¿Qué es un crosslover? Un amante de áreas diferentes como el estilo y la tecnología… Un amante de coches tremendos como el SsangYong Tivoli.
Reconozcámoslo: nuestra generación no tiene absolutamente nada que ver con la de nuestros padres… Nunca lo hemos pretendido especialmente, pero al final nos hemos acabado definiendo en base a todo un conjunto de características que nos separan ostentosamente de nuestros progenitores. Pongamos, por ejemplo, los motivos que nos conducen a comprar un coche: ellos anteponían el precio y cierta voluntad de aparentar, de tener el coche más grande, el más potente, el más espectacular. A nosotros lo grande, potente y espectacular nos la pela un poquito más porque, al final, lo que nos interesan son dos valores básicos: el estilo y la tecnología.
Somos, al fin y al cabo, crosslovers: amantes de áreas diferentes que, a priori, no se encuentran cercas las unas de las otras. Porque, hasta hace bien poco, la tecnología tendía a ser fea y, por su lado, el estilo intentaba alejarse el máximo posible de lo fríamente robótico. Pero lo repetimos: los tiempos cambian. Y marcas como SsangYong lo tienen muy pero que muy claro. Así lo demuestra su nuevo Tivoli: un coche que consigue aunar no sólo lo mejor en estilo en tecnología, sino también en otros aspectos como el feeling urbano, lo práctico, la comodidad y la robustez.
Y no sólo eso: el Tivoli de SsangYong destaca precisamente por ofrecer al comprador unas capacidades extremas de customización. ¿Le puede gustar a nuestra generación algo más que la customización extrema? En el caso de este vehículo, se pueden combinar un total de seis colores de carrocería, dos de techo y diferentes tapicerías, además de incluir un cuadro de instrumentos personalizable en seis tonos (rojo, azul índigo, azul claro, amarillo, blanco y negro). Sí, definitivamente se necesitan opciones infinitas como las del SsangYong Tivoli para seguir diferenciándonos de la generación de nuestros padres.