En la última entrega de su diario de gira norteamericana, Ramirez Exposure va de visita a los pueblos de «Doctor en Alaska» y «Twin Peaks».
VIERNES 24 DE MARZO. Mientras me comía un bagel en una cafetería del Public Place Market ha sonado mi canción preferida de George Harrison. No es ni de lejos la más conocida ni la más celebrada, pero es una de mis canciones favoritas de todos los tiempos. ¡Ha sido un gran momento!
Curiosamente, un rato después me encuentro con un mural de «Abbey Road» muy molón.
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Nuestra amiga Barbara Mitchell nos ha conseguido invitaciones para ver a Teenage Fanclub en el Neptune Theatre. Antes del concierto, quedamos para cenar en un restaurante indio con Ian Moore y Drew Church. Vienen también Robynne, la mujer de Drew, y Max, el hijo de Ian que, con sólo diecisiete años, ya posee una cultura musical inmensa. Ian no deja de sorprendernos. Selecciona cuidadosamente todos los platos y nos explica que, de pequeño, vivió un par de años en la India con su familia y ¡que era vecino y compañero de juegos de Uma Thurman!
Les hablo a todos de la excursión a Roslyn que hemos preparado para mañana. Para colmo, Drew me dice que conoce al dueño de The Brick y que va a hablar con él para que nos haga una visita guiada por el pueblo. OMG!
Acudimos al Neptune, allí nos espera Chris Porter. Chris es otro personaje importante de la escena musical de Seattle. Hasta hace poco era el booker del Bumbershoot Festival, el festival de música más importante de Seattle. Lleva toda la vida montando conciertos y tiene anécdotas para dar y vender. ¡Gran tipo!
Entramos en la sala y flipamos con el sitio. Lo construyeron en el año 1921. Solía ser un cine, pero desde el 2011 lo han reconvertido en sala de conciertos. Aquí han tocado un montón de artistas: Animal Collective, Aimee Mann, Billy Bragg, Ride, Ryan Adams y muchos más. Me encantaría poder tocar aquí algún día.
Nos encontramos con la agradable sorpresa de que Britta Phillips es la telonera.
Rozando la perfección…
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SÁBADO 25 DE MARZO. Me levanto muy temprano. Almendra, la mujer de nuestro amigo Jose, se ha ofrecido a llevarnos a Roslyn. Jose y Almendra son personas amables, trabajadoras y con muy buen karma. Por cierto, Jose es un gran caricaturista y me ha dicho que, algún día, me mandará a España mi caricatura. Aunque yo estoy deseando ver cómo dibujaría a Trump.
Roslyn está a hora y media de Seattle. El hijo de Jose y Almendra también viene con nosotros. Carlo, que así se llama, tiene sólo cinco años, pero habla como si fuese un adulto. De camino voy mirando el paisaje. Los bosques por aquí son un espectáculo digno de ver. No tomé ninguna foto porque me quedaba embobado mirando desde la ventana del coche. El cielo está muy nublado pero, para cuando lleguemos a nuestro destino, el sol brillará de nuevo.
Roslyn es un pequeño pueblo minero de alrededor de 1000 habitantes rodeado de hermosa naturaleza, que sería como cualquier otro de la región si no fuese porque aquí se rodó “Northern Exposure” [“Doctor en Alaska” en España], una de las series de culto más recordadas de la década de los 90.
Northern Exposure intro por pezhammer
Llegar aquí es como viajar en el tiempo. Me encuentro en medio de Washington Avenue y me siento como un personaje de la serie. Me fascina comprobar que todo existe de verdad tal y como lo recordaba en la serie. El estado de conservación es completamente alucinante. No soy el único fan que ha venido aquí: me he encontrado ya con dos o tres que están igual de flipados que yo.
Lo primero que me acerco a ver es el mural del Roslyn Cafe. Luego me enteraré de que lo pintó un amigo del padre de Mark Pickerel en los años 70 para darle un aire bohemio al lugar.
En cambio, a Marlon lo pintaron aquí después de la serie.
Entramos al Brick para tomarnos unas hamburguesas que, por cierto, estaban muy buenas. Nos cuentan que las localizaciones interiores del Brick se rodaron en Seattle. De cualquier modo, la fachada es la de la serie.
Se acerca a nosotros Lucky, el actual dueño del Brick Tavern, que ya sabía por Drew que los Spaniards iban a caer de visita. Hablamos un rato y me cuenta cómo llegó a Roslyn. Es músico también. Tiene un grupo llamado The Souvernirs. Le encantaría venir de gira por España. Le doy un CD con mis canciones y él me da otro con las suyas. Me enseña el escenario que tienen y me invita a tocar en su bar la próxima vez que venga. Así que, el día que haya una verdadera gira norteamericana de Ramirez Exposure, Roslyn será una de las paradas obligadas.
Me alegra comprobar que Mark Pickerel ha venido a pasar el día con nosotros tal como nos dijo que haría.
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La experiencia está siendo perfecta. Tenemos la suerte de contar con grandes guías locales. Aquí existe un sentido de comunidad muy fuerte, igual que en la serie. Por curiosidad pregunto cuánto vale una vivienda en Cicely y me dicen que es muy barato.
Damos una vuelta por todo el pueblo y podemos ver todas las localizaciones emblemáticas de la serie: el Roslyn Cafe, la barbería de Earl, la tienda de Ruth-Anne Miller, el Village Pizza, el cine de Maggie, la oficina del doctor Fleischman, las casas de Maurice, Ed y Marilyn, la iglesia y la radio KBHR, la emisora desde donde se retransmitía la vida diaria de Cicely en “Chris In The Morning”.
¿Recordáis “Chris por la Mañana”?
Os dije que la luz salió de nuevo…
Mientras tomamos esta foto, una señora del pueblo que pasaba con su coche nos dijo que el Roslyn Theater fue en el pasado la sala mortuoria del pueblo. Después de escuchar esto, Mark nos lleva al cementerio de Roslyn, donde hay druidas y masones enterrados. Sí, habéis oído bien: ¡druidas! O chamanes, como prefiráis…
Me paso por la tienda de regalos de Cicely para comprar merchandising. El interior de la oficina del doctor Fleischman lleva más de una década reconvertida en esta tienda. El dueño, que aparece como extra en más de cincuenta capítulos de la serie, es un tipo entrañable que habla del equipo técnico y artístico de “Northern Exposure” como si fueran su familia. Me atrevo a decir que su vida gira en torno a la serie de televisión.
Me cuenta un montón de anécdotas y me dice que van a hacer una reunión con la mayor parte del reparto original. Está prevista para abril de 2018. Será una nueva temporada con los actores originales. Tengo la sensación de que Netflix será la encargada de comprarla para televisión.
Me despido de Cicely y de los nuevos amigos con la sensación de que volveré de nuevo. NORTH TO THE FUTURE!
De vuelta a casa, se nos ocurre la genial idea de visitar el pueblo de “Twin Peaks”: North Bend, que está a medio camino entre Cicely y Seattle. Probamos la famosa tarta de cereza en el Twedes Cafe. “Home Of TWIN PEAKS Cherry Pie”, reza uno de los letreros. La tarta está buena pero no es nada del otro mundo. ¡Mi madre la haría mejor!
Luego vamos a ver las cataratas de Snoqualmie. Son asombrosas.
Para cerrar la jornada quedamos con Barbara Mitchell en el hotel Albatross. Se acerca también otro personaje de la escena musical de Seattle del que había oído hablar mucho, pero que aún no conocía en persona: Phil Wandsher. Phil es de Carolina del Norte, donde formó un grupillo con un tal… Ryan. Se llamaba Whiskeytown y Phil era el guitarra.
Cuando se separaron, Phil cambió Carolina del Norte por Seattle, donde conoció a Jesse Sykes y formaron el increíble proyecto con el que aún siguen: Jesse Sykes & The Sweet Hereafter. Phil es muy divertido y además no tiene pelos en la lengua, todo lo que dice es lo que realmente piensa. Me gustan las personas así.
Por cierto, uno de los camareros del hotel Albatross es Dave Hernandez, que a muchos os sonará porque fue uno de los miembros originales de The Shins. Actualmente es el guitarra de The Intelligence. Parece que en Seattle nueve de cada diez personas con las que te cruzas son músicos de algún grupo.
DOMINGO 26 DE MARZO. La de hoy será mi última noche en Seattle. Quedamos para hacer un brunch con Drew y Robynne en el hotel Albatross, que ya parece mi segundo hogar. Hablamos de Roslyn, de la vida y de las cosas que haremos cuando volvamos de nuevo a Seattle. Esta ciudad nunca termina.
Robynne me dice que su hija se va a la universidad y que, si quiero, tengo una habitación para quedarme aquí una temporada. Drew dice algo muy curioso sobre Almodóvar. Para él, Pedro es como el Woody Allen español. Jamás lo había pensado así.
Tras despedirnos de nuestros amigos nos vamos a coger el ferry que nos lleva a la isla de Vashon. Esta isla es un pequeño paraíso rural al este de Seattle. Venimos aquí para pasar la noche en casa de Ian y su familia. Ian y Max nos llevan a las playas y a los parques naturales de la isla. En estas aguas hay ballenas orcas y focas. El lugar es una pasada.
Ian y su familia son excelentes anfitriones. Antes de la cena, Ian y yo escuchamos algunos discos y los comentamos en profundidad. Le pongo “Years” de Marc Jonson y le flipa. Hablamos largo y tendido sobre el significado de la música en nuestras vidas. Max pone “Pink Moon” de Nick Drake. Estamos en el lugar perfecto para escuchar estos discos.
Después de la cena y de largas y valiosas conversaciones, Ian me enseña su estudio de grabación y algunas canciones nuevas en las que está trabajando. Es una lástima que se nos hiciese tan tarde, podríamos haber grabado algo juntos. No sería mala idea venir aquí a grabar canciones. Este lugar es absolutamente inspirador.
Nos despedimos de Ian y su familia. Da mucha pena irse de aquí. Odio las despedidas.
La vuelta a casa se hace interminable. Seattle-Londres (Heathrow)-Madrid-Valencia. Llego completamente reventado pero muy feliz por todo lo vivido.
Me emociona ver a Colombo de nuevo. Ya estoy en casa.
*Gracias a Jose A. Martínez y a la redacción por pedirme que escribiera este diario. ¡Larga vida a Fantastic Mag! [Víctor Ramírez]
