Gran parte del gancho de una serie como «Lost» fue, precisamente, el hecho de que supo inculcar en los espectadores la erótica de pensar «¿esto no podría pasarme a mi?» Vamos, que en algún momento u otro de la serie todos nos planteamos lo tremendo que sería coger un avión y que, en pleno vuelo, hiciera catacrocker y nos mandara de baretas a una isla de le tengamos que ideárnosla para huir… hasta que te des cuenta de que formas parte de un «juego». De un plan mayor. ¿No molaría que esto te ocurriera en realidad? En esta pregunta está la génesis de ParaPark.
Pero vayamos por partes: ParaPark es lo que se denomina un «juego de escape». Lo que viene a significar que su dinámica principal es encerrarte en un sitio y tengas que ideártelas para salir. Por suerte (o por desgracia), no te sueltan en una isla perdida en el espacio y en el tiempo. Y por suerte (o por desgracia), tampoco te vamos a explicar aquí qué encontrarás una vez el juego comience y te descubras encerrado a cal y canto en un recibidor entre tres puertas: una es la de salida (el objetivo final) y las otras dos te darán acceso a un mundo de puzzles y misterios que tendrás que resolver antes de poder cruzar el umbral de huída. Por el camino, vas a encontrar una historia que hilvanará tu experiencia ParaPark y que hará que acabes inmerso al cine por cine en un argumento algo loco (nunca mejor dicho) y, sobre todo, puramente absorbente.
Al fin y al cabo, esta es la principal premisa de ParaPark: aprovechar por completo la Teoría del Flujo (puedes leer sobre ella aquí) que implica que el «jugador» esté totalmente inmerso en una actividad, estableciendo un «flow» mental que le lleve de una acción a la siguiente sin tiempo para pensar en inputs externos. Lo único que existe una vez estás dentro de ParaPark son las pistas que te puedan ayudar a salir del juego antes de que el tiempo se agote: tienes sesenta minutos para establecer un plan de huída que funcione…. Sesenta minutos para olvidarte de tu vida, del mundo exterior y entrar en esta experiencia con un fuerte componente psicológico que más te vale interiorizar si es que quieres salir de ParaPark en el tiempo establecido y que no te saquen de allá como un loser cualquiera.
La experiencia ParaPark está pensada para grupos de cinco personas como máximo, a los que se les asigna una hora para su desparrame particular (entre martes y domingo, que el lunes se toman un merecido descanso). Puedes reservar tu acceso a este juego de escape en la web de ParaPark… Pero te aseguramos (y lo aseguramos porque ya lo hemos probado) que, una vez lo pruebes, vas a desear más y más y más y más. Por suerte, los organizadores nos aseguraron que esta experiencia es el Nivel 1 de dificultad y que en brevísimo abrirán el Nivel 2. Nosotros ya estamos preparando nuestro «flow» para partir la pana en cuanto lo inauguren. Dicho queda.