Si estás buscando música fresca para animarte un poco, aquí te presentamos a seis nuevas bandas españolas que se van a convertir en tus favoritas.
Aeronave Adolescente
¿Un Car Seat Headrest galaico o un Marcelo Criminal coruñés? Da igual cómo se le etiquete, porque lo que está claro es que Aeronave Adolescente es un tesoro semioculto de la escena alternativa gallega.
Cerca de A Coruña, en Culleredo, un chico con una espina en el costado que había estudiado piano en el conservatorio decidió pasar el rato durante el confinamiento pandémico elaborando sus propias composiciones para relatar pequeñas historias cotidianas y emocionales.
Aquel cantautor de habitación se llamaba Daniel Valcárcel y le apasionaban el indie-rock y el noise-pop de los 90. En ese ambiente doméstico y cuando nadie sabía todavía de su existencia, nació su alias Aeronave Adolescente. Pero pronto empezaría a compartir sus primeros singles en el verano de 2020, con los que se balanceaba entre los sonidos acústicos, lo-fi y electrificados y el techno-ambient de andar por casa.
En aquella misma época se gestó el que sería el debut de Aeronave Adolescente: “cartas de ida y vuelta” (Records DK, 2020), un EP “tratado con cariño y un poco de distorsión” que contenía tres nuevos cortes con forma epistolar que reflejaban su potencial gran talento como compositor y multiinstrumentista -a pesar de que su experiencia en las lides de la grabación aún era escasa- y apuntalaban su estilo, deudor de grupos y figuras de culto como Guided By Voices o Daniel Johnston. Aeronave Adolescente no tardaría demasiado en ampliar su discografía con otro EP, “el mirador de la ría del burgo y otros puntos de inspiración” (Records DK, 2020), que suponía para el coruñés «el fin de una era”…
Y, en parte, tenía razón. Porque el mini-álbum “sempre está chovendo na beira do mar” (Murmullo Records, 2023) -de título muy gallego- significó el salto de Aeronave Adolescente a otros campos sonoros que abarcaban el dream-pop, la indietrónica y el shoegaze. En este caso, Aeronave Adolescente envolvía su personal intimismo de un velo ruidoso y cultivaba una especie de realismo ensoñador dando mayor protagonismo a los sintetizadores en su trabajo mejor acabado y más sólido, lo suficiente para creer que Daniel podría alcanzar cotas mayores.
Por el momento, Aeronave Adolescente sigue siendo un tesoro semioculto dentro de la escena alternativa de Galicia, aunque es muy probable que este Car Seat Headrest galaico o Marcelo Criminal coruñés, según se mire, conquiste cada vez un mayor número de oídos más allá del noroeste ibérico. [Más información en el Instagram de Aeronave Adolescente]
Andrea Buenavista
Andrea Buenavista llegó a nosotros vestida de crooner pop-rock, y pronto matizó su propuesta con influencias de María Jiménez o Willy DeVille y los géneros melódicos de los 70.
Los seguidores más acérrimos y fieles del pop (verdaderamente) independiente patrio seguro que conocen las andanzas de Andrea Gasca en proyectos como Los Lagos de Hinault o Bar España. Por eso, cuando se estrenó en solitario añadiendo el Buenavista a su nombre de pila, esos mismos aficionados estaban seguros de que podría atraer la atención automáticamente con sus composiciones propias.
Algo que logró en 2019 con “Alguien Mejor”, un tema editado por Snap! Clap! Club dedicado a “un hijo de puta”, toda una declaración de intenciones autoral y señal de que Andrea Buenavista no se iba a cortar un pelo a la hora de afinar su puntería lírica. Con todo, a pesar de su fulgurante arranque, la donostiarra afincada en Madrid no daría posteriormente muchas más pistas, excepto “Nochevieja”, publicada en 2021, que se contraponía a su primera pieza por su tono nostálgico y delicado.
A Andrea le habían bastado un par de canciones para enseñar los matices de su propuesta y únicamente tres para que explotara en todo su esplendor en su ópera prima, el EP “Antojitos” (Sonido Muchacho, 2023), con menos de seis minutos de duración pero brillantes e intensos. Vestida de crooner pop-rock e influida por María Jiménez o Willy DeVille y los géneros melódicos de los 70, Andrea Buenavista se sirvió de sentimiento popular y drama salpicado de amor, despecho y corazones vacíos para elaborar con inteligencia (emocional), ingenio e ironía relatos costumbristas repletos de honestidad, vulnerabilidad y detallismo en sus letras. Un buen ejemplo de ello es “Copa C”, o cómo convertir un elemento usual en símbolo de una historia excepcional.
Con todo, la parte más llamativa de “Antojitos” se conecta con el alma latina y folklórica de Andrea Buenavista, concretada en la ranchera alternativa “Que Nadie Sepa” e “Íñigo”, apoyada en guitarra española y ricos arreglos de castañuelas y cuerdas. Para moldear estas piezas tan sutiles y especiales, Andrea se rodeó de un auténtico dream team del panorama independiente estatal: David Rodríguez, Betacam, Elia Maqueda (Ruiseñora), Jose Atomizador, Mamen Fuentes (Bodegas Lo Máximo), Pedro Arranz y Miguel L. Brañas (Cómo Vivir en el Campo) y Ricardo Ramos (Estrella Fugaz).
Pero que la luz de estos colaboradores de relumbrón no impida ver la excelencia de Andrea Buenavista, mucho más que la versión 2.0 de La Bien Querida. [Más información en el Instagram de Andrea Buenavista]
Error 97
Error 97 se forjó en la inspiración posterior a un concierto de Carolina Durante y esta banda es su principal influencia… Pero, ojo, porque su música va más allá de esta coartada.
Durante la conversación que mantuvimos recientemente con Álvaro Marcos a propósito de la salida del último disco de Atención Tsunami, hablando sobre la nueva ola rockera surgida en Madrid, afirmaba que “en una ciudad con tres millones y pico de habitantes va a haber algo por puro choque de moléculas. Es un proceso continuo en escenas diferentes, siempre están pasando cosas interesantes y no dejarán de pasar”.
Una de las bandas nacidas en ese fértil caldo de cultivo capitalino es Error 97, que en 2019 decidieron tomar en serio su carrera artística tras ver un concierto de Carolina Durante, una de sus referencias fundamentales. O, directamente, la principal. Sin embargo, el entonces trío compuesto por Álvaro Casado (voz y guitarra), Sara Guayanay (bajo y coros) y Nicolás Escardó (batería) también absorbía la energía proveniente del otro lado del Atlántico del punk de Green Day o del grunge de Niravana.
Error 97 demostraban, al contrario de lo que muchos creían, que las guitarras eléctricas seguían atrayendo a la juventud española, a pesar de la vigencia de otras modas musicales urbanas. Es decir: dentro de la generación Z, el trap aún no había matado al indie-rock, que seguía siendo una vía de expresión adecuada para hablar de preocupaciones, temores, inseguridades, amor y sueños de chavales y chavalas que se preparaban para acceder a la vida adulta ante un horizonte caracterizado por la inestabilidad y la incertidumbre.
Error 97 empezaron a capturar ese angst contemporáneo con fuerza y rabia desde su single de presentación, “En Punto Muerto”, aparecido a finales de 2020 y que colocaba a los madrileños en la senda de, efectivamente, Carolina Durante. Eso sí, al mismo tiempo se proponían enseñar su visión propia del teen-punk-rock, repleto de punch y nervio, como dejaron bien claro sus dos primeros EPs: “Voy a Morirme Solo” (autoeditado, 2021); y, ya con la incorporación de Gonzalo García (guitarra y coros), “¡Apaga Eso, Niño!” (autoeditado, 2022), con un sonido más compacto y unas melodías más conseguidas.
A razón de un EP por año, Error 97 estaban preparados para dar el gran salto, que llegó de la mano del sello Mont Ventoux cuando editó “Nada Bueno” (Mont Ventoux, 2023) en otra prueba de su buen olfato para fichar promesas musicales. En este trabajo -producido por Juan Pedrayes de… Carolina Durante– destaca el gran himno del cuarteto madrileño: “Nunca Vuelvas a Pisar Madrid”, un cañonazo al desamor que reflejaba la incontenible evolución sónica y lírica del grupo, constatada en cada paso discográfico.
Antes de que acabase el 2023, Error 97 se dieron el capricho de versionar a Concepción Glory Boys y su “Poder Juvenil”, llevada a su terreno punk-pop. Ok, boomer, lo que tú digas, pero abre tus putas orejas y escucha a Error 97. [Más información en el Instagram de Error 97]
Monte Ventura
Monte Ventura han visto cómo su existencia se veía marcada por múltiples cambios y paréntesis creativos… Pero parece ser que por fin han dado con su formación definitiva.
Monte Ventura es, en esencia, el plan desarrollado por David Verge (voz, guitarra y composición de letras) y Ernesto García (bajo), sus miembros fundadores. Con experiencia en el circuito musical independiente de Málaga y reforzados por miembros de otras bandas locales, en 2018 emprendieron un proyecto que alumbraría al año siguiente su estreno con el EP “Monte Ventura” (autoeditado, 2019), moldeado con el acompañamiento de Rosario López, Cristina Díaz y Javi Figuerola. En esta época, Monte Ventura habían abandonado el estilo acústico de sus inicios por un indie-pop que continuaba la estela de vecinos andaluces como Grupo de Expertos Solynieve o Sr. Chinarro.
El toma y daca vocal establecido entre David y Rosario había contribuido a autodefinir su sonido como ‘pimpinela pop’. Ya sin Cristina en el equipo, Monte Ventura ahondarían en ese singular concepto mediante otro EP, “Patmos” (Lunar Discos, 2020). La homónima isla griega donde San Juan escribió el “Apocalipsis” funcionaba como metáfora para plasmar las complejas sensaciones que transmitía el panorama provocado por el coronavirus en aquel momento. En contraste -o en consonancia- con este fondo emocional, “Patmos” sobresalía por su exquisitez vocal, melódica y de arreglos. Y, de repente, Monte Ventura se quedaron en stand by…
Hasta que, en 2023, David y Ernesto regresaron al frente de una alineación totalmente renovada con la entrada de Saray Botella de Hazte Lapón (voz y teclado) y Pedro Miñana de Arista Fiera (batería). Así que se podría decir que estos importantes cambios suponían un reinicio para Monte Ventura, el cual conllevó una reformulación de su libro de estilo en su siguiente EP, “Tres Finales” (Lunar Discos, 2023). Por ejemplo, abriéndose hacia los aires folclóricos adornados con coros radiantes y violín en “Sueño Eterno”, que prolonga la frescura de aquel alegato meridional que hace más de quince años introdujo las sonoridades añejas del sur español en el pop y el rock alternativos patrios.
Aunque el grupo no renunció en este EP al pop cristalino que tan bien había elaborado anteriormente y que aquí reluce en “Deriva” y “Salve”. “Tres Finales” avanza el teórico próximo movimiento de Monte Ventura: publicar su primer álbum… a ser posible sin que tengan que transcurrir otros tres años. [Más información en el Instagram de Monte Ventura]
Pálida Tez
Existe un linaje musical de Albacete con bandas como Surfin’ Bichos y continuó con Chucho, Mercromina, Travolta y Burrito Panza… Y en ese linaje hay que considerar ya a Pálida Tez.
¿Qué lleva el agua de Albacete para que allí hubiese germinado una especie de linaje musical que todavía se mantiene vigente? Todo empezó hace más de treinta años con Surfin’ Bichos y continuó con Chucho, Mercromina, Travolta o Burrito Panza. De ahí salieron las ramificaciones individuales de Fernando Alfaro, Isabel León como Is o Joaquín Pascual. Y, de este último, se prolongó el árbol genealógico con su hija, Ángela Pascual, enrolada en varias reconocidas bandas alternativas y en su proyecto Capricornio Uno.
Sin embargo, este expediente x albaceteño no se ha detenido y ha añadido otro grupo a su lustrosa nómina: Pálida Tez, formados por María Virosta y Samuel Cuevas (voces y guitarras), Elena Perales (bajo) y Manuel Castaño (batería) en el verano pandémico de 2020 con la intención de ser “verdaderos shoegazers mirando al suelo y sin hablar demasiado”.
Una acertada descripción dada la devoción del cuarteto por el shoegaze -por supuesto-, el noise / dream pop y el furor guitarrero. Empujados por esas ideas tan claras a las que solo les faltaba ser bien resueltas, Pálida Tez entregaron en 2022 sus canciones iniciales: “Las Cenizas de un Verano”, “Joven Cuervo” y “Automatismo Craneoencefálico”, que reflejaban destellos de The Pains Of Being Pure At Heart y Lush. Es decir, el mejor indie-pop de los 90 y de los estertores de la primera década de los 2000, lo que despertaba grandes expectativas ante la posibilidad de que se pusieran manos a la obra con su ópera prima. La discográfica El Genio Equivocado supo verlo con rapidez y, en la primavera de 2023, reclutó a estos jóvenes albaceteños.
Bajo su paraguas, Pálida Tez se metieron por primera vez en un estudio profesional y registraron el EP “Viaje a la Habitación del Fondo de la Casa” (El Genio Equivocado, 2023), coproducido por -como no podía ser de otra manera- José Manuel Mora (Surfin’ Bichos, Mercromina o Burrito Panza) y de título y portada muy planeteros. Con todo, en este EP Pálida Tez conservan una acentuada filiación al sonido anglosajón que se aprecia en sus melodías adhesivas (“Desaparecer”, “Arquitecta de mi Propia Tristeza”), su maleabilidad eléctrica (que va de las burbujas C86 de “Medio Vivo, Medio Muerto” a las nebulosas galácticas de “Mi Estación Favorita”) y su solidez rítmica.
Eso sí, los asuntos que tratan sus letras son muy españoles, al estilo de los antes mencionados Error 97: decepción, desencanto, resignación, inseguridades y melancolía post-adolescentes. Aunque no solo de alimento indie-pop viven Pálida Tez, sino también de… Bad Bunny. Del puertorriqueño tomaron su “Neverita” para consumar en su tema más reciente una combinación imposible: que el trap colisionase contra el noise. Y Pálida Tez salieron absolutamente indemnes del choque sonoro. [Más información en el Instagram de Pálida Tez]
Pau Vegas
Con James Blake y Thom Yorke como faros guía, la carrera de Pau Vegas ya está enfilada hacia el Olimpo del pop sintético… ¿Con próxima parada en su debut en largo?
Unas líneas más arriba nombrábamos de pasada a Isabel León, componente de Surfin’ Bichos y Chucho a los teclados y voces que, posteriormente, decidió tomar las riendas de su propia carrera artística y dar un paso al frente como Is. Aunque la analogía sea lejana, se puede aplicar en cierto modo a Pau Vegas, quien tocaba también el teclado para otras artistas (Amaia, Yoly Saa, Dora o Sofía Comas), entró a formar parte del grupo Cuarto Burlé y, finalmente, comenzó a volar sola en búsqueda de su identidad artística experimentando no solo con las texturas de su instrumento musical favorito, sino también con su voz.
Así nació una cantautora alternativa (y productora) que tenía en James Blake y Thom Yorke a sus dos faros guía para dar una vuelta de tuerca a los convencionalismos del pop a través de la elegancia, la sutileza y la sensibilidad. Por esta razón, Pau Vegas recuerda poderosamente a Rumia, compositora coruñesa de la que hemos escrito varias veces en fanstasticmag.
El arranque de Pau Vegas en solitario se produjo en verano de 2021 a través de “Excusas para Quedarme” y “Un Día Más”, un par de piezas en las que aún no se vislumbraban los esquemas definitorios (ni definitivos) de su propuesta, que se sustentaría más adelante en el pop electrónico tejido con sintetizador, piano, guitarra eléctrica y caja de ritmos. A partir de ahí, la vallisoletana adquirió impulso hasta llegar a su EP de estreno, “Esperanza y Ruina” (Calaverita Records, 2023), producido por David Soler y Marcel Bagés (El Extintor). En este caso, sí que Pau apostaba fuerte por el pop sintético, género que haría suyo por completo al introducirlo en un ambiente sugerente y noctívago y agitarlo con una cadencia que, por momentos, rozaba el hip hop y el urban pop.
Unos meses más tarde, el single “Es Todo Azul” (producido por ella misma) multiplicaría el poso emocional de los textos de Pau Vegas y, al mismo tiempo, inauguraría una nueva etapa en su trayectoria. A principios de este año, ese viraje se confirmó con la publicación de “Estampida”, una canción magnética y salpicada de quebradizas notas de piano y breaks electrónicos que ha abierto la fase que, probablemente, lleve a Pau a publicar su primer LP a lo largo de 2024. [Más información en el Instagram de Pau Vegas]