Te vamos a explicar uno de los secretos mejor guardados de la redacción de FPMag…
Así funciona Internet: es una bestia que nunca se detiene en su imparable avance hacia el horizonte… Y ahí estamos medios como FPMag, siempre a su acecho, persiguiendo a la gran ballena blanca con la lengua fuera. Esto suele implicar que un día normal para la gente de una redacción como la nuestra consiste, básicamente, en pasarse muchas pero que muchas horas delante de un ordenador. Y ya se sabe que en estos mundos virtuales el tiempo no existe, así que hasta que nuestro propio cuerpo no dice «hasta aquí hemos llegado» y nos envía ciertas señales, no nos damos por aludidos.
Por poner un ejemplo que sucede día sí y día también: por mucho que somos gente a la que nos gusta cuidar la línea, perdemos la noción del tiempo, no sabemos si es de día o de noche, si es hora de comer o es media mañana o media tarde. Pero, de repente, el cuerpo te envía esa señal inequívoca que puede acabar en puro desastre. Porque cuando el cuerpo te dice «es hora de echarte algo al gaznate, pero todavía no es hora de comer» lo más normal es caer en la tentación… y arrepentirte después. Por eso mismo en la redacción de FPMag siempre tenemos a nuestro alcance una buena cantidad de Barritas de Proteína de Bicentury.
Y es que, a la hora de matar el gusanillo con un snack, no se nos ocurre una opción mejor que estas barritas. Para empezar, por su considerable contenido en proteínas de absorción progresiva. Y, para acabar, porque las Barritas de Proteína de Bicentury están disponible en diferentes sabores y, sobre todo, porque ¡están riquísimas! Vamos, que todo esto significa que acabarás cantando «Satisfaction» durante mucho pero que mucho tiempo. ¿Necesitas más motivos para guardar siempre cerca de ti un pequeño botín de Barritas de Proteína de Bicentury?
Más información en la web de Bicentury.