No es algo que suceda todos los días: cuando se presentó en sociedad el concurso Bombay Sapphire Imagination Series, que animaba a los guionistas en ciernes a realizar su propia versión de un guión propuesto por Geoffrey Fletcher (autor del libreto de la aclamada “Precious“), era difícil pensar que un español pudiera estar entre los ganadores… No es por desconfianza ante las posibilidades de una industria cinematográfica patria que, en las últimas temporadas, por fin empieza a revelarse como acreedora de un talento que crece más allá de las ayudas gubernamentales y que resultan más cercanas al circuito de festivales internacionales de lo habitual. Era, simple y llanamente, por ese complejo de «nunca nos va a tocar a nosotros«. Sea como sea, nos pilló por sorpresa que uno de los cinco libretos premiados en el Bombay Sapphire Imagination Series viniera firmado por un español llamado Alexis Barroso y que prometía una historia que tendría lugar en un edificio de oficinas en el que se encuentran un ejecutivo, un empleado de la limpieza y una caja de galletas. Ahí es nada.
Ahora, aquel guión por fin verá la luz gracias al galardón de la Bombay Sapphire Imagination Series: dirigido por Daniel Benmayor, «Concrete» tendrá el honor de contar con la participación de dos actores con tanta solera como Santi Millán y Rosario Pardo. Una vez finalizado el rodaje (y la posproducción y esos caminos inescrutables del Señor del Cine), el corto podrá verse en los canales de Bombay Saphire en Vimeo y YouTube, además de en su página de Facebook. Pero, mientras tanto, se impone hablar con Alexis Barroso para que explique bien de cerca cómo está transcurriendo esta experiencia tan emocionante.
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¿Cuál es el camino que te lleva hasta el concurso Imagination Series? Creo que leí la noticia del concurso en alguna de las newsletters de cine que recibo, pero no sabría decir en cuál. Llevo escribiendo desde hace varios años, tanto narrativa como guiones, para proyectos personales y, desde hace dos o tres años, también de manera profesional. Hay pocos concursos de este tipo y, cuando leí las bases en la web de Bombay Sapphire, pensé que no podía no presentarme.
¿Te impuso la implicación de Geoffrey Fletcher en el proyecto o fue un motivo más para participar con ilusión? Siempre es un valor añadido que un concurso de este tipo esté apadrinado por alguien de la talla de Geoffrey Fletcher. Te pone el listón más alto a la hora de encontrar aceptables las ideas que te van surgiendo mientras escribes el guión.
¿Cuál fue tu “visión” a la hora de reinterpretar el material de Geoffrey Fletcher? No tenía ninguna idea preestablecida. Fui haciendo listas y más listas con ideas y personajes que iba descartando una y otra vez hasta encontrar algo con lo que me sintiera cómodo y que funcionase con la idea original de Fletcher. Mi única intención era encontrar una manera de explicar la historia de la forma más sencilla posible, con los mínimos elementos y que fuera fácil de rodar.
¿Qué se siente al ser uno de los elegidos entre los 700 participantes a un nivel internacional? Siempre que te presentas a un concurso tienes la esperanza de ganar, aunque con el paso de los días estas esperanzas van menguando y acabas pensando que es imposible. Hay mucha gente escribiendo ahí fuera, y muy buena. La verdad es que simplemente con estar entre los finalistas ya te sube la moral de manera increíble. Que alguien que no conoces de nada te diga algo así como “Chaval, esto que has hecho no está nada mal, te vamos a dar un premio”, es algo que no pasa todos los días.