Un súpergrupo con miembros de Lush, Elastica y Moose y una artista que recuerda a Janelle Monáe, Sade y Mitski… Te presentamos a Piroshka y Nilüfer Yanya
¿De dónde salen?
De Londres, en ambos casos. Por un lado, tenemos a Piroshka, con curioso nombre de origen húngaro elegido por varias luminarias de la escena independiente británica de las últimas tres décadas cuando decidieron emprender su aventura compartida. De hecho, no habría problema en catalogarlos como un súper-grupo, aunque Piroshka es más bien un grupo de amigos que se conocen desde hace tiempo: Miki Berenyi (voz y guitarra), de Lush; KJ McKillop (guitarra), de Moose; Michael Conroy (bajo), de Modern English; y Justin Welch (batería), de Elastica. Incluso podría decirse que se acercan al concepto de familia artística bien avenida, sobre todo teniendo en cuenta que a Miki y KJ les une una relación sentimental que va más allá de su relevante conexión dentro de la historia del shoegaze inglés primigenio.
A partir de la trayectoria musical de la pareja germinó Piroshka: tras el segundo parón de Modern English en los 90, Michael formó parte de Moose; y, mucho tiempo después, participó con Lush cuando la banda dio el último concierto que finiquitó su fase de resurrección a finales de 2016. Allí también se encontraba Justin, que había entrando en los remozados Lush en dicho retorno consumado un año antes. Justamente, los ensayos para aquel directo de despedida pusieron la semilla del nacimiento de Piroshka. Y eso que Miki no las tenía todas consigo para continuar su carrera al margen de su banda de siempre, pero Justin la convenció. Así que, en el momento en que parecía que la desactivación de Lush iba a clausurar definitivamente el revival del shoegaze clásico, Piroshka se disponían a mantener la mecha encendida desempolvando el pasado del pop-rock alternativo de las islas.
En cambio, el presente pertenece a Nilüfer Yanya, paradigma del mestizaje global por sus raíces inglesas, turcas, irlandesas y caribeñas. Esta poderosa combinación cultural es una de las marcas identitarias de una cantautora que, en 2014, con sólo 18 años, empezó a colgar en SoundCloud sus demos, fruto de una formación musical pianística que disimulaba su verdadera pasión por la guitarra. Aquellos temas primerizos ya sugerían que Yanya tenía muchas posibilidades de convertirse en una de las grandes promesas del indie-pop británico del siglo 21, aunque sin fijarse en sus estándares convencionales, sino en las diferentes sonoridades de la black music para modelarlo con la clase y la elegancia de una voz sinuosa y llena de matices.
Por ello resultaba sencillo relacionar a Nilüfer Yanya con el sentimiento interpretativo y compositivo de dos de sus referencias confesas: Nina Simone y Amy Winehouse. Sin embargo, su single de estreno, “Small Crimes” (Blue Flowers, 2016), no se dirigía a nivel sonoro precisamente hacia el intenso estilo de las mencionadas divas, sino que reducía varios grados su temperatura emocional para alumbrar un pop con trazas de indie-rock esquemático y de soul reflexivo que, en el siguiente “Plant Feed” (Blue Flowers, 2017), empezaría a emitir destellos R&B y trip-hop. La trilogía de EPs de Yanya se cerraría con “Do You Like Pain?” (Blue Flowers, 2018) añadiendo un poco más de peso a la electricidad salida de su guitarra y aumentando la profundidad de su discurso. La londinense accedía así a la pista de despegue hacia su debut en largo, “Miss Universe” (ATO, 2019).
Nos tienen tó locos porque…
La ópera prima de Piroshka, “Brickbat” (Bella Union, 2019), es una prolongación (actualizada en la medida de lo posible) del sonido amalgamado de Lush, Elastica y Moose. Lo que significa que el grupo recupera el pulso del brit-shoegaze-pop de hace más de dos décadas. Con todo, ese no era el propósito de Piroshka, ya que no deseaban parecerse a sus otras bandas anteriores. Pero las pruebas no engañan: su primer sencillo y tema estrella de “Brickbat”, “Everlastingly Yours”, remite inevitablemente a las respectivas trayectorias de cada miembro, empezando por su melodía ensoñadora y adhesiva tan lushiana y continuando por la voz de Miki, que conserva la frescura y jovialidad que poseía en los 90. De aquella época, aunque Piroshka no se lo propongan, parece provenir la canción, por mucho que intenten esquivar la evidencia tamizándola con un envolvente sintetizador y el viento de una trompeta.
Ese aire nostálgico se propaga por todo “Brickbat”, ya sea en forma de brit-pop para oyentes nacidos en el cambio del siglo XX al 21 (“This Must Be Bedlam”), dream-pop guitarrero de ritmo dinámico (“Village Of The Damned”) o píldoras que podrían firmar perfectamente los Lush más vibrantes (“Never Enough” -pese a los arreglos electrónicos-, “What’s Next?”, “Run For Your Life”). Eso sí, Piroshka son conscientes de que se encuentran en 2019 y muestran cierto empeño por variar su paleta sonora incluyendo cuerdas para adornar “Blameless”, otra evocadora composición. Del mismo modo, también reflejan en sus letras que viven en la actualidad, de la cual hablan expresando la desazón que les transmite la inestabilidad del contexto mundial y británico de los últimos años. Un buen ejemplo de ello es la explícita por dentro y burbujeante por fuera “Hated By The Powers That Be”.
La teoría de la línea continuista aplicada a Piroshka salta por los aires con respecto a Nilüfer Yanya. La londinense disponía de la opción de seguir la vía más sencilla y extender exclusivamente en “Miss Universe” los hallazgos de sus sencillos y EPs. Pero decidió no acomodarse y romper sus propios moldes mostrando igualmente su gusto reconocido por el rock alternativo de Pixies (de quienes en su momento realizó una versión de “Hey”), The Strokes o The Libertines para engordar el nervio de sus canciones. De ahí que, en parte, sorprenda la fuerza de “In Your Head”, que exhibe a una Nilüfer Yanya eléctricamente poderosa y melódicamente robusta (a The Strokes seguro que les habría encantado componer este tema…).
“In Your Head”, sin embargo, es sólo la punta del iceberg de “Miss Universe”, un disco ambicioso con el que Yanya eleva el fondo y la forma de su discurso. Este logro se aprecia desde la misma estructura del álbum, planteado como una obra conceptual que gira en torno a la influencia de las corporaciones, la tecnología y las obsesiones de la sociedad de hoy en día sobre los individuos. En este caso, se centra en la actividad de una compañía ficticia de salud, WWAY HEALTH™, que se cuela en el tracklist a través de mensajes telefónicos y se plasma en el tono de las letras de un largo repertorio en el que Yanya salta de género en género con una naturalidad asombrosa, saliendo airosa de cada uno de sus movimientos. Así, es capaz de estilizar todavía más una materia que domina a la perfección, el neo-soul electrificado, en “Paralysed” y “Angels” y, sin inmutarse, pasar al sofistipop modernizado de “Paradise”, “Baby Blu” y “Melt”. O de cambiar el pop after-punk a lo The xx de “Heart Rises” por el pop-funk ochentero de “Monsters Under The Bed” que haría salivar a Janelle Monáe.
Predicción de futuro
Valiéndonos del siempre divertido juego de las comparaciones, Nilüfer Yanya puede disfrazarse no sólo de Janelle Monáe, sino también de Sade, de Mitski, de Siousxie Sioux y de quien le apetezca, como si fuera una diosa de mil rostros. Aunque, en realidad, no le hace falta ponerse ninguna careta para, parafraseando el título de “Heavyweight Champion Of The Year”, el corte final de “Miss Universe”, convertirse en la campeona del mundo musical cuando acabe el 2019. Lo hemos dicho antes: Yanya simboliza el presente más candente del panorama alternativo del Reino Unido. Y, más aún, el futuro del pop-rock de las islas.
Y, del futuro, nos trasladamos al pasado histórico que envuelve a Piroshka, cuya condición de punto de encuentro de componentes de la vieja guardia del shoegaze-pop inglés hace que se observe como un proyecto de duración desconocida. En el peor de los casos, puede ser tan efímero como el retorno de Lush, dejando por el camino “Brickbat”, un disco más que correcto. En la mejor situación, Piroshka tienen la oportunidad de aprovechar un hipotético segundo álbum y continuar demostrando a los discípulos que asimilan las enseñanzas de sus bandas de procedencia que no son ningunos dinosaurios, sino un grupo de veteranos experimentados y, a la vez, rejuvenecidos.
DOS Y DOS SUMAN CINCO. Brit-shoegaze-pop + Lush + espíritu noventero + del presente al pasado = Piroshka / Multiculturalismo + indie-pop-rock + black music + del presente al futuro = Nilüfer Yanya
MÁS EN… en el Facebook y en el Bandcamp de Piroshka y en la web, en el Facebook y en el Bandcamp de Nilüfer Yanya.
MIRA… “What’s Next?” de Piroshka y “Baby Blu” de Nilüfer Yanya.