Mezcla un poco de «Hora de Aventuras», una pizca de «La Mazmorra» y un toque LGTBIQ+… El resultado es uno de los cómics del año: «Pimo & Rex», de Thomas Wellmann.
En el lejano año 2014, la editorial La Mansión En Llamas publicaba en nuestro país «Pimo & Rex«: un pequeño tomo que recopilaba los dos primeros capítulos cortos de lo que se intuía como una serie de larga duración a cargo de Thomas Wellmann. De hecho, en la reseña que yo mismo escribí en esta misma web al respecto, ya afirmaba que nos encontrábamos ante «un primer tomo que está destinado a convertirse en obra de culto: la primera piedra de un (pongo una velita al Santo que haga falta) largo camino en la que contemplar de cerca el crecimiento de Pimo y Rex (y Leonard) como posibles iconos aventureros de una nueva generación de aficionados al cómic«.
Siete años después, aquel pequeño tomo ha transmutado en tomo de gran formato publicado por La Cúpula bajo el mismo título: «Pimo & Rex«. Pero lo que allá eran tan solo dos capítulos (que, de hecho, también se incluyen en esta edición), aquí se convierte en el primer gran arco narrativo de la cabecera de Wellmann. Recapitulemos: en los mencionados dos primeros capítulos conocíamos a Pimo (un escritor obsesionado con un segundo libro con el que no parece avanzar) y Rex (un chef ilusionado con su inminente boda). También nos enamorábamos un poquito de Magret, una musa a la que ambos ayudan a escapar; y Leonard, el mago interdimensional con el que Rex contraerá matrimonio en breve.
De alguna forma u otra, el «Pimo & Rex» de La Mansión En Llamas fue un aperitivo, un canapé que inundaba el paladar con una mezcla de sabores que dejaban con ganas de más. Ya en aquel arranque podía localizarse la mezcla del imaginario de Pendleton Ward (no en vano, Thomas Wellmann trabajó en «Hora de Aventuras«) y «La Mazmorra» (la icónica creación de Joann Sfar y Lewis Trondheim). Pero este «Pimo & Rex» de La Cúpula ya es un festín en toda regla, uno de esos banquetes que amplían tu percepción y te obligan a revisar las líneas fronterizas que marcan tus horizontes.
Porque, al fin y al cabo, no parece casual que el verdadero corazón de este tomo sea «La Boda Interdimensional«, un extenso capítulo que ocupa aproximadamente dos tercios del cómic. Tal y como su nombre indica, este capítulo aborda la boda entre Rex y Leo… Pero lo hace a la manera de Wellmann, que no es otra que despendolando la ceremonia en una doble dirección. Por un lado, es evidente el tronchante homenaje a las comedias hollywoodienses de bodorrios en las que dos familias que se llevan a matar (en este caso, una de guerreros y otra de magos) tendrán que limar asperezas y unir fuerzas para que la unión llegue a buen puerto.
Por otro lado, y aquí viene lo interesante, el autor entronca a «Pimo & Rex» con la nueva tradición de ficciones que normalizan diferentes temáticas LGTIBQ+ trenzándolas en relatos destinados a ser leídos con avidez por los niños pero gozados en otro nivel de lectura diferente por los adultos. Inevitable pensar en «Steven Universe» y la naturalidad con la que incorporaba tramas y personajes queer, sin aspavientos innecesarios. Y, sobre todo, imprescindible pensar en series recientes como las «Leñadoras» de Noelle Stevenson o “Les Contes du Marylène” de Anne Simon.
Como ocurre en estos ejemplos, «Pimo & Rex» no subraya en ningún momento la relación homosexual de Rex y Leo… Y esa es precisamente la forma más poderosa de luchar por la normalización y la integración. Porque un niño nunca concebirá nada como «anormal» a no ser que así se le inculque. Por naturaleza, normalizamos todo aquello con lo que crecemos alrededor. Y por eso es tan necesario que existan ficciones en las que, de repente, un caballero y un mago se casen pero que en ningún momento se ponga el foco en la naturaleza de su relación.
El foco está puesto, por el contrario, en algo mucho más interesante: en la lucha contra unos seres interdimensionales que se han infiltrado en la boda y que cristalizan a los invitados paralizándoles mientras les susurran todo aquello de lo que se arrepienten. «Te podrías haber casado y tener hijos«, le dicen a uno. «Podrías haber sido una bailarina«, le dicen a otra. Hasta que Leo se lleva a Pimo a una dimensión intermedia y allá dan con la solución: la dispersión infinitamente optimista de este personaje es la principal arma contra el arrepentimiento.
La lección moral está servida, y eso siempre se agradece. Al fin y al cabo, la moralina siempre ha sido una de las razones de ser de los cuentos clásicos, y eso es algo que Thomas Wellmann interioriza mucho más que bien en esta «Pimo & Rex» que, por suerte, no se detiene después de la boda. Ni mucho menos. Tras haber presentado a un plantel maravilloso de personajes a cada cual más carismático (el fornido padre de Rex, los hermanos de Leo, la vecina enamorada de Pimo, etc.), un último capítulo cierra el tomo dejando la puerta abierta a aventuras futuras… Aventuras que tendrán que esperar a que Rex y Leo vuelvan de su luna de miel, claro.
Esperemos, eso sí, que el autor no tarde siete años en volver a deslumbrarnos con esta fantasía ideal para dejársela a tu sobrino y ganarte su amor eterno. Pero que luego te lo devuelva, ¿eh? Porque «Pimo & Rex» merece un puesto de honor en tu biblioteca, justo entre todas esos cómics que nos están ayudando a construir un futuro mejor. [Más información en el Instagram de Thomas Wellmann y en la web de La Cúpula]