Mientras acabamos de decidir si lo que se conoce como look «lesbian chic» nos parece una gilipollez supina o no, os dejamos con lo ultimísimo de una de las marcas que están viviendo un dulce resurgir gracias a esta tendencia. Se trata de Dr. Martens, que de ser el calzado oficial de grungetas trasnochados en los 90 pasó a vivir una dura jornada en el purgatorio del olvido de la moda y de unas temporadas para acá se ha convertido en el must del armario de celebrities y toda aspirante a vender preservativos en el Coachella. Y ha sido gracias a este resurgir que la firma británica ha aprovechado para revisionar sus formas clásicas y se ha atrevido a plantear nuevas propuestas como esta: el modelo clásico de bota Dr. Martens fabricado en piel blanda y con un ligero toque glossy, mucho más flexible, cómoda y femenina… Que ya es difícil. Pero la cuestión es que este modelo (apunta el nombre: Pascal Buttero), que se presenta en tres variantes (uno por encima del tobillo y dos modelos de botas altas) y en tres colores (granate, gris y negro), resulta mucho más ponible y menos agresivo. Ahora no parecerá que vayas a robar un «seveneleven» cuando las lleves, sino que el look será más relajado y ponible. Nosotros la vemos muy «festival-friendly», just saying...