MAR. La dramaturga culta y bohemia fan de Rubens
Mar es, como dice su literato hijo, una especie en extinción (como los rinocerontes blancos y el elefante africano… just saying): es culta, divertida y elegante. Pim pam. Eso, claro, es lo que dice su hijo. Luego te das cuenta que es «culta» de las que dicen «caravela» en vez de «carabela», «divertida» de las que dan miedo si te las encuentras en una discoteca y «elegante» de las que visten como si hubieran caído en un cesto de todo a un euro del Humana y hubieran salido tal cual. Pero no sólo eso: ellos dos juntos, madre e hijo, son «cultos, bohemios y artistas». Y cualquier mediocre hijo de vecino dirá «joder, pues cuánta cosa». Pues sí. Y lo llevan divinamente. Vamos, a ellos se les ve fetén.
Mar necesita (siempre según su hijo) un hombre que tenga «la cabeza de Da Vinci, la sagacidad de Dostoiesvki, la complejidad de Gloria Fuertes (hola, Mar es una mujer culta y liberada a la que seguro que le gustó muchísimo «La vida de Adele«) y la audacia de Dalí«. Mucha cosa, también. Pero como Mar es tanta cosa (cultadivertidayelegante–cultabohemiayartista) pues está en su derecho de exigir mucho de sus pretendientes. Claro que sí. Mar nos cae bien. Nos gusta ese rollo valleinclanesco con el que se mueve delante de las cámaras, esa mirada de estar taaan de vuelta de todo o hasta las cejas de algo, esa pose de venir de haber rechazado una silla en la Real Academia de la Lengua Española. Nos gusta que haya una familia que hace ostentación de la cultura, que sean la Bomba H que destruya a los que han hecho que en este país ser ignorante sea guay. Y todo ello teniendo en cuenta que Mar es algo así como un travesti viejo disfrazado de Luz Casal. Anyway: ojalá más como ellos en la tele. Of course. O como dirían en latín (que seguro que es la lengua con la que Mar se expresa en la intimidad): «scilicet«. Olé.
- Mar enseña las encías tol rato. Too much encía. Just saying.
- El hijo de mar le mete fichas a Luján tol rato. ¿No es adorable alguien tan poco consciente de sus propias posibilidades?
- Que le den un Oscar a quien eligiera la banda sonora de «La Familia Addams» como sintonía oficial de esta pareja de madre / hijo.
- Uno de los mejores momentos de la noche fue cuando Mar reconoció que uno de sus cuadros favoritos era «El Jardín de las Delicias» de Rubens. Lo que pasa es que «El Jardín de las Delicias» no es de Rubens, es de El Bosco. Pero no pasa nada Mar. No pasa NADA, tu eres cultadivertidayelegante–cultabohemiayartista y puedes permitirte patinacillos. Y, total, El Bosco y Rubens ni nacieron en el mismo siglo. Pero prosigamos: «El Jardín de las Delicias» de
RubensEl Bosco le gusta mucho a Mar porque ahí todo el mundo está «filtreando» («fiiiiiltreaaaaaandooooo»). Alguien debería decirle a Mar que «filtrear» no existe, que no es nada (filtrear será, si acaso, poner filtros… suponemos). Que es «FLIRtear» y que… Neh, esigual. Mar es muy culta y YA ESTÁ. - Ha de constar en acta que en la redacción pensamos que lo mejor de esta primera temporada de «QQCCMM» va a ser cada vez que Mar o su hijo metan la gamba con alguna palabra (como las mencionadas «carabela» y «filtreo», pero también el hijo diciendo que son muy «desextrovertidos») y desde realización ralenticen la imagen y el sonido repitiendo una y otra vez la cagada. ¿Hay algo más divertido que reírse de alguien que va de culto?
- No sabemos cómo pudo acabar Jesús, el yogurín de pueblo, entre los elegidos de Mar. Bueno, sí, porque se ríen a saco de el. Y nosotros con ellos. Pero ojo con Jesús, que tiene los bemoles de pedirse un mojito en el fucking Café Gijón (¡ole,ole!) y que dice que, si tuviera un bar, lo llamaría «Mami Toma Mi Salami«. Nosotros íbamos. Pero fijo: VAMOS.
- Hay otros dos pretendientes que, esta vez sí, no sabemos de dónde salen. El primero es el «estilista muy estilista» que acabará intentado colarse en la cama del hijo de Mar (y eso añadiría a su definición «persona con mal gusto pero que muy mal gusto»). El segundo es el tipo que dice que hace chum-chum-sogi (sea esto lo que sea) y al que comparan con Andy Garcia (que ni de Blás), La Salchicha Peleona (mucho más cerca) y Kung-fu Panda (casi, casi) cuando a quien más se parece, señores y señoras, es a Danny DeVito.
VEREDICTO. Las cosas como son: Mar ha venido aquí a hablar de su libro. Del que escribirá pronto, claro, que hablará sobre su experiencia dentro de un reality… Y a Lucía Etxebarría le dará una úlcera porque le habrá robado la idea y entrar en «Campamento de Verano» y pasarlas allí canutas no le habrá servido de nada. Pobre. No gana para disgustos esta chica. ¿Que con quién se quedará Mar? Evidentemente, con nadie. Esta no ha venido a enamorarse: ha venido a follárselos a todo y a volver a su casa para seguir escribiendo a máquina con la sintonía de «Se Ha Escrito Un Crímen» de fondo.
TOÑI. La mujer que busca el punto G porque, total, al Hombre G ya lo tiene
A Toñi y a Gabri ya los vimos en la segunda edición de «¿Quién Quiere Casarse Con Mi Hijo?«, y como todavía nadie les ha dicho que ellos lo que tienen encima es un complejo de Edipo delahostia que dejaría en bragas al prota de «Only God Forgives» pues ahí están, buscándole chato a la madre mientras ellos se dan piquitos en la piscina. Lo cierto es que no sabemos si Gabri sigue con Patri, la chica que venía de hacer un examen de física y que no sabía separar la mandíbula inferior de la superior (con lo fácil que es). Si es que sí, y a tenor de lo mal que lleva los hombres guapos cerca de su madre, será por aparentar. Toñi es una mezcla entre Marta Sánchez y Donatella Versace: Toñitella. Según Gabri «es un pibón: es sexy y elegante«. Y oye: SÍ. De todas las mamis del programa, es la que más HOT está. Y, por extensión, es a la que le ponen los candidatos más hotties, claro. Es empresaria e independiente, escribe al ordenador como se tocaban los teclados en la tele durante los 80 (es decir: puro playback) y, a pesar de lo que le gustaría a su hijo, se le hace el chochi Pepsi Cola sólo de pensar que pueda chuscarse un yogurín bien macitas.
- Toñi es fascinante porque es una de esas mujeres que no deja de sorprenderse a sí misma. Será porque su vida, la verdad, es de lo más interesante. Ella misma explica, por ejemplo: «Algunos de mis amigos me llaman Toñi y otros Antonia. Es curioso«. Lo dice con entonación de «Crecí en un horfanato y fui esclava sexual en Yugoslavia«. Sí. Fascinante.
- De verdad que, en determinados momentos, el Edipo de estos dos nos empieza a preocupar. Las caras de odio de Gabi cada vez que un jovencito se acerca a su madre son genuinas… Acabarán protagonizando «¿Quién Quiere Una Visita Con El Psicoanalista?«
- Si la sintonía de «La Familia Addams» les viene que ni pintada a Mar y su progenie, en este caso aplaudimos el uso de «Juego de Tronos«. Una pena que la casa Lannister no tenga sintonía propia.
- Alguien de nuestra redacción perdió un poco el norte al ver aparecer a Sergio, el policía buenorro con canitas. Si a nosotros nos dio igual que le regalara a Toñi un libro del Dalai Lama que él no sabía si lo había escrito el Dalai Lama o era el nombre del traductor, ¿por qué le iba a importar a Toñi? Si, al fin y al cabo, en la portada de aquel libro todos leímos el siguiente título: «Polícia y Rabaco«. Pues eso.
- De nuevo, no entendemos la diatriba entre si cierto pretendiente se parece a Kevin Costner o a Bruce Willis… Cuando a nosotros se nos parece más bien a Chtulhu. Es tan horrible que no hay palabras en el lenguaje humano para describirlo.
- Lo de Josep nos parece de otro planeta. Apareció con una máscara de caballo, un cubo de Rubik y una caja con un CD que no acabó de desvelar para qué servía… Sólo faltaban las encías de Mar para tener un cuadro churrigueresco.
- Hablemos de Toni, el italiano que habla menos castellano que Svetlana y al que cuando le preguntan «¿qué edad tienes?» responde «Bueno, estuve aquí esperando un rato». El chulo piscinas que incluso al chulo piscinas de Gabi le parece demasiado chulo piscinas. Y que, aun así, no fue eliminado. Aquí huele a almeja (de Toñi).
VEREDICTO. Toñi de pronto se dará cuenta de que Gabi es su hijo y se colgará de un poste (o del rabo del policía madurito)… Cuando Gabi encuentre su cadáver, se clavará los alfileres del vestido de su madre en los ojos. Ejem. Vale. No. Stop con el Edipo. Sea como sea, estos dos hacen como que tienen mucho interés en encontrar pareja y a ellos les parecerá que lo hacen fetén, pero desde fuera se ve que NANAI. Que estos dos tienen una relación tan íntima y personal que es imposible que el pretendiente de uno le gusta a la otra y viceversa. Eso sí, esperamos que Toñi le dé un poco al manubrio del guapérrimo de Sergio… ¡DE NUESTRA PARTE!