Nueve días de películas… Se dice pronto, pero se degusta poco a poco, con fruición y buen paladar. Será por eso que, a la hora de enfrentarse a los premios del BAFF 2010, es difícil elegir (o, para muchos, acabar contentos). El Durián de Oro (el máximo galardón), otorgado por cortesía de Casa Asia y dotado con 6.000 euros, ha ido a parar a «Au Revoir Taipei» (foto), de Arvin Chen: un film que agotó localidades en sus pases y que dejó a todo el mundo más que contento. Una obra sencillita pero «mona» que causó risotadas generalizadas en la sala. «At the End of Daybreak«, de Ho Yuhang, ha conseguido una mención especial merecida por ser uno de esos films que te dejan clavado en la silla cuando, hacia la mitad del metraje, la trama realiza un giro sorprendente hacia una oscuridad opaca. El Premio NETPAC (que concede la organización del mismo nombre y que esta año celebra su 20º aniversario) ha recaido sobre «Between Two Worlds«, de Vimukthi Jayasundara; mientras que el Premio a la Distribución (mediante el que Motion Pictures y Tribanda aseguran el estreno comercial en España) ha ido a «Vengeance«, de Johnnie To (que ya partía como una de las favoritas). En cuanto a los premios profesionales, el último otorgado fue el que distinguía a «Children Metal Drivers«, de Ralston Jover, como la mejor película en formato digital. Ahora bien, uno de los galardones que suele traer más cola es el que surge de la votación popular, aunque en esta ocasión bien puede decirse que estaba cantado desde el día uno: «One Piece: Strong World«, de Munehisa Sakai, montó tal jairi de público en sus pase del primer fin de semana que ya se podía intuir que por ahí irían los tiros…