Oliver & Co. lleva casi una década demostrando que se pueden hacer perfumes con alma… Ahora, además, también demostrará que puede funcionar al margen de la perfumería convencional.
A nadie se le habrá escapado que vivimos una época particularmente compleja en la que cualquier nuevo proyecto ha de intentar encajarse en las ruinas de lo que fue una boyante economía burbujil. Todavía hay quien quiere vendernos la moto de que aquellas estructuras económicas son posibles, que todavía se puede triunfar y crecer en un sistema industrial basado en los principios de la producción en cadena y en hacer los sacrificios de alma que sean necesarios con tal de adaptar el producto a la coyuntura capitalista y al público masivo. Si quieres triunfar, por el aro has de pasar… ¿No?
Pues no. Resulta que, por suerte, seguimos contando con figuras tan inquietas e inconformistas como Oliver Valverde, el perfumista de la casa Oliver & Co. que lleva desde el año 2009 construyendo ladrillo a ladrillo la identidad inquebrantable de una firma que ha anunciado que este año 2018 será el de su primera revolución. Al fin y al cabo, desde un buen principio, en todos y cada uno de los lanzamientos de Oliver & Co. se ha intuido una voluntad no de ir a la contra, pero sí de encontrar un espacio propio y único en el que sea posible mimar hasta el extremo cada uno de los perfumes, jabones o velas que Valverde ha creado. Y por «mimar», por cierto, debes entender «cuidar hasta el extremo no solo el propio producto, sino todo lo que le rodea, desde el propio concepto hasta el packaging«.
Evidentemente, con semejante punto de partida, es comprensible que Oliver & Co. haya acabado congregando a una verdadera parroquia de fieles y fans fatales. Ha sido casi una década de crecimiento continuo que tuvo su primer cúspide en la apertura de su flagship store en Madrid… Pero, a la vez, no cuesta imaginar que también habrá sido casi una década de frustraciones diversas para Oliver Valverde. Porque, como ha quedado dicho al principio de este texto, vivimos una época compleja en la que una firma como Oliver & Co. está destinada a ser incomprendida (e incluso maltratada) dentro de una industria como la de la perfumería convencional.
Al fin y al cabo, ¿qué pinta un perfume como el icónico M.O.U.S.S.E de Oliver & Co. al lado de gilipolleces como el puño de Diesel? Poco. Más bien nada. Así que tampoco es de extrañar que Valverde lanzara un comunicado el pasado 21 de marzo en el que anunciaba la primera revolución de Oliver & Co. para funcionar de forma totalmente ajena a la perfumería convencional. A continuación tienes el comunicado al completo…
«El 21 de marzo tiene lugar el eterno equinoccio que marca el primer día de la primavera. En apenas unas horas, el mundo pasa a la luz desde la oscuridad.
No se nos ocurre una fecha mejor para presentar la reinvención de nuestra firma de perfumes Oliver & Co. Sobre todo porque, además, hoy celebramos el día mundial de la perfumería.
Desde hoy, 21 de marzo de 2018, nos declaramos contrarios a la perfumería convencional. Junto al relanzamiento de nuestra web, hemos decidido relanzar nuestro método de distribución.
Decimos adiós a un sistema de venta costoso, restrictivo y sin alma. Damos la bienvenida a la libertad creativa, al diálogo sin intermediarios y a los precios realistas. El lujo bien entendido, sin ostentaciones.
Desde ahora, nuestros productos solo se venderán mundialmente a través de nuestra tienda online y en nuestra tienda madrileña.
Creemos que todos los aspectos de nuestro negocio, desde el packaging hasta el método de venta, deben reflejar el espíritu vanguardista que hasta ahora hemos aplicado a nuestras creaciones.
Solo hay una forma de seguir creando fragancias sorprendentes que amplíen los límites de la perfumería: ser totalmente libres.
Estamos deseando que nos acompañes en esta nueva revolución.»
Nosotros ya estamos dentro de la revolución… ¿Te apuntas o no te apuntas?
Más información en la web de Oliver & Co.