La nueva colección de Raf Simons incluye varias referencias (bastante culteranas) al mundo de las drogas y la opinión de todo el mundo ya se ha dividido: ¿es lo más o ya lo hemos visto?
Raf Simons presentó su nueva colección en la reciente New York Fashion Week bajo el sugerente nombre de «Youth in Motion«… Y, de hecho, por si el título no resultaba lo suficientemente gráfico, la pasarela sobre la que desfilaron los modelos estaba bordeada por un verdadero festín de decadencia alemana: flores, chocolate, uvas y un sinfín de botellas de vino medio vacías hacían pensar en el panorama del día después de una bacanal. Dicho de otra forma: el propio escenario en el que se presentó «Youth in Motion» escenificaba la resaca que sigue a toda buena noche de desenfreno y exceso.
Por si eso fuera poco, las mismas prendas de la colección incluían dos referencias directas al mundo de las drogas… Pero, ojo, que estamos hablando de Raf Simons: «Youth in Motion» no es una colección en la que las drogas aparezcan tan «on your face» como, por ejemplo, cuando Jeremy Scott decide dedicarles toda una colección de Moschino. Ni mucho menos. La aproximación de Simons es mucho más lateral y, sobre todo, incluye referencias mucho más culteranas y elevadas.
La primera referencia apunta hacia «Christiane F: Wir Kinder vom Bahnhof Zoo«, icónico film de 1981 dirigido por Uli Edel que, basándose en la autobiografía de Christiane Vera Felscherinow, llevaba hasta la gran pantalla los excesos de la juventud en el Berlin de la década de los 70. La referencia aparece en «Youth in Motion» de dos formas diferentes: la fotografía de la protagonista de la película (Nadja Brunkhorst) y el título original con la tipografía que se usó en el póster de la película.
La segunda referencia podría parecer más frontal… Pero no lo es. Algunos pueden pensar que eso de poner parches en algunas prendas con palabras domo «Drugs«, «LSD«, «XTC» o «GHB» no podría ser menos sutil. Pero es que resulta que estos parches son una reproducción directa de la portada de la obre de teatro «Drugs» de Cookie Mueller y Glenn O’Brien, en la que ambos autores dejaron constancia de sus propias aventuras lisérgicas durante los treinta años que van desde el LSD de los 60 hasta a los opiáceos de los 80.
Así las cosas, la polarización de las reacciones era inevitable. Evidentemente, hay quien ha aprovechado para volver a sacar a pasear la eterna cantinela de que el mundo de la moda está idealizando un mundo de drogas, fiesta y hedonismo que acaba resultando nocivo para los jóvenes que lo aceptan como modo de vida. Por otro lado, solo hace falta echar un vistazo a nuestro alrededor para ver que los más jóvenes no necesitan al mundo de la moda para idealizar el mundo de las drogas, porque ya lo hacen ellos solitos.
Y, sobre todo, ¿cómo carajo vamos a tomarnos mal unas referencias al mundo de las drogas como las de Raf Simons cuando son tan esquivas y culteranas? En serio, si alguien quiere establecerse como paladín de la decencia, que se vaya a la Costa Brava y denuncie las camisetas drogotas para turistas. Porque lo de «Youth in Motion» es pura maravilla. [Más información en la web de Raf Simons // Puedes ver el desfile completo de «Youth in Motion» de Raf Simons en la galería a continuación]