El año pasado nos ganaron a base de adelantarse a todo el mundo: cuando un amplio porcentaje de mortales creían que la tropicalia consistía en meter un ritmo negroide en tu canción pop, vinieron los de Chico Trópico y dieron sopa con hondas a moderniquis y oportunistas por la vía de un festival musical que dejaba las cosas bien claras… ¡Esto es verdadera tropicalia! Y cumbia y electrobachata y graveton y cualquiera de esos géneros loquísimos capaces de hacerte sudar la camiseta como nunca serán capaces de hacerlo esos artistas pop que (por otra parte) tanto nos molan. Lo cortés no quita lo valiente. Este año 2011, además, Chico Trópico mueve sus fechas para coincidir con la vertical del verano y así conseguir, a base de metralletas rítmicas y fiesta non stop, que acabes totalmente horizontal. Justo antes de que arranque el festival (que se celebrará los días 3o de junio y 1 de julio en Casa de América), se hace necesario dar voz a los creadores de Chico Trópico para que acaben de convencer a los pocos insensatos que todavía no estén convencidos. Eso sí: con un espíritu similar al del festival, que nadie espere nada convencional en las respuestas de Sara Brito y Bruno Galindo. Para convencionalismos, recurre a las revistas más delux y a los festivales más enfebrecidos. Porque nosotros lo que queremos es fieshta. Y Chico Trópico tiene para dar y repartir.
¿A quién se le ocurre esto de montar un laboratorio de tropicalismo experimental en el año 2010? Y, vamos, esto es literal… Quiero decir: ¿Quiénes sois? ¿De dónde venís? ¿Hacia dónde os dirigís? Somos dos. Sara Brito crea el artefacto. Bruno Galindo trae una caja de cerillas. Casa de América enciende una. Fantastic Plastic explota prodigiosamente. Saltan cristales triangulares de bellos colores. Al caer se activan sonidos jamás oídos por el hombre (y la mujer) occidentales. ¡Es maravilloso!
2. Lo de “laboratorio de tropicalismo experimental” seguro que no os ha gustado un pelo. Si tuvierais que buscar una definición exacta de Chico Trópico, ¿cómo definiríais el espíritu del festival? Nos ha encantado. Lo que no impide que contestemos lo que realmente quieres saber. Chico Trópico es el lugar donde pueden vivir todos los músicos latinos que padecen psicodelia aguda y todo aquel público que sufre delirios experimentales tropicalistas. Unos y otros tomaron el camino largo, pero al fin se encontraron.
Pregunta un poco incómoda… ¿Es rentable un festival como Chico Trópico? ¿Empezáis ya a tener un público fiel? ¿Te refieres a si lo puedes rentar? ¡Nos encantaría alquilártelo! ¿Fiel? La promiscuidad musical es manifiesta e irrevocable en nuestro público, que es el mejor de España, por cierto.
¿Por qué el cambio de fechas de la primera a la segunda edición? El calor nos atrajo como moscas a un racimo de plátanos maduros abandonado al sol.
¿Qué novedades trae la segunda edición de Chico Trópico? Menos Chico, quizás. Más Trópico, seguro. ¡Dura el doble! ¡Dura el doble! Y traemos hasta órganos Hammond que hablan y cantan boleros… ¿No es increíble?
¿Y qué novedades os habéis dejado en el tintero y guardáis para la tercera edición? Sabréis, queridos amigos, que el año que viene es un año clave para la Humanidad. Chico Trópico no será ajeno a eso. Esperad algo grande, chamánico, a la altura de las grandes profecías mayas, aquellas que -terminado el tiempo de los infames- brindan los mejores augurios.
¿Qué banda destacáis por encima de todas en esta edición de 2011? Si se subieran unos encima de otros emulando un castellet chicotropical, qué duda cabe que Chicha Libre serían los de mayor altura. Si las teclas del órgano se enroscaran en una espiral hacia el cielo, el destacado sería el gran Igor Stepanenko. Si se destacara por cualidades nudistas y juguetonas, nadie vencería a nuestro querido Meneo. Si el baremo fuera la capacidad de epatar electrofolklóricamente, Tremor serían invencibles. Si la cumbia fuera el esperanto de la música, ¿podría alguien superar al Frente Cumbiero? ¿Algo más? Sí: ojo a Pipo El Sucio, incorporación de última hora al cartel. Hará cosas muy raras (el primer día).
¿Qué artista es vuestra incorporación soñada para Chico Trópico? Aquel que juntara los talentos de Héctor Lavoe y Timothy Leary. De Andrés Landero y Albert Hoffman. De Celia Cruz y Lee ‘Scratch’ Perry. De Atahualpa Yupanqui y Sun Ra.
¿Y qué artista no entraría nunca por nada del mundo en el cartel de Chico Trópico? Maná.