Aquí puedes ver todos los modelos de la alfombra roja de los Oscar 2020… ¿Va siendo hora de que hablemos de por qué es tan aburrida esta red carpet?
«Ni mejor ni peor, diferente». Esto es lo que hace dos temporadas que estamos diciendo de la alfombra roja de los Grammy al compararla con la de los Oscar… Pero, mira, basta ya. Acabamos de pasar por una de las red carpets más aburridas de la historia de los premios cinematográficos yankis por excelencia, y urge poner sobre la mesa algunas consideraciones que ya no pueden pasarse por alto. Ni un segundo más.
Para empezar: ¿cómo vamos a prestar atención a una colección de vestidos ramplones cuando en los Grammy tenemos a, por ejemplo, Cardi B liándola cada año con un Mugler vintage diferente? ¿Cómo vamos a seguir hablando de esta alfombra roja como si fuera la más relevante de todas cuando los Grammy 2020 fueron el turning point en el que la moda masculina dio el do de pecho y, sin embargo, en estos Oscar 2020 nadie sabe ni por dónde andaban los hombres? Es que ya no hablamos de la MET Gala… Hablamos de agravio comparativo con los Grammy. Y eso, Oscar, resulta imperdonable.
Porque hubo un tiempo en el que este era el evento que definía la elegancia en el mundo de lo moda. Pero, simple y llanamente, ha cambiado lo que consideramos elegante. Puede que, ahora, la elegancia ya no tenga tanto que ver con los vestidos de princesa y mucho más que ver con las extravaganzas de Billy Porter (que, por otra parte, estuvo justito en estos Oscar 2020 con un Giles Deacon que, de alguna forma u otra, ya habíamos visto). Y, aun así, ahí seguimos, con un desfile de vestidos de princesa totalmente infumable en el que incluso las recién llegadas son capaces de lucir un modelo a la altura de las veteranas: ahí están Beanie Feldstein (Miu Miu) y Kaitlyn Dever (Louis Vuitton) para probarlo.
Las veteranas, por su parte, lucieron las marcas de siempre: Penelope Cruz en el Chanel más soso que pudo encontrar, Scarlett Johansson en un Oscar de la Renta vistoso pero para nada espectacular, Charlize Theron en el Dior habitual, Natalie Portman en un excelso Dior, Margot Robbie intentando darle un toque personal a su Chanel por la vía de la joyería, Lea Seydoux en un Louis Vuitton de blanco prístino… En serio, se hace prácticamente imposible destacar algo porque no había nada que destacara. Incluso los mayores esfuerzos cayeron en la medianía, ya fuera con el Ralph Lauren plateado de Janelle Monáe o con Rooney Mara intentando imitar a Grimes en un Alexander McQueen. Si es que incluso los volúmenes del Elie Saab de Sandra Oh palidecen cuando consideramos que hay otros eventos a los que la gente va, por ejemplo, en Iris Van Herpen.
Así que ya está. No le demos más vueltas: los Oscar 2020 han probado que ya no llevan la voz cantante en lo que a alfombras rojas se refiere. A partir de aquí, las opciones son dos… Pueden seguir por este camino del saltless y convertirse en otra red carpet más. O pueden darse a sí mismos un electroshock para revisar su concepto de elegancia y volver a interesarnos como hace algunos años. En sus manos están ambas opciones.
Más información en la web de los Oscar 2020.