¿Te da un poco de repelús todo el chochamen que se ha montado en torno a la saga «50 Sombras de Gray«? ¿Estás convencido/a (como nosotros) de que detrás de este best seller no se esconde otra cosa que una coartada para el desparrame de marujas? Seguro que sí. Pero seguro que lo dicho tampoco implica que seas una persona cerrada de mente que le da la espalda al erotismo… ¡Ni mucho menos! El erotismo, bien practicado, puede alumbrar obras literarias de gran calado. Y eso es lo que parece haberse propuesto Patricia Muñiz, quien tras el éxito de «Corriente Sanguínea» (libro que nos sirvió de excusa para invitarla a nuestro Book Club hace unos meses) se ha propuesto superar el éxito de su obra precedente con «Play Room«, una novela con estructura de thriller y con un alto componente femenino en la que el romanticismo no va reñido con el erotismo. Para nada. «Play Room«, publicada por Underbrain Books, narra la historia de Seila Dor, una dependienta de librería que se presta a trabajar como cobaya de un simulador de fantasías eróticas en un nuevo dispositivo virtual que está llamado a ser el no va más en la industria del entretenimiento para adultos. Espoleada por el escritor Esteban Rey, Seila descubrirá el lado más oscuro de Play Room en compañía de un grupo de personas en la que se encontrará su mejor aliado, el músico Espina. Que las marujas sigan perdiendo el tiempo con «50 Sombras de Gray«, porque nosotros ya tenemos «Play Room».