Alguna vez te has preguntado «¿Por Qué Estamos Polarizados?»… Este es precisamente el título del nuevo (y necesario) ensayo de Ezra Klein.
El Brexit, el auge de independentismo en diferentes zonas como Escocia o Catalunya, la elección de Trump como presidente de Estados Unidos, el resurgir de los partidos de extrema derecha, la nueva crisis sanitaria que llega cuando todavía no hemos superado la anterior crisis económica… Todo suma a la hora de construir un panorama caótico de incertidumbre ante el que es necesario preguntar: ¿por qué estamos polarizados?
Esta es precisamente la pregunta que da título al nuevo ensayo de Ezra Klein (fundador del medio de comunicación Vox y distinguido por la revista GQ como una de las 50 personas más poderosas de Washington), publicado en nuestro país por Capitán Swing. Y es una pregunta nada casual, ya que este texto parte de una certeza: en aquellos países en los que la desigualdad y el desempleo son altos (como es el caso del este y el sur de Europa, justo donde se encuentra España), la polarización también lo es.
En «¿Por Qué Estamos Polarizados?«, Klein analiza extensamente las fuerzas estructurales y psicológicas que nos han conducido a este callejón sin salida de la polarización, donde las identidades partidistas han acabado por fusionarse con todo tipo de identidades como la racial, la religiosa, la geográfica, la ideológica o la cultural. Nos encontramos ante un cisma histórico reforzado por las redes sociales, donde la polarización ha acabado por segregarnos en grupos según nuestros gustos personales, estilos de vida e incluso lugares de residencia.
¿El resultado? Nuestro espacio público (tanto físico como virtual) cada vez se va reduciendo más y más a medida que aumenta también el distanciamiento entre las personas y la hostilidad entre diferentes grupos sociales. ¿La solución? Difícil, pero la intervención más inmediata parece pasar por la lectura de este «¿Por Qué Estamos Polarizados?» de Ezra Klein… y la reflexión pura y dura.
Más información en la web de Capitán Swing.