[dropcap]75% [/dropcap]ANGELS & DEVILS / The Bug. 7500 kilómetros separan Kingston de Londres, pero cuando sustituimos geografía por música e introducimos la historia como factor, la distancia resultante entre ambos puntos es considerablemente más reducida. La influencia jamaicana lleva notándose con fuerza desde hace décadas en la escena británica y viceversa, desde Skatalites y The Clash hasta los rincones más mugrientos del dubstep. Uno de los pilotos más destacados y osados en este intenso puente aéreo bidireccional es Kevin Martin. Después de pasar un tiempo usando uno de sus varios proyectos paralelos (King Midas) y mudarse a Berlín, Martin acaba de lanzar “Angels & Devils” (Ninja Tune, 2014) como The Bug, seis años después de su obra maestra “London Zoo” (Ninja Tune, 2008).
Como en aquel disco, nos encontramos con Jamaica como ingrediente principal de un plato que pretende ser mestizo y global con sabor a protesta política y mucha, mucha oscuridad. La fórmula es parecida con una diferencia sustancial: esta vez, Martin elige separar dos partes bien diferenciadas (angels & devils… ¿lo pillas?). De las dos, la primera mitad es la hermana retraída y esquiva. Excepto la muy sugerente “Pandi”, (dedicada a su hijo recién nacido) algunos de los pasajes no son demasiado interesantes, algo reiterativos para oídos acostumbrados a las atmósferas del trip-hop y el ambient de brocha gorda y pintura negrísima.
En la segunda mitad, The Bug se rodea de colaboradores habituales para derrochar la mala uva habitual y terminar de poner voz a la pesadilla. “The One”, “Function”, “Fuck A Bitch” forman un festival de violencia grime, dub y dancehall que pone los pelos de punta. “Fuck You”, con Warrior Queen escupiéndonos en la cara, es de lo más truculento que he escuchado desde The Haxan Cloak. “Angels & Devils” suena a música que ha abandonado el club y sólo se pincha en bunkers post-apocalípticos. Ni se te ocurra regalárselo a tu abuela. [Rodrigo Núñez]