La diseñadora Helena Rohner empezó hace unos meses la iniciativa Serie Invitados, con la que abría las puertas de la tienda que tiene en Madrid a nuevos diseñadores con los que compartir espacio durante unas semanas. Gracias a ella, conocimos en su día la joyería artística de Andrés Gallardo; y, gracias a ella, de nuevo, hemos caído en el camino de otra firma española joven. Se trata de Knitbrary, tras la que se esconden Yolanda Estévez y Pedro Castellanos, que estarán en la tienda madrileña de Helena Rohner (calle Almendro, número 4) hasta el próximo día 20.
Knitbrary es una marca de ropa de punto que nos ha llamado la atención no sólo por sus cuidadas y preciosas prendas (sólo hace falta ver las fotografías, en las que casi podemos sentir el tacto de la lana), sino también por el interesante concepto de cuidar hasta el más mínimo detalle de las piezas que trabajan. Con su firma, Yolanda y Pedro quieren regresar al punto concebido como una pieza única, atemporal y duradera creada bajo los preceptos del producto puramente artesanal. Para su colección de invierno viajaron hasta Perú, y allí seleccionaron las mejores fibras de alpaca autóctona con la que han trabajado todas las prendas.
Hay que ser valiente para empezar un viaje tan arriesgado en esos días que corren y, por eso, en cuanto hemos podido, no hemos querido dejar escapar la ocasión de hablar con ellos de ambiciones, knitting, artesanía, sueños y el estado de la nación compradora española.
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Primero un poquito de “background” para conocer la marca… ¿Cómo, cuándo y por qué nace Knitbrary? Después de años trabajando como diseñadora, Yolanda necesitaba hacer algo en lo que realmente creyese y le hicisese sentir orgullosa y realizada, y todo ello pasaba por la excelencia en la calidad.
Yolanda, ¿de dónde te viene ese amor por el tricotaje que te ha llevado a crear Knitbrary? Me encanta diseñar prendas de punto y siempre he echado en falta encontrarlas en calidades naturales, sin mezclas artificiales y con el carácter único que les proporciona ser realizadas de forma completamente artesanal.
Sois una marca relativamente joven que ha tenido el valor de echar andar en unos tiempos en los que parece que todo está en contra… ¿Qué os motivó a montar Knitbrary con la que está cayendo? La necesidad de hacer algo personal. El cómo hacemos las cosas define quiénes somos. Precisamente en estos momentos creemos que ha de haber un cambio de mentalidad.
Formáis parte de la plataforma “Slow Fashion”, que aboga por la producción sostenible y concienciada. ¿Desde cuándo sois parte de ella, cómo funciona y cómo ayuda a los creadores españoles? Por nuestra forma de trabajar, en la que el proceso determina los tiempos y no al contrario, se nos puede etiquetar como “slow fashion”, aunque no formamos parte de ninguna plataforma. Disfrutamos y respetamos cada una de las etapas del proceso de creación. Dedicamos el tiempo necesario para seleccionar las mejores fibras, obtener los colores de forma orgánica y realizar el teñido artesanal, nos detenemos en el diseño y la confección manual de cada pieza.
Por lo que he leído, vuestra primera colección ha sido realizada en los Andes peruanos y para ella habéis seleccionado diferentes tipos de alpaca como materia prima. ¿Cómo fue el proceso de creación y manufactura de esta colección? Nuestros diseños son premeditadamente simples, sin pretensiones, priorizando la calidad y lo que esta nos sugiere. Tenemos casi un concepto “invisible” de diseño, respetando los principios elementales de proporciones, equilibrio y funcionalidad. Nos encanta la espontaneidad que nos ofrece obtener los colores y elaborar las prendas manualmente.
¿Qué impacto ha tenido en la zona y en vosotros el hecho de trabajar con gente de allí? Trabajar con los artesanos locales es muy enriquecedor y gratificante. Aprendemos muchísimo de su oficio y del respeto que tienen por su trabajo. A su vez, nosotros aportamos nuestro diseño completamente diferente al que ellos están acostumbrados, de forma que nos retroalimentamos.
¿Significa esto que cada colección será creada en un lugar diferente, con unas materias primas características de esa zona? Nuestra próxima colección también la haremos en Perú y seguiremos trabajando con los distintos tipos de alpaca. Pero en el futuro sí que nos gustaría trasladar esta experiencia a otras calidades y lugares como, por ejemplo, el cashmere en Mongolia. Knitbrary es una conjunción entre “knit” (punto) + “library” (biblioteca): nuestra idea es ofrecer un archivo en el que encontrar representadas las mejores fibras de punto del mundo, siempre trabajadas en sus lugares de origen y con los artesanos locales.
¿Cómo planteáis el diseño de cada colección y su manufactura? Las fibras naturales con las que vamos a trabajar y los colores que obtenemos de insumos naturales determinan el proceso de diseño y la realización de las prendas. Como todo el proceso es artesanal, hemos de anticiparnos mucho a la hora de seleccionar las fibras, decidir los hilados, obtener los colores, dedicar mucho tiempo al tejido y acabado de cada prenda.
¿Y cómo se lleva esta a cabo? Explicadnos un poquito el proceso de fabricación… El proceso es completamente manual. Por lo tanto, los tiempos y la dedicación son completamente diferentes: realizamos una edición muy limitada de cada modelo y esto nos permite analizar cada prenda y homogeneizar el resultado.
Durante mucho tiempo ha triunfado el concepto de “tener más gastando menos” (y los principales responsables han sido, sin duda, las cadenas de ropa low cost tipo Inditex, etc.) Ahora, sin embargo, parece que la gente se ha dado cuenta de que es mejor para todos invertir un poco más en un producto mejor y, sobre todo, local. ¿Creéis que es posible un cambio de mentalidad de los compradores hacia la valoración total de proyectos como el vuestro? Sí. Y, además, creemos que es muy necesario: hemos de cuestionarnos qué estamos consumiendo y qué procesos y personas hay detrás. Cada vez somos más los que nos lo preguntamos, y es de las pocas cosas que uno puede decidir unilateralmente para mejorar las cosas.
¿Y qué le diríais a esa gente que se escuda en el hecho de que “no puede gastarse tanto dinero en una única prenda” cuando, por ejemplo, se gasta un dineral en tiendas low cost, sabiendo que es ropa de una calidad pésima con procesos de fabricación basados, en su mayoría, en la explotación laboral? Todos deberíamos preguntarnos el por qué de algunos precios: hay precios sospechosamente caros y otros sospechosamente baratos.
El 12 de diciembre os instalasteis en la tienda de Helena Rohner en Madrid y allí estaréis hasta el 20. ¿Cómo han funcionado las ventas? Hemos llevado una pequeña selección de nuestra colección y la acogida ha sido muy buena.
¿Os ha servido esta oportunidad para daros a conocer? Muchísimo. Cada una de las oportunidades que se nos ofrecen son muy valiosas.
¿Qué feedback habéis tenido de la gente? Muy positivo. Para poder apreciar nuestras prendas hay que tocarlas, sentir su suavidad, apreciar los matices en los colores e incluso su peso. Además, hemos podido contar toda la historia que hay detrás de nuestro proyecto y de nuestra forma de trabajar.
¿Y qué os parece esta iniciativa de la diseñadora que periódicamente acoge en su tienda a nuevos diseñadores? Es maravilloso que alguien con su trayectoria y experiencia tenga la generosidad de compartir su espacio, su experiencia, de dedicarte su tiempo y energía. Nos sentimos como en casa, muy apoyados y estamos muy agradecidos.
Supongo que ya estaréis preparando vuestra colección de Primavera / Verano 2013 ¿Qué podremos encontrar? De momento, tan sólo vamos a trabajar prendas de invierno. Esto nos permite concentrarnos minuciosamente en la elaboración de las prendas del próximo invierno. Aunque no descartamos trabajar otras fibras naturales como lino, algodón, bambú, seda, etc. en el futuro.
Además de en vuestra web y estos días en Helena Rohner, ¿en qué otros puntos de venta podemos encontrar vuestras prendas? En Madrid en Pez (c/ Regueros 15), en Coruña en Three (c/ Médico Durán 8) y en nuestro estudio (c/ Orzán 33).
¿Os planteáis exportar y vender fuera? Desde el primer momento, hemos pensado que nuestras prendas y nuestro proyecto tendría muy buena acogida fuera de España, sobre todo en centro Europa y en los países nórdicos. En nuestra tienda on-line ya vendemos a toda la Unión Europea.