[dropcap]U[/dropcap]NA FAMILIA DESESTRUCTURADA / Burrito Panza. Burrito Panza se dieron a conocer hace tres años con “Solo y Mal Acompañado” (El Genio Equivocado, 2011), un disco con el que prolongaban la tradición pop-rock castellano-manchega inaugurada por Surfin’ Bichos y continuada por Chucho o Mercromina; y, de paso, con el que salían de la sombra de un semi-anonimato sus componentes, Carlos Cuevas, José Manuel Mora y Carlos Flan, curtidos en mil batallas como secundarios de lujo. El agradable regusto dejado por su pop melodioso y rico en arreglos auguraba que esta carrera recién iniciada con su nuevo proyecto no sería precisamente una aventura quijotesca contra molinos de viento transmutados en gigantes imaginarios, sino un viaje hacia su reconocimiento como banda a tener muy en cuenta. Y así ha sido.
Su segundo trabajo, “Una Familia Desestructurada” (El Genio Equivocado, 2014), demuestra que los albaceteños -que han sumado a su alineación a Rafa Caballero– manejan la fórmula idónea para sacarle todo el jugo al pop eléctrico en sus múltiples variantes. Reforzados por las colaboraciones de Joaquín Pascual, Isabel León (Is), Muni Camón y Pablo Errea (Edwin Moses) y apoyados en la producción por Paco Loco, Burrito Panza juegan con el pulso rítmico para transitar desde piezas sugerentes que van de menos a más (“El Paciente Tranquilo”, “Unidad de Recuperación”) a otras que se anclan en el pop clásico, luminoso y coreado (“Papel Rayado (Declaración de Guerra)”, “Un Riesgo Necesario”), pasando por tramos de psicodelia reconvertida en pop feliz y evocador (“Alguien Me Vio Tirado”, “Mis Teorías”). Este crisol sonoro plasma la capacidad de Burrito Panza para huir de los derroteros más previsibles del pop y, a la vez, los sitúa actualmente en el pelotón de cabeza del género dentro de la escena alternativa patria. [Jose A. Martínez]