Hay que agradecer la labor de Alpha Decay y otras editoriales de última generación que han puesto especial ahínco en las lecturas breves, en las mini-novelas ideales para actuar de desengrasante entre otros mamotretos de mayor longitud. Es por eso que hay que celebrar cada nueva hornada de Alpha Mini; y es que, dando continuidad a las dos últimas referencias de la colección (surgidas de plumas noveles y patrias), sorprende gratamente encontrar a dos autores consagrados igualmente capaces de abordar el formato microscópico. Para empezar, D.H. Lawrence entraga uno de sus últimos relatos en «¡De Eso Nada!«, un nuevo concentrado de las obsesiones purulentas del autor que fue censurado en su momento por su perturbador contenido. Y, para continuar, una de esas joyas ocultas a las que tan adictos son en Alpha Decay: «Diario de un Intoxicado«, un estudio sobre la cultura del opio surgida de la mano experta del escritor Jules Boissière (militante simbolista y periodista radical socialista). Si yo fuera tú, estaría deseando acabarme el libro que tengas entre manos para atacar uno de estos Alpha Minis.