SÁBADO 28 DE SEPTIEMBRE: Las apuestas seguras. Si por su parte el viernes se presentaba como la oportunidad perfecta para ver cómo se desenvolvían en directo bandas que todavía están por hacerse un nombre en el mundillo, no tuvimos ninguna duda con las elecciones del sábado. La veda se abrió con Built to Spill, unos veteranos de esto que salieron al escenario sin pose, trampa ni cartón, dispuestos a ofrecer al público allí presente un compendio de los mejores temas de su dilatada carrera. Un ejercicio de nostalgia para muchos de los allí presentes que vieron con sus propios ojos cómo Doug Martsch y los otros cinco componentes de la banda de Idaho descargaban himnos generacionales como «Liar» o «Goin’ Against Your Mind«. Hora y veinte de concierto que fue más que suficiente para comprobar la confianza que destilan sobre las tablas unos músicos ya bastante entrados en edad y que pese a haber vivido épocas mejores, siguen encabezando la omnipresente escena de noise rock americano junto a Dinosaur Jr.
Built to Spill dieron paso a uno de nuestras grupos de cabecera, unos Efterklang que no era la primera vez que veíamos en directo y que una, vez más, no defraudaron. Los daneses viven en una nube desde la publicación de «Piramida«, su cuarto disco de estudio y el que parece que les ha dado definitivamente el reconocimiento a nivel europeo que merecen. Casper Clausen, voz y líder de la agrupación, parece que se ha decidido finalmente por presentar su banda en directo como un sexteto, con dos integrantes ocupados de los diversos arreglos y capas que inundan sus composiciones, un batería, guitarra y bajo. La alineación no podría funcionar mejor, pues son capaces de reproducir fielmente la mayor parte de los complicados efectos y sonidos incluidos en sus trabajos, especialmente aquellos que inundan su notable última referencia. Efterklang están en un momento de gracia, algo apreciable en la complicidad que transmiten entre ellos sobre el escenario y es que en cada concierto que dan suman nuevos fans para su causa, capaces de disfrutar por igual con largos cortes experimentales como «Black Summer» o «Between the Walls« como con canciones más inmediatas y bailables como las enormes «Raincoats» o «Modern Drift«. Otro gran concierto de una banda que empieza a ir muy en serio… ¡Y lo que nos alegramos!
Birdy fue la encargada de poner el broche final a nuestro recorrido… Yy lo hizo por todo lo alto. El local más grande se llenó hasta los topes para presenciar la actuación de una jovencísima artista que, tras sorprender a propios y extraños hace un par de años con versiones de Phoenix, Bon Iver y demás, se encuentra ahora en la difícil coyuntura de presentar sus primeras composiciones. Y, claro, la expectación es enorme. «Fire Within» no es un mal álbum y cuenta con buenas bazas como «Light Me Up» o «Words as Weapons«, pero cuando te has dado a conocer al gran público con preciosas versiones de temas como «Terrible Love» o «Skinny Love» lo lógico es que los asistentes se enganchen cuando suenan dichas canciones. No obstante, Jasmine van den Bogaerde y la banda que la acompañaba completaron un concierto meritorio y puede decirse que cumplieron con las -elevadas- expectativas. Son noches como esta las que necesita para seguir creciendo.
Y así cerramos la octava edición del Reeperbahn Festival, un evento que vista su trayectoria y el rápido crecimiento que está viviendo, seguramente se convertirá en una de las citas obligatorias del calendario de festivales alemán en los próximos años. De momento, ya hay fechas para la próxima edición (del 24 al 27 de septiembre de 2014) y los tickets ya se han puesto a la venta. Una experiencia de lo más recomendada.