos más que evidentes, Çambel no quiso ver al dictador ni de lejos. Hay que tener en cuenta que la madre de Halet, Remziye Hanım, era hija de Imbrahim Hakki Pasha, el embajador otomano en Alemania por aquel entonces. Y que su padre, Hasan Cemil Çambel, era agregado militar de la embajada y, de hecho, también era conocido por ser allegado de Mustafa Kemal Ataturk, fundador del Partido Turco Republicano.
Con estos antecedentes familiares, estaba más que claro que a Halet Çambel le iban a sobrar personalidad y carisma. Desde pequeña, padeció tifoidea y hepatitis, lo que provocó que sus padres la sobreprotegieran y le vistieran usando excesivas prendas de abrigo. ¿Su forma de revelarse? Quitarse la ropa al llegar a la escuela y hacer ejercicio. Fue así precisamente como empezó a practicar la esgrima.
A mediados de los años 20, Çambel su familia se mudaron a Estambul. Ella y su madre quedaron profundamente marcadas por las mujeres de la ciudad de aquella década dorada, aunque también se dieron cuenta de que no contaban (ni de lejos) con las oportunidades que tenían todas ellas. No es de extrañar, entonces, que una de las preocupaciones de Ataturk fuese precisamente buscar la forma de devolver u otorgarles nuevos derechos a todas las ciudadanas.
Sea como sea, Halet entró a formar parte del equipo amateur de esgrima de su país, que consiguió hacerse un hueco en las Olimpiadas a pesar de que eran completamente conscientes de que no estaban preparadas para ello. Aun así, además de hacer historia por todo lo explicado, Çambel presenció en directo el ya histórico momento en el que Hitler se puso furioso porque Jesse Owens, atleta afroamericano, ganó una medalla de oro por el sprint de cien metros.
A su vuelta de los Juegos Olímpicos, Halet Çambel conoció a Nail Çakırhan, poeta marxista y arquitecto reputado; y, al poco tiempo, como la familia de Halet no aprobaba las tendencias marxistas de este, la pareja decidió casarse en secreto. Tras esto, ella se graduó en Arqueología en La Sorbona de París y, en 1940, consiguió un doctorado en la Universidad de Estambul. En 1947, asistió al profesor alemán Helmuth Bossert en la excavación de la ciudad Karatepe y su fortaleza hitita del siglo VIII, que se encontraba al sur de Turquía.
¿Todo lo explicado no te parece propio de un personaje digno de admirar? Pues, mira, además, Halet centró sus estudios y excavaciones en Karatepe, aprendió a descifrar jeroglíficos hititas (sobre todo de la parte central de Anatolia) y ayudó a estrechar lazos entre los académicos turcos y el Instituto Alemán de Arqueología. En 1960 debutó como profesora de Arqueología Prehistórica en la Universidad de Estambul y, en 2004, recibió el premio Prince Claus Award, un galardón alemán que reconoció su aportación a la cultura.
¡Ah! Y en el año 2015, Google realizó un doodle en honor al 99 aniversario de su nacimiento… Lo que viene siendo una canonización de la era moderna, vamos.
LA MODA ACTUAL. Mujeres como Halet Çambel, luchadoras, visionarias, independientes y fuertes, son las que nos sirven de inspiración para aprender de los errores, las caídas y, sobre todo, para hacernos entender que hay que seguir luchando. Sin embargo, no hace falta mirar mucho más lejos para ver que ya están pasando cosas revolucionarias a nuestro alrededor y que, quizá debido a que estamos obsesionados con ese futuro hipotético que nos rodea, nos las estamos perdiendo… ¿No crees?
Todavía haya algunos descabellados que se resisten a la hora de considerar la moda un arte mayor capaz de agitar a las masas (ilusos e ignorantes, pero ese no es nuestro tema de hoy)… Y, aun así, a lo largo de la últimas décadas y, sobre todo, en los últimos años, bastantes diseñadores de moda han decidido arriesgar e incluir en sus colecciones elementos como los burkas que actúen como crítica directa a la sociedad que y, de paso, intenten abrir un poco la mente.
En el año 1996, por ejemplo, Hussein Chalayan (mitad turco, mitad británico) dejó a todos pasmados con su colección “Burka”. Aquel bombazo marcó un antes y un después no sólo en el mundo de la moda, sino también en el del arte, debido a la forma desafiante en la que Chalayan representaba a la mujer y conseguía demostrar que no hay que dejarse llevar por la visión estética eurocentrista en la que vivimos. Al fin y al cabo, una mujer puede estar completamente desnuda sin revelar nada de sí misma aún… Así que el hecho de ir más o menos tapada no tiene nada que ver con la liberación mental de las mujeres.
Quizá el ejemplo de Chalayan sea el más rupturista (sobre todo si consideramos que su colección tiene más de dos décadas), pero hay que reconocer que, en nuestros días, algunas marcas se atrevan a ir más allá (aunque sea como estrategia de marketing… pero centrémonos en lo positivo) y están empezando a lanzar colecciones con hijabs.
Aunque recibieron tanto halagos como insultos, Dolce & Gabbana realizaron la primera colección de hijabs y abayas. Otras marcas como H&M, Mango, DKNY o Tommy Hilfiger, sin embargo, se atrevieron a lanzar a continuación algún que otro hijab alrededor de la época de Ramadán. Mención especial merecen las campañas realizadas por H&M en distintas ocasiones a lo largo de estos últimos años, en las que la firma ha dado espacio a modelos con hijab y turbante Sikh que incluso han brillado en espacios gigantes de Nueva York.
Pero seamos un poco más serios e intentemos establecer una cronología reciente… En el año 2015 (nos creemos revolucionarios y solo hace dos años que empezó todo este cambio de mentalidad a nivel mainstream), Mariah Idrissi, con tan sólo 23 años, fue la primera modelo con hijab en posar para una campaña publicitaria de una marca global con tanto poder y repercusión.
https://www.instagram.com/p/BWrsMhgFhVm/?taken-by=mariahidrissi
Y un poco más tarde, en el año 2016, H&M se atrevió con los Sikh en la mítica plaza de Times Square.
También en el 2016, aunque ya casi a finales de año, la marca de maquillaje Cover Girl convirtió a Nuria Afia en musa y modelo.
A pesar de que el lanzamiento de la colección de hijabs de D&G mencionada más arriba también tuvo lugar en el año 2016, no ha sido hasta el presente 2017 cuando esta prenda ha dado el salto a la cultura pop. Por ejemplo, a principios de este año, Nike lanzaba el Nike Pro Hijab, que se podrá comprar a partir de la primavera del 2018. Apoyada en la imagen de la patinadora Zahra Lari, la prenda se podrá encontrar en tres colores neutros.
Por su parte, el rey de la cultura pop actual, Kanye West, se aventuró a poner hijab a una modelo durante la presentación de la «Season 5» de su colección «Yeezy«, también a comienzos de este año 2017. Halima Aden, modelo birracial de 19 años, mitad americana y mitad somalí, lució esta prenda que tanto aplaudió Internet.
Y puede parecer un poco extraño (o no), pero si nos ponemos a indagar en la red sobre la marca más in y trendy del momento en lo que a hijabs respecta, resulta que no existe ninguna que tenga un verdadero alcance masivo a nivel occidental. Existen algunas marcas nicho, pero no algo que haya trascendido lo suficiente como para llegar hasta nuestros oídos (en este caso, ojos).
¿EL FUTURO? En el mejunje de moda y vanguardia en el que vivimos, podría darse el caso de que todo lo explicado en este artículo no te parezca lo suficientemente revolucionario… Pero, ¿y si te decimos que hace relativamente poco que otra mujer árabe se hizo celebre por ser la primera en algo? La capitana egipcia Nevin Darwish ha conseguido ser la primera mujer árabe en pilotar un avión Airbus 380 desde Dubái a Viena en los primeros meses del 2017.
Si nada de esto te parece rupturista, Marina Jaber debería ser la guinda del pastel. Esta joven de 25 años lucha contra el machismo en Irak usando su bicicleta roja como símbolo (y herramienta) rupturista. Como en su ciudad y en su sociedad no está bien visto que las mujeres vayan en bicicleta, ella promueve que las jóvenes y las niñas la utilicen. Para ello, monta excursiones diversas que más bien son una protesta formal contra el clasismo y el machismo.
En todo este cambio y (r)evolución que estamos viviendo en los últimos veinte años, es interesante pararse a pensar por un momento en todo lo que está por venir… Seguimos pensando que solo nuestras revoluciones son las que importan y las que cambiarán las cosas (y, de hecho, tampoco es que esto no sea cierto) pero, sin embargo, hay muchas personas a lo largo de la historia que luchan día a día para que nosotros y nosotras podamos habitar cómodamente el momento en el que nos encontramos.
Aunque queramos que todo vaya más rápido y así poder vivir en un planeta en el que todo el mundo sea libre y acepte las diferencias, las grandes masas no funcionan así. Quizá el verdadero cambio y la verdadera revolución estén en saber respetar la elección personal de cada uno y, mientras cada uno sea feliz y coherente consigo mismo, nadie debería opinar sobre lo que este debería o no debería vestir o hacer. Lo ideal sería vivir en un mundo donde cada elección que no cuadre con lo establecido por la sociedad y no encaje en las cuatro paredes invisibles no fuera mala, rara, loca o hiciera torcer el gesto del interlocutor. Entonces y solo entonces no habría que luchar contra el machismo, el clasismo, el racismo, la transfobia, la plumofobia ni nada parecido.