Sabíamos que el patrocinador del desfile de Hood by Air en la New York Fashion Week sería PornHub… Pero no sabíamos lo lejos que llegaría Shayne Oliver.
Shayne Oliver lo está haciendo bien. De hecho, Shayne Oliver lo está haciendo de puta madre… Su marca, Hood by Air, ya hace varias temporadas que es trending topic en el mundo fashionista, donde es un secreto a voces que su visión del street wear es revolucionaria. Pero, claro, toda firma necesita ciertos empujoncitos hacia lo masivo. Y ahí es donde se aprecia que Shayne Oliver va por el buen camino. Hace unas semanas, que Rihanna abriera los MTV VMAs 2016 vestida de Hood by Air descolocó a muchos por lo comercial del movimiento.
Pero ha sido estos días cuando Oliver ha vuelto a poner a todo el mundo en su sitio. Y lo ha hecho donde un diseñador tiene que hacerlo: sobre la pasarela de la New York Fashion Week. Para empezar, desde hace un tiempo se sabía que Hood by Air había establecido una extraña alianza con un «partner in crime» para este desfile: ni más ni menos que PornHub, el archiconocido portal de porno online… Pero lo que nadie esperaba (¿o sí?) es que la presencia del porno se hiciera tan sumamente explícita.
Para empezar, los modelos (hombres y mujeres… y todas las áreas intermedias, porque ya se sabe que el género siempre cobra un nuevo significado post-gender en el caso de Hood by Air) llevaban la cara y el pelo embadurnados en diferentes substancias plenamente reconocibles como los fluidos corporales habituales cuando uno utiliza una herramienta como PornHub. No sólo eso: la banda sonora estaba compuesto por gemidos y sonidos corporales, la invitación era una versión porno de cualquier portada de «El Club de las Niñeras«, hubieron varias prendas básicas en las que se imprimió el logo del portal online y, sobre todo, en el desfile brilló una especie de mezcla entre camisa de fuerza y compañera ideal para limpiar el estropicio que sigue a toda sesión de onanismo.
Por lo demás, la colección para la próxima primavera / verano 2017 de Hood by Air no podía ser más Hood by Air. Vuelve a estar presente la deconstrucción del patronaje clásico y, sobre todo, esa sensación de que Oliver se lo toma todo a pura chanza. ¿Cómo interpretar si no las botas camperas con doble puntera? ¿Y la ropa todavía en sus perchas? ¿Y los diferentes claims anti-puritanos? ¿Y la presencia del artista y fotógrafo Wolfgang Tillmans como modelo semi-desnudo vistiendo unas botas de pesca?
Vale, esto último puede entenderse también como un guiño al mundo del arte. Porque, al fin y al cabo, de eso se trata aquí: de que Shayne Oliver lo está haciendo de puta madre y cada vez acerca más y más su propuesta de moda al círculo de arte transgresor. Bien por Shayne. [Más información en la web de Hood by Air]