LENDRONE / UNO. Se intuía desde aquella Fast Date que realizamos en su momento al grupo: Lendrone lo tenían todo en su mano para romper la pana. Y, poco tiempo después de la publicación de su LP de estreno, “UNO” (Matapadre, 2013), esa impresión se está confirmando. La principal causa de la progresiva expansión del nombre de este trío coruñés (formado por Andrés Satué, Juan Alvedro y Jorge G.) radica en el modo de moldear el material inflamable que maneja, el cual, sin abandonar ni un instante su aura experimental, acaba convertido en pequeños proyectiles de rock. Eso sí, rock multiforme, alejado de los paradigmas establecidos dentro del género instrumental que suele acabar guardado en el saco del post o math-rock, siguiendo el rastro de la apisonadora sónica de sus ya ilustres compañeros de sello, Unicornibot. Cada uno que elija la etiqueta que prefiera para categorizarlo, pero el contenido de “UNO” difícilmente encajará en alguna de ellas. Si acaso, quédense con el término ‘psicorockdelia’ para tener una vaga idea. Por lo tanto, se recomienda dejarse llevar y absorber por la manera en que discurre la metronímica percusión, se exprimen las posibilidades del sintetizador y explota la guitarra eléctrica según las reglas de juego que imponen Lendrone. Tal experiencia puede evocar las sensaciones de vivir físicamente tanto un aquelarre chamánico como la ingravidez de viajar a través del infinito vacío sideral. En “UNO”, las barreras no existen: la libertad es total. [Jose A. Martínez]