¿Quieres saber cuál es realmente «El Poder de lo Cuqui»? Este ensayo de Simon May afirma que detrás de todo lo boniqui hay un reverso muy oscuro.
Cuqui, kawaii, moni, boniqui… Son palabras que probablemente te encuentres una y otra vez a lo largo de cada una de las jornadas de tu vida. Al fin y al cabo, son la expresión oral de fenómenos que se han convertido en pan nuestro de cada día: toneladas de vídeos de gatetes, frases buenistas inspiracionales, vídeos sobre historias de superación, estética manga infantilizada, filtros con mucho brilli-brilli y efectro sprakling… Vivimos en la cultura de lo kawaii. Y, si no entras al trapo, probablemente te tilden de hater, troll, incel o algo mucho peor.
Enmarcado en esta dictadura de lo boniqui, ¿a quién se le ocurre poner todo este tinglado en tela de juicio? Ni más ni menos que a Simon May, profesor visitante de filosofía en el King’s College de Londres que es especialista en Nietzsche y que ya había publicado varios libros sobre estética y emociones antes de meterse en el fregao de escribir «El Poder de lo Cuqui«. Su intención no podía ser más elocuente: traer hasta la superficie el reverso oscuro de la cultura de lo cuqui.
Así lo explican desde Alpha Decay, la editorial que publica el ensayo en nuestro país: «La omnipresencia de lo Cuqui viene gestándose desde hace tiempo, y tiene mucho que ver con las transformaciones económicas, sociales y políticas que ha sufrido Occidente, hasta el punto de que el cuquismo no es simplemente una estilización de lo adorable, sino que esconde un reverso siniestro. Lo Cuqui tiene poder, pero su poder no consiste únicamente en su capacidad de seducción, sino en algo mucho más perverso«.
Y no solo eso: desde la editorial incluso comparan el poder subersivo de «El Poder de lo Cuqui» con el mítico «Notas Sobre Lo Camp» de Susan Sontag. ¿Por qué no? Al fin y al cabo, cualquiera que haya vivido un mínimo de saturación de lo moni en redes sociales, ya habrá intuido que el lado oscuro es más poderoso aquí que en Darth Vader.
Más información en la web de Alpha Decay.