¿Ha plagiado Agoney a Lana del Rey? ¿Fue plagio lo de Ed Sheeran con Marvin Gaye? ¿Lo de León Benavente con El Columpio Asesino? Analizamos 10 presuntos plagios.
El 4 de junio de 1979, Chic publicaban “Good Times”. El 2 de agosto de aquel mismo año, veía la luz “Rapper’s Delight” de The Sugarhill Gang. Hace 40 años, en un margen de tan solo dos meses, emergieron la perfecta mezcla entre funk y música disco y el incunable del rap que permitiría que el género se expandiese a un público cada vez más amplio.
El problema de ese milagro creativo surgió cuando Nile Rodgers escuchó casualmente en un club neoyorquino el “Rapper’s Delight” pinchado por un disc-jockey y se quedó desconcertado al comprobar que calcaba la melodía de bajo de su “Good Times”. Antes de que emprendieran acciones legales, él y su colega Bernard Edwards llegaron a un acuerdo con la jefa del sello Sugarhill Records y productora de la canción, Sylvia Robinson, para que los acreditara (además de pagarles una buena cantidad de dinero) como sus coautores.
Comenzaba así a dibujarse la frágil frontera que separa el plagio del sample, ya que “Rapper’s Delight” muestrea las cuerdas de “Good Times” pero no su línea de bajo, que se interpretó para la ocasión. Esta fue la chispa que encendió la eterna polémica entre el homenaje y el saqueo, diatriba que se acentuó particularmente dentro del rap y el hip hop a medida que se desarrollaron con el paso de las décadas y con la evolución de la tecnología disponible. Aunque fuera de ese mundo también se prolongó el tributo al sencillo más emblemático de Chic, que resuena en clásicos como “Another One Bites The Dust” de Queen o “Around The World” de Daft Punk.
Antes de aquel verano de 1979 ya se habían cometido varios plagios célebres, pero la colisión surgida entre “Good Times” y “Rapper’s Delight” se erigió en la madre de todos los plagios. Por eso vamos a conmemorar el 40 aniversario de tan significativo episodio repasando otras imitaciones más o menos evidentes, más o menos conocidas y más o menos recientes que nos sirven para completar nuestro primer especial sobre esta espinosa materia propiciado por uno de los presuntos robos más comentados los últimos tiempos: el perpetrado por Lana del Rey en “Get Free” a costa de “Creep” de Radiohead.
“BLACK” de Agoney > “BORN TO DIE” de Lana del Rey
Precisamente, Lana del Rey da pie a un plagio detectado en España a finales de agosto, cuando uno de los concursantes de la edición 2017 de “Operación Triunfo”, Agoney, compartió su single “Black”. Antes incluso de escucharla, quien estuviera atento a las redes sociales descubriría que la pieza del triunfito es sospechosamente parecida a “Born To Die” de Lana del Rey. Y no solo en su grandilocuente arranque, sino también en el resto del minutaje, sobre el que se alarga la sombra del corte que abre el primer álbum de la estadounidense.
“TIPO D” de León Benavente > “TORO” de El Columpio Asesino
Otro plagio ibérico que, esta vez, conecta a dos bandas españolas. Y decimos conecta porque hay que reconocer que la maniobra que León Benavente practicaron en “Tipo D” era, se supone, premeditada a la hora de tirar del hilo de “Toro” de El Columpio Asesino. Su descarada aproximación se relaciona directamente con la acidez de unos versos mordaces que disparan a todo lo que se mueve, incluidos esos grupos que dan con la tecla adecuada y acaban rozando el hartazgo… como El Columpio Asesino con «Toro».
“I.O.U. LOVE” de Six By Seven > “UNDER THE MILKY WAY” de The Church
https://www.youtube.com/watch?v=gsWe5XDcfGw
Probablemente, pocos se acuerden de Six By Seven, banda indie-rock británica infravalorada entre finales de los 90 y durante los 2000 e injustamente olvidada en la actualidad. Esos mismos seguro que recordarán que el grupo liderado por Chris Olley recurrió al clásico de The Church “Under The Milky Way” para construir la estructura de su single “I.O.U. Love”. Si se superponen ambas canciones, se confirma con asombro cómo encajan entre sí. Pero la forma en que Six By Seven ejecutaron este acople demuestra que, a veces, el plagio es un recurso válido con el que conseguir buenas composiciones si se utiliza correctamente.
“STAIRWAY TO HEAVEN” de Led Zeppelin > “TAURUS” de Spirit
Una copia histórica realizada por dos ladrones de guante blanco. O eso afirman varios expertos sobre Robert Plant y Jimmy Page y su mágica inspiración para llenar parte del repertorio de Led Zeppelin, en el que brilla con luz propia “Stairway To Heaven”. O, más bien, como la Luna con respecto al Sol, en la que se refleja la luz que le llega de “Taurus”, del grupo Spirit. Curiosamente, estos californianos habían compartido gira con Led Zeppelin antes de que se produjera el hipotético atraco… En su momento, la justicia consideró que no existía motivo de delito de copyright, aunque hace unos meses un tribunal estadounidense reabrió el caso.
“SWEET HOME ALABAMA” de Lynyrd Skynyrd > “LET MY SONG THROUGH” de Them + “YOU’RE LOOKING FINE” de The Kinks
Otra obra de la serendipia elevada a canónica: el riff de guitarra inicial de “Let My Song Through” de Them (el grupo al que pertenecía Van Morrison antes de independizarse) que replicaron Lynyrd Skynyrd en “Sweet Home Alabama”. Si pasamos a su melodía vocal, se establecen paralelismos con “You’re Looking Fine” de The Kinks. Por tanto, aquí se produce una doble pirueta que, según quien escuche, cae del lado del plagio o en el de la simple coincidencia.
“VIVA LA VIDA” de Coldplay > “J’EN AI MARRE” de Alizeé + “IF I COULD FLY” de Joe Satriani
Hagamos un ejercicio de ficción sobre la elaboración de “Viva la Vida” de Coldplay: cuando pensaron en introducir una progresión de cuerdas que resultara tan pegadiza como exultante, quizá comprobaron que quedaría muy bien darle un empujoncito a la intro de “J’en ai Marre” de la francesa Alizeé; cuando tuvieron que desarrollar el cuerpo melódico, pudieron haber aprovechado los acordes centrales de “If I Could Fly” de Joe Satriani. Visto el alcance global de “Viva la Vida”, creemos que a Coldplay no les quita el sueño que se juegue con esta posible carambola a dos bandas.
“SHALLOW” de Lady Gaga & Bradley Cooper > “ALMOST” de Steve Ronsen
Las acusaciones de plagio pueden funcionar como catapulta para conseguir los quince minutos de fama a los que aludía Andy Warhol. Que se lo digan a Steve Ronsen, cuyo “Almost” había pasado sin pena ni gloria por las plataformas de streaming cuando se publicó en 2012… hasta que Lady Gaga y Bradley Cooper triunfaron con “Shallow”, el tema central del film “Ha Nacido una Estrella”. En ese momento, a Ronsen se le iluminaron los ojos con el símbolo del dólar, ya que un fragmento de la oscarizada canción parecía calcar el inicio de su composición. Bueno, no solo lo parecía, es que directamente lo fusilaba, por mucho que la Gaga hubiera puesto el grito en el cielo negándolo.
“DARK HORSE” de Katy Perry > “JOYFUL NOISE” de Flame
https://www.youtube.com/watch?v=QCcW-guAs_s
En el caso de Katy Perry, sus protestas ya no la librarán de su condena por plagio, por la que tiene que pagar junto con su discográfica y sus colaboradores más de 2,5 millones de dólares al rapero Marcus Gray, alias Flame, tras cinco años de proceso judicial. Aquí la cuestión es delicada, porque se somete a análisis una base rítmica, no una melodía ni una letra. Así pues, las similitudes relativamente claras entre “Dark Horse” y «Joyful Noise” son extrapolables a decenas y decenas de canciones que compartan beats y arreglos electrónicos, con lo que se abre una peligrosa veda en busca del plagio más minúsculo…
“SORRY” de Justin Bieber > “RING THE BELL” de White Hinterland
La peor parte de facturar un hit mundial es que automáticamente queda expuesto a que se escudriñe hasta su nota más elemental. Con “Sorry” de Justin Bieber no hizo falta llegar a ese extremo, ya que bastó con esperar a que White Hinterland se diera cuenta de que su martilleante agudo vocal se trataba, en teoría, del loop que abría su “Ring The Bell”. Daba la sensación de que el equipo de compositores (en el que se encontraba Skrillex) había sampleado ese adhesivo segmento sin pedir el correspondiente permiso a su autora original. Esta, Casey Dienel, no dudó en ordenar a sus abogados que exigiesen una compensación económica, pero el niñato canadiense y sus compinches se salieron con la suya.
“THINKING OUT LOUD” de Ed Sheeran > “LET’S GET IT ON” de Marvin Gaye
La lista de odiosas estrellas del pop del siglo 21 que saquean sin pudor a otros artistas incluye a Ed Sheeran, que vivió una situación idéntica a la de Justin Bieber con su megaéxito “Thinking Out Loud”. Aunque el británico lo hizo a lo grande fijándose en Marvin Gaye, como si pensase que nadie iba a reconocer la legendaria melodía de “Let’s Get It On”. De hecho, incluso un juez dio la razón a los demandantes (los herederos de Ed Townsend, coautor junto a Gaye) al concluir que las semejanzas era nítidas, sobre todo cuando el propio Sheeran aportó involuntariamente la prueba definitiva: el medley realizado con ambas canciones en sus conciertos.