Preparamos el terreno hacia la madrileña Fiesta Furiosa explicándote uno a uno por qué los grupos de su cartel son lo más furioso que te puedes echar a la cara.
La verdad es que no llevo mucho tiempo en Madrid, pero en estos dos meses he podido observar una deprimente tendencia en los conciertos: la gente está muerta. La gente no baila, no se mueve, y ver a alguien despegando aunque sean las manos de su cuerpo-palo es una imagen tan poco usual que, en las pocas ocasiones que tal sueño húmedo se materializa, me dan ganas de abrazar a dicha persona y pedirle si podemos ser superbestfriendsforever. Si por mí fuera, instauraría una férrea dictadura del baile: si no mueves los brazos por encima de los hombros al bailar, quemado vivo; si tienes elefantes por pies, te sacamos los ojos; ¿horchata en las venas?, tiro en la nuca.
Vale, quizá no haya que ponerse tan extremista, pero el punto de la cuestión es que -visto el panorama- entended que celebre algo como la Fiesta Furiosa, que tendrá lugar en la madrileña Sala Caracol este viernes 20 de noviembre, como si la venida del nuevo mesías se tratara si fuera yo creyente. Y, visto el cartel de la velada, no podría llamarse de otra manera.
Las Bistecs – Absurdas e irreverentes, iconoclastas a través del humor, las embajadoras del electrodisgusting nacional son el «hacer lo que te da la real gana» hecho dúo musical. Lejos de encallarse en esa -maravillosa, eso sí- «Historia del Arte» que las convirtió en virales, Las Bistecs se sacaron hace unos meses otro temazo digno de veneración: «Universio«. Ni un alma en la Caracol sin perrear como Laika, por favor.
Ruído Paraíso – Justo hace unos días que se publicaba el debut del nuevo proyecto en solitario de Aníbal Gómez, segunda mitad de Ojete Calor y actor de Muchachada Nui: «Polifonía» Doce cortes con ecos que van desde Pet Shop Boys hasta La Prohibida, pasando por toda la corriente del electropopper español. Una explosión de ritmos capaces de hacer bailar al mismo Stephen Hawking, os lo aseguro.
Foaly and the Dirty Chillers – «Punkbakalao antipostureo postmoderno»: así se describen Foaly and the Dirty Chillers, aunque bien se podría traducir por «la puta hostia.» Son las mater familiae de todo el sarao, y sus directos siempre son garantía de desparpajo, diversión y furia, claro. Para hacerse una idea, recomiendo buscar un vídeo de algún directo suyo, pues toda descripción en la que podríamos embarullarnos aquí jamás rendiría exactamente la idea de lo diosas que son. «Por qué hacemos lo que podemos, y a veces lo que queremos.»
Caliza – Furia no significa sólo baile loco y desenfrenado. Furia también significa tener una idea, cogerla y hacerla. Crear un proyecto propio y personal y plantarse encima de un escenario sin más adorno ni influencia que una misma. Porque puedes. Porque te sale del coño. Y si encima vas y de paso lanzas uno de los discos nacionales del año, como es el caso de Caliza, razón de más para no perderséla en directo.
Meneo – Coge un poco de tropicalismo cerder, algo de cumbia de alto voltaje, un toque 8bit y mucho, mucho baile y tendrás la explosión hedónica de energía que es este proyecto de Rigo Pex. De todos los artistas que conforman el cartel de Fiesta Furiosa, puede que sea el que más locurón vaya a desatar en la lista de baile: prepárate a perrear y sudar, que pocas cosas suben tanto la temperatura como Meneo.