Hace tiempo leí una entrevista en la que decías que no te daba miedo decir públicamente que escuchabas mucho a Mariah Carey. Poco después hiciste el tremendo remix de Alicia Keys… ¿Todavía te gusta ese tipo de música pop masiva? Y tanto que sí. La verdad es que no escucho demasiada música nueva pero, de lo poco que escucho, la mayoría es ese tipo de música pop. Me encanta. He pasado de escuchar mucho R&B como R. Kelly, Alicia Keys o Mariah Carey a cosas horrorosas como Ke$ha o Britney Spears. Me fascinan. Las escucho con mentalidad científica, para intentar descubrir por qué esas canciones son tan buenas, por qué cuando las escuchas no puedes evitar cantar o bailar. Así que las escucho para estudiarlas… ¡No estoy diciendo que no las disfrute! Las disfruto muchísimo, como lo de Carly Rae Jepsen en los últimos tiempos.
Pues ayer se lanzó el nuevo single de Ke$ha… ¿En serio? ¡No lo sabía! Lo de Ke$ha es hit tras hit. ¿Sabes “Your Love Is My Drug”? Creo que es mi canción pop preferida.
Bueno, ayer fue como el Diva Day: se lanzó el single de Ke$ha y también el nuevo de Rihanna. No soy mucho de Rihanna. Pero de Ke$ha, totalmente. Aunque la gente me pone caras raras cuando lo digo.
Volviendo al tema… ¿Intentas aplicar en Chad Valley lo que aprendes estudiando estas canciones? Realmente, no. Lo cierto es que no lo intento más porque, siempre que lo intento, nunca funciona. Tiene que ser algo inconsciente, porque sí que he intentado sentarme y escribir una canción pop de este estilo. De hecho, siempre que he escrito lo que considero una buena canción no sé exactamente de dónde sale, no es nada que haya hecho conscientemente.
Si sigues intentándolo, puede que un día venga Britney Spears y te pida que le escribas una canción… Wow. Eso sería muy guay. Es una de mis ambiciones personales.
Por otra parte, no me gustaría hablar del rollo chill wave porque la verdad es que no entiendo por qué te meten ahí dentro. Pero precisamente porque se ha hecho con tanta insistencia, tengo que preguntártelo: ¿cómo te sientes al respecto? Me es bastante indiferente y hacía tiempo que no pensaba en ello. Cuando empecé con el proyecto Chad Valley, en los dos primeros EPs, la verdad es que sí que escuchaba mucha música nueva y me interesaba mucho esa nueva tendencia de música electrónica con un cantante y compositor que lo hacía todo. En aquel momento me parecía muy excitante y me metí mucho en ello. Pero ahora, como decía antes, ya no escucho mucha música nueva. Sobre todo, escucho mucho pop de finales de los 80, como George Michael. No sé muy bien dónde encajo en las escenas de la música de hoy, pero si estuviéramos en los 80 sabría perfectamente dónde encajaría.
Hubieras sido la otra mitad de George Michael en Wham! o algo así… Sí. (Risas.) Y cuando hiciera cosas solo estaría entre George Michael y Prefab Sprout. Eso me haría muy feliz. Pero con la música actual voy más perdido. A día de hoy es demasiado fácil hacer música… La verdad es que, aunque vaya a decir algo horrible, lo cierto es que hay mucha gente que no debería hacer música y que, sin embargo, la está haciendo. Pero eso es porque ahora no se necesita una pasión gigantesca para hacer música: cualquiera puede descargarse programas y otras cosas para hacerlo. Eso provoca que haya mucha música mediocre. Con un poco de esperanza, cuando voy al estudio con un productor es lo que estoy intentando hacer: no quiero ser el tipo solitario que compone en pijama, sino que quiero que la gente se implique y que todo sea cada vez más rico.
Ya que hablábamos de música popular: ¿es Chad Valley popular? No lo sé. En Oxford y en London puedo hacer sold out en mis conciertos. Más allá de eso, no lo sé.
¿Y piensas en todo esto de la popularidad cuando te sientas a componer? Supongo que sí que es algo que cruza por mi cabeza cuando escribo, porque siempre hay un punto en el que tienes que dejar de componer, sentarte y escuchar lo que has hecho. Suelo intentar dejar de pensar como un músico que escucha música y pensar como cualquiera que se acerque a las canciones. Es algo bueno: pensar cómo va a ser recibida tu música, no necesariamente preguntarse si va a ser popular. Tampoco voy a decir que no quiera tener éxito: quiero tenerlo, pero a mi manera.
Y ahora que acaba de lanzarse el disco de Chad Valley y que el de Jonquil no queda demasiado lejos, ¿te has planteado qué vendrá después o prefieres descansar y ni pensarlo? No, no, ¡claro que lo pienso! Cuando dimos por terminado el disco de Chad Valley, los dos o tres meses que vinieron después no tenía mucho que hacer, así que me puse a componer acto seguido. Había estado trabajando en once canciones durante demasiados meses, así que quería hacer algo nuevo… Y me salieron muchas canciones nuevas, algunas incluso de música de baile. Así que puede que me busque otro nombre y me dedique al house. Habrá un tercer proyecto. Soy un creador de proyectos compulsivo.