En el año 2011, Pure X saltaban a la palestra para dejarnos atontados con esa maravilla titulada «Pleasure» (Acephale, 2011), un álbum cargado de texturas y reverbs que a la primera escucha ya te creaba una sensación de gustera importante. Ese particular y tan característico estilo lo-fi con el que jugueteaban los de Austin -¿qué tendrá esta ciudad que todo lo bueno está ahí? era capaz de transportarte a sombrías atmosferas de ensueño. Tras aproximadamente dos años de reflexión, el trío liderado por Nate Grace vuelve a la carga con «Crawling Up the Stairs« (Acephale, 2013), segundo LP que encuentra sus raíces más profundas en el traumatismo en la pierna que sufrió en sus carnes el propio frontman. Esta herida le creó tanta ansiedad (por culpa de problemas a la hora de pagar al hospital para una operación más que necesaria) que su mente se derrumbó. Terribles pesadillas, insomnio y otros trastornos le dejaron extenuado. ¿El resultado? Un trabajo considerablemente más oscuro que su álbum de debut y con ciertos toques catárticos para el vocalista del trio texano.
En «Crawling Up the Stairs» somos capaces de sentir cómo Grace se lamenta con agonía desde el infierno desde el que nos está cantando, gracias en gran medida a que, a diferencia de «Pleasure», aquí se ha decidido dar mucho más peso a la parte vocal. Hay que recordar que, en el anterior álbum, la voz de Grace estaba yuxtapuesta a sí misma tantas veces que prácticamente era ininteligible. Aunque es cierto que Pure X ha intentado desmarcarse un poco del sonido de «Pleasures», no lo han conseguido del todo. Aun así, «Crawling Up the Stairs» tiene un acabado más cuidado, más brillante. Para ejemplificarlo mejor, podríamos decir que «Pleasures» es como ver un película en un televisor crt y «Crawling Up the Stairs» es verlo en una pantalla de 50″ en HDFull, salvando todas las distancias posibles.
El sentimiento de lucha interna y de zozobra se desprende de cada uno de los doce temas que dan forma a «Crawling Up the Stairs». La voz de Nate Grace, como ya hemos mencionado anteriormente, es mucho más clara ahora, y esto ayuda a transmitir el sentimiento único detrás de cada canción. De esta forma, observamos cómo la parte vocal varía de tema a tema, cosa que no sucedía en un «Pleasure» que resultaba mucho más repetitivo, dando como resultado canciones que van desde tonos más altos hasta tonos más bajos, pasando por momentos de voz rota y desesperanzada. Esta libertad a la hora de cambiar constantemente de tono vocal también se traslada al campo musical y al uso de los instrumentos. Aquí no hay molde que valga: las guitarras vienen y van cuando les apetece, el clímax del tema lo encontramos a la mitad o al principio de la canción, etc.
El album se abre con «Crawling Up the Stairs«, tema que da título al disco. Esta es la canción que se acerca más al sonido que pudimos apreciar en «Pleasure», y sirve para darnos la bienvenida al mundo nebuloso de los Austin. A partir de ahí, la agonía se intensifica y el dolor atroz se aprecia en su máximo esplendor. En «Someone Else» se presenta el tono del album: aquí la voz de Grace destaca por encima de todo el muro de sonido que tiene detrás, su voz rota prácticamente grita eso de «Take me down deep into your hell» y nuestro corazón empieza a resquebrajarse. «How Did You Find Me?» es una auténtica oda a la desesperación y al dolor interno, sentimiento que termina por perderse dentro de una nube de sonido de guitarras distorsionadas que terminan por conducirnos a uno de los mejores temas del disco: «Thousand Years Old Child«, en el que preguntas existenciales como «¿qué voy a hacer ahora?» o «¿qué estoy haciendo con mi vida?» inundan al oyente. A pesar de ser un disco más oscuro que «Pleasures» en cuanto a temas tratados, en «Crawling Up the Stairs» todo en general es más limpio y resplandeciente. Como todo no puede ser sólo apatía e inquietud, el álbum se cierra con «All Of The Future (All Of The Past)«, donde Grace ve la luz al final del túnel y donde «Crawling Up the Stairs» cobra un valor exorcisante y catártico.
Si bien «Crawling Up the Stairs» no llega a atrapar al oyente de la misma manera que lo hace «Pleasures», sí que se configura como un paso hacia delante en el camino que Pure X ha decidido andar. La voz despejada y nítida de Grace demuestra una vez más que sólo los malos momentos y las situaciones jodidas te ayudan a escribir buenas historias. Dicho de otra forma: los tiempos de ofuscación y de angustia son los que dan a luz a la mejor música.
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