¿Todavía no te has enterado de que «Until Dawn» es «ese juego que te va a matar de miedo»? Por si acaso, te lo explicamos todo sobre este exclusivo de PS4.
Es una mera cuestión de sobre exposición. Porque, a ver, si estás leyendo este texto, lo más normal será que crecieras durante la fiebre de cine de horror de finales de los 80, aquella que consiguió que nos fascinaran seres abyectos como Freddy Krueger de «Pesadilla en Elm Street» o Jason Vorhees de «Viernes 13«. Y si ese fue el caldo de cultivo de tu infancia, es muy probable que acabaras totalmente enredado en aquella primera ola de survival horror que surgió a tenor de «Silent Hill» y que tuvo otros grandes clasicazos como «Project Zero» o «Forbidden Siren«… Pero, después, ¿qué? ¿El vacío? ¿El silencio? ¿La orfandad más absoluta?
Porque reconozcamos una cosa aquí y ahora: si algo les ha faltado a las últimas generaciones de videoconsolas ha sido precisamente buenos juegos del género survival horror. La saga «Silent Hill» se fue de baretas allá por su cuarta entrega, y el resto de juegos que han ido surgiendo no han sabido ponderar la tensión y la cantidad de visceras, cayendo casi siempre del lado del exceso de sangre pero la falta de canguelo real. El último gran lanzamiento a este respecto fue, sin lugar a dudas, «The Evil Within«. Porque, la verdad, la fiebre de juegos de zombies que hemos vivido tenía más de adrenalina que de horror, y otros como «Hard Rain» (y los que le vinieron detrás) daban bastante mal rollo, pero no tenían nada de la dinámica de aquellos que nos enamoraron hace tanto tiempo.
Por todo ello hay que celebrar que el 26 de agosto ha aterrizado entre nosotros el salvador definitivo del género survival horror: «Until Dawn«. Si todavía no lo conoces, mejor todavía: conserva el misterio tanto como puedes, porque por ahí ya han empezado a decir que la experiencia de jugar con este título es sorprendente, acojonante, escalofriante y agobiante a partes iguales. Por ahora, desde Fantastic Plastic Mag queremos hacer una pequeña gran guía de campo para que te pongas delante de tu PS4 (ya que es exclusivo de esta plataforma) sabiendo lo justo y necesario de «Until Dawn«. El resto será disfrutar… Entendiendo aquí «disfrutar» como «pasarlo francamente mal».
ARGUMENTO. Seguro que el argumento de «Until Dawn» te parece algo trillado: un grupo de ocho amigos mantienen su tradición de viajar juntos -y algo revueltos- cada año y se dirigen en su furgoneta hacia las montañas de Blackwood (que, oye, a poca experiencia que tenga uno en este tipo de tinglados, el nombre de las montañas no es muy buen augurio, ¿no?). Allá se encontrarán no sólo con que la cabaña en la que tienen que pasar la noche es lúgubre y malrollera, sino que (¡tachán!) no están solos. Algo les acecha desde la oscuridad del bosque nocturno… Y hasta aquí podemos leer. ¿O es que queréis que os destripemos el juego a base de spoilers?
EFECTO MARIPOSA. A poco que hayas escuchado hablar de «Until Dawn«, seguro que sabes que la gente se refiere a él como «el juego del efecto mariposa«. Y es que lo cierto es que impresiona bastante saber que el guión del título, obra de Larry Fessenden y Graham Reznick (autores de historias de terror indie), tiene ni más ni menos que 10.000 páginas que presentan una especie de laberinto de historias cruzadas que verás o no dependiendo de tus decisiones. Ahí está el corazón de «Until Dawn«: en la toma de decisiones, ya que todas tus acciones tendrán consecuencias directas. Lo que hagas con un personaje acabará afectando al resto y a la trama, de tal manera que sus creadores aseguran que en una primera partida sólo los más afortunados llegarán a «ver» la mitad del juego. Se necesitarán más horas de juego para ir caminando los múltiples y enrevesados caminos cruzados que conforman la trama de «Until Dawn«: de cómo los camines dependerá que los ocho protagonistas sobrevivan hasta el amanecer. O no.
EL REPARTO. Los más avispados ya habrán dicho «a mi la cara de una de las protagonistas me suena un cojón de mico». Y tienen razón, ya que el casting de actores de «Until Dawn» incluye una presencia más que ilustre: Hayden Panettiere, la mítica cheerleader de «Heroes» que aquí presta voz y cara a uno de los personajes. Tampoco habrá que pasar por alto otras presencias destacadas como las de Remi Malek, Brett Dalton y, por encima de todas, la de Peter Stormare, conocido actor sueco con una carrera a sus espaldas que le ha llevado de films como «El Gran Lebowski» a series como «Prison Break» o «Arrow«. Vamos, que la presencia de grandes actores sólo puede significar una cosa: que su reacción ante los sustos va a ser más creíble y que, por lo tanto, vas a empatizar más todavía con ellos.
DATOS TÉCNICOS. Cositas que no está de más que sepas… Los creadores de «Until Dawn«, el estudio británico Supermassive Games, dice que exprime al máximo la potencia de PS4 gracias al uso del motor gráfico Umbra 3 (usado ya en el impactante «Killzone: Shadowfall«). El mando Dualshock 4 ofrecerá interesantes funcionalidades como el uso del panel táctil (para desbloquear los smartphones de los protagonistas), el sensor de movimiento o el micro (para permanecer quietos y que el enemigo no te cace). Y la PlayStation Camera, además, ofrecerá la posibilidad de grabar pequeños clips para que los jugadores puedan compartirlos y demostrarle al mundo lo que todos sabemos a estas alturas: que «Until Dawn» da miedo de cojones.
#ELINDICEUNTILDOWN. Esto último es una fardada, lo sabemos, pero no podíamos dejar de comentarlo. La cuestión es que, de cara al lanzamiento de «Until Dawn«, desde b han querido demostrar que el miedo que provoca es cosita fina, así que se han marcado una máquina que mide el miedo de los jugadores durante la partida (en Madrid, por ejemplo, se puede probar el juego con esta máquina durante los días 27 y 28 de agosto). Así que preparáos, porque las redes se van a llenar de jugadores que, mediante #ElIndiceUntilDown, van a dejar bien claro que no estamos siendo minimalistas y que, al fin y al cabo, tenemos bastante razón cuando más arriba afirmábamos que «Until Dawn» es la salvación del survival horror.