Heaven, Marinho, Yuno, Ducks Unlimited, Zsela… Te hablamos de cinco incipientes bandas internacionales que están llamadas a ser tus nuevas favoritas.
MARINHO
El camino que va de Joni Mitchel a Julien Baker es largo… Pero lo que está claro es que tiene una maravillosa continuación en Marinho.
Su nombre, Filipa. Su apellido, Marinho, convertido en un apodo artístico cuya grafía denota el origen portugués de esta cantautora. Aunque, sin renegar en absoluto de sus raíces (es natural de Lisboa), Marinho acabó rendida en su adolescencia a la cultura estadounidense (sobre todo noventera), en concreto al cine y, por supuesto, a la música. Esta pasión yanqui fue un paso más allá durante los meses que la lisboeta residió en California por motivos laborales, una experiencia que la empujó a introducirse de lleno en su trabajo compositivo y plantear su trayectoria musical en serio, no como cuando lo había intentado años antes en alguna que otra banda que nunca llegaría a despegar.
A partir de aquella reveladora estancia en la Costa Oeste, Marinho comenzó a moldear su indie-folk-rock, inevitable y fuertemente influenciado por sonidos norteamericanos de los 60 y 70 y, sobre todo, por Joni Mitchell. Con esas referencias en mente, la portuguesa aplicó a su estilo las mismas dosis de firmeza que de vulnerabilidad, transmitidas por unas letras personales que abarcan desde asuntos familiares hasta el amor y otros sentimientos como la aceptación, el dolor, la sexualidad o la soledad. La manera en que esa lírica, candorosa y frágil, fluctúa entre polos positivos y negativos recuerda poderosamente a la de Julien Baker, con la que se establecen diversos paralelismos por la historia individual de Marinho y la búsqueda de su identidad.
Marinho debutó con el sencillo “Ghost Notes”, lanzado muy adecuadamente el Día Internacional de la Mujer de 2019 por el aura feminista que desprendía y que encajaba como un guante con su intimismo eléctrico. Posteriormente, la cantautora lusa avanzó imparable propulsada por varios singles. El siguiente sería “Window Pain”, ración de folk-pop confesional y terapéutico que se extendería a “Freckles”, una disquisición en torno a las expectativas idealizadas, la cruda realidad y los vaivenes del día a día. De esa metáfora saldría el título de su primer disco, “~” (Street Mission, 2019), virgulilla que simboliza la montaña rusa que es la vida.
Antes de que ese (mini)LP -si no contamos su intro y su outro, se queda en seis relucientes cortes- viera la luz, Marinho compartió la que quizá sea su mejor canción: “I Give Up And It’s OK”, tan transparente en fondo como luminosa en forma y poseedora de un sonido 100% californiano que se pega al cerebro durante horas (Best Coast habría firmado un cheque en blanco por haber tenido un tema así en su último álbum…). Estas cuatro piezas conforman el grueso de “~”, completado por “Not You” (con la colaboración de su compatriota MONDAY), en la que se aprecia una leve brisa de bossa nova; y “Joni”, de título diáfano, ya que es una apelación a Joni Mitchell, con la que Marinho conecta en otro tema resplandeciente y emotivo que plasma la valía de una cantautora que, además de demostrar su propio talento, también abre las puertas a descubrir la labor de otras artistas de su generación en Portugal. [Más información en el Instagram de Marinho]