El festival O Son Do Camiño 2020 anuncia un cartel encabezado por Liam Gallagher y Bad Bunny, y hay que preguntar: ¿a qué viene tanta polémica?
Los macrofestivales se han convertido en fenómenos sociológicos que van más allá del elemento puramente musical. A partir de las fases en que nace, crece, se desarrolla y termina cada una de sus ediciones, es posible realizar un estudio sobre cómo afecta a su público y cómo se comporta este en función de la forma en que reacciona ante los movimientos del evento.
Las redes sociales han amplificado hasta tal punto este proceso que resulta sencillo elaborar varias tesis al respecto en tiempo real. Un ejemplo diáfano de todo ello es el O Son do Camiño, catalizador de toda clase de pensamientos y sentimientos -muchos en contra y algunos a favor; tanto airados como más comedidos- generados alrededor de su concepción y de sus esquemas artísticos desde el mismo momento en que echó a andar en 2018.
Sin embargo, la presentación del cartel de su capítulo de 2020 -que tendrá lugar del 18 al 20 de junio– se ha llevado la palma en cuanto a polémica, expresada con ardor desenfrenado. En realidad, no debería extrañar a estas alturas que una cita como O Son do Camiño despierte tal torrente de opiniones encontradas. Y eso que solo se han celebrado un par de ediciones…
Con todo, por dimensiones, cartel y repercusión internacional, hoy en día es el gran evento al aire libre organizado en Galicia, una condición que se extiende a todo el noroeste peninsular. A la vez, ha rellenado el vacío endémico que vivía Santiago de Compostela, que nunca había contado con un festival de estas características regular y estable a pesar de ser la capital de la comunidad. Y su objetivo de partida, difundir a nivel mundial el valor del Camino de Santiago y anunciar la próxima conmemoración del Xacobeo 2021, lo ha situado como el principal foco de atracción en Galicia justo antes del inicio oficial del verano.
Así que todo lo que tiene que ver con O Son do Camiño se mueve entre extremos. De ahí la relevancia que ha adquirido con tanta rapidez. Una circunstancia que se plasma directamente en el tsunami que provoca la composición de su cartel, en el que jamás ha habido límites ni prejuicios al aglutinar un espectro artístico amplísimo: rutilantes estrellas mainstream, tótems alternativos, alguna que otra figura histórica, una buena cuota nacional y una interesante muestra de nombres autóctonos.
Y la programación del O Son do Camiño 2020 no ha abandonado estos parámetros, seguidos punto por punto. Lo que ha conducido a levantar trincheras para atacar su tendencia a presentar estilos que, más que suponer una moda, están marcando los gustos musicales de la juventud en los estertores de la segunda década del siglo 21. Entre ellos se encuentra el nuevo reggaetón, que irrumpirá sin paliativos en el festival compostelano gracias a Bad Bunny y Daddy Yankee.
Pero todas aquellas personas que no compartan esa dirección tomada dispondrán de otras diferentes opciones: el pop, el rock y la electrónica de raíz alternativa y anglosajona, ofrecidos por Liam Gallagher (en la foto), The Natinal, The Chemical Brothers, Foals y Editors; referencias de indudable pegada comercial, caso de Jason Derulo y los djs Timmy Trumpet, DJ Snake y el emblemático Armin Van Buuren; y el rap con acento español de Kase.O más Natos y Waor. Un peldaño por debajo de estos teóricos cabezas de cartel sobresalen Carolina Durante y los gallegos Triángulo de Amor Bizarro, que lideran un nutrido y variopinto batallón local que incluye a Xoel López, The Killer Barbies, Guadi Galego, Sen Senra, Budiño, Presumido, Boyanka Kostova o Wöyza.
Ahora volvamos a la teoría inicial, la que define al O Son do Camiño como fenómeno sociológico. Porque, pese a la controversia que lo envuelve cada temporada y a las negativas críticas vertidas, acaba sucediendo una curiosa situación: todo bicho viviente quiere estar allí. Solo de este modo se explica que, en los dos años precedentes, el festival agotase sus abonos en cuestión de minutos, batiese el récord de ventas en España dentro de este apartado y acabara superando los 80.000 asistentes.
Así funciona la maquinaria del O Son do Camiño, a pleno rendimiento en medio de una bola de ruido que, al final, se disipa mientras se escucha la música en vivo desde el Monte do Gozo, Santiago de Compostela y Galicia para el mundo.
Más información en la web del O Son do Camiño.