¿Cansado de escuchar la misma música de siempre? Aquí te presentamos a las que van a ser tus 6 nuevas bandas españolas favoritas.
FERLA MEGIA
El líder de los Casetes, Fernando Megía, vuela en solitario con su proyecto Ferla Megia… Que no tiene nada que ver con su otra banda.
En el tramo final de 2020, hablamos en esta sección de un grupo envuelto por un cierto halo de misterio y de nombre prácticamente ingoogleable: Casetes, asturianos que confirmaban que el indie-pop-rock español de nueva hornada de la periferia se estaba imponiendo al de las escenas permanentemente activas de Madrid y Barcelona. Desde entonces, no hemos tenido más noticias de la banda, pero sí de su líder, Fernando Megía, de quien decíamos que no tardaría en emprender su aventura en solitario. Y así fue, ya que unos meses después, antes del inicio del verano de 2021, publicaba su EP de debut como Ferla Megia: “Fruto de la Memoria” (Mont Ventoux), 2021.
Sin embargo, el camino estilístico seguido por Fernando no tenía nada que ver con el sonido garagero y lo-fi de Casetes al apostar por un pop experimental de múltiples capas y toques r&b. Gestado en un estudio doméstico ubicado en los valles de Asturias, “Fruto de la Memoria” mostraba a un compositor audaz que, a pesar de su cercanía con las propuestas renovadoras de Rodrigo Cuevas o Baiuca, podía presumir de una personalidad autoral que se distinguía por ofrecer letras tan profundas como sugerentes -que se conectaban entre sí canción a canción- y hacer unas sorprendentes piruetas sampledélicas.
Su segundo EP, “Debajo del Lodo” (Mont Ventoux, 2021), constató que Ferla Megia estaba dispuesto a elevar la ambición y el sentido creativo de su discurso en fondo y forma, con su tema titular como mejor ejemplo: a partir de una base electrónica a lo James Blake adornada con un exquisito sexteto de cuerda, abordaba la incertidumbre ante el futuro tomando el lodo como metáfora del suelo inestable y quebradizo sobre el que se mueve la vida actual. Una temática que se extendía a “Filtro de Barro”, un reflejo de las expectativas vitales no cumplidas expresado a ritmo de pop hibridado con hip hop que, a la vez, destapaba el gusto de Ferla Megia por combinar tradición y modernidad en la línea de otros proyectos -como Llevólu’l Somiciu– que están atrayendo los focos hacia la Asturias musical del siglo 21. [Más información en el Instagram de Ferla Megia]
JUDELINE
Solo vamos a recurrir al ‘efecto Rosalía’ para presentar a Judeline… Porque ese efecto es tan solo la punta de un iceberg que será bien grande.
Resulta demasiado fácil recurrir al ‘efecto Rosalía’ para explicar los movimientos de la nueva generación de voces femeninas que revisan la tradición músico-cultural andaluza y sus propias raíces meridionales para convertirlas en ingredientes primordiales de un sonido fresco y contemporáneo. Pero la realidad ha demostrado que, aunque parezca reduccionista, ese influjo es un hecho contrastado. Eso sí, cada discípula -perdonen la expresión- aplica las enseñanzas a su manera, hasta el punto de salir airosas de las comparaciones. Esos son los casos, salvando las distancias necesarias, de María José Llergo, Queralt Lahoz y la chica que nos ocupa: Judeline, el alter ego de Lara Fernández, gaditana residente en Madrid que comenzó en 2019 a publicar sus temas en SoundCloud con la intención de cumplir su sueño de prosperar en el mundo de la música.
El punto de inflexión de su carrera se puede situar en su aparición en el recopilatorio de artistas emergentes de Alizzz, “Desclasificados” (Whoa Music, 2020), que marcó el inicio de varias colaboraciones con diferentes productores gracias a las cuales fue dándose a conocer cada vez más: “De una Manera” -con Tuiste-, “Nueva en la Ciudad” -con Oddliquor y Tuiste– y “Sustancia” -con Mayo-, mimbres de una red tejida con pop urbano y R&B dulcemente melódicos y dirigidos por una voz llena de delicadeza que se inspira tanto en clásicos del flamenco como en artistas coetáneos de aquí (Dellafuente) y de fuera (FKA Twigs).
Con todo, Judeline insiste en no utilizar etiquetas con respecto a su música. Y debería hacérsele caso, tal como indica su primer EP, “de la luz” (Sonido Muchacho, 2022). Esa luz que se lee en su título se refiere a la de su pueblo, Los Caños de Meca, a la de su costa y a la del faro de Trafalgar, los tres vértices de un paisaje que Lara rememora a través de recuerdos niñez y de juventud. Estructurado según franjas del día y de la noche, “de la luz” desarrolla una historia en cinco actos rebosantes de sentimiento y pasajes poéticos interpretados con duende, palmas, suaves golpes funk y cadencias hip hop. En función de lo que exige cada corte, Lara canta con sutileza y parsimonia, destapa todo su embrujo y también exhibe su cara más bailable y luminosa. Este es sólo un anticipo de la futura explosión de Judeline. [Más información en el Instagram de Judeline]
ANTÍLOPEDEVEGA
Antílopedevega no solo tiene el mejor alias ever sino que, además, su musicón se mueve a medio camino entre Future Islands, Depeche Mode y Beach House.
David Haro había pasado por grupos de diverso pelaje como Nuevos Tiempos Romanos, de sangre pop; Hit The Robot, indie-rockeros; y Dog Day Afternoon, de rollo hardcore. Es decir, que practicó en compañía una curiosa variedad de géneros, bagaje que le curtió y que tenía a mano para lanzarse en solitario siguiendo la dirección sonora que más le apeteciese. Pero David hizo borrón y cuenta nueva y decidió probar con un estilo inédito para él con la libertad que proporcionaba hacerlo solo y en su hogar. Así que, espoleado por las circunstancias pandémicas -ya se sabe: las crisis agudizan el ingenio- y a pesar de las dificultades del momento, David se vistió de Antílopedevega. Un inciso: ¿nos encontramos ante uno de los mejores alias artísticos de los últimos años? Seguro.
Las coordenadas entre las que se mueve Antílopedevega son conocidas de sobra: Future Islands, Depeche Mode, Cold Cave o Beach House, de quienes destila un pop sintético y ensoñador que también se desvía hacia el shoegaze y el post-punk. Sin embargo, en lo que hay que fijarse con mayor atención es en los textos de David, que capturan con toda su tristeza el drama del día a día, ordinario y corriente, pero no por ello menos emotivo. Por eso él mismo llama a su música pop tristón, sin paños calientes. Y ese es el material de que está hecha su ópera prima, el EP “Sinrazón” (Discos de Kirlian, 2022).
El tema inicial, “42”, va directamente al corazón. Ideal para escuchar en grisáceas y deprimentes jornadas de lluvia mientras se intenta sobrellevar la amargura de la manera más digna posible. “Comunión” funciona como banda sonora de un viaje a los sueños polares por su aura onírica, que en “Contracorriente” se torna cósmica. Aunque dentro de “Sinrazón” Antílopedevega no sólo se deja llevar por la melosidad dreamy, sino que, para rematarlo, en “Medias Voces del Alma” estimula su nervio rítmico y suelta un arrebato eléctrico que rompe la etérea languidez del EP. Un desenlace apoteósico para la pequeña gran obra de un músico que vive en otra dimensión sin despegar los pies de la tierra. [Más información en el Twitter de Antílopedevega]
ADIÓS AMORES
Jeanette, Lole y Manuel, Vainica Doble, La Buena Vida… Esta ristra de referencias debería ser suficiente para que cayeras enamorado de Adiós Amores.
Parecía que el destino tenía reservado que Iman Amar (voz y guitarra) y Ana Valladares (voz, guitarra y sintetizadores) se unieran artísticamente y conjugasen sus orígenes sevillanos y granadinos. Ese encuentro sucedió en 2019, después de que cada una de ellas desarrollase sus propios proyectos, para alumbrar Adiós Amores. Su plan conjunto, lejos de ser un intento efímero, empezó a coger carrerilla en cuanto perfilaron sus primeras canciones, producidas por Guille Briales y pulidas con Raúl Pérez en su estudio de La Mina en Sevilla. Imbuidas por el espíritu de Jeanette y la liturgia emocional de Lole y Manuel, Iman y Anan modelaron un pop entre sentimental y naíf deudor de los 60 ye-yé pero sin renunciar a la tradición sureña por la vía del flamenco y la copla.
A principios de 2020, Adiós Amores ofrecieron el primer fruto de su trabajo: “Charlotte”, ejemplo cristalino de su candidez interpretativa y de su potencial para elaborar melodías mágicas. En cambio, su segundo paso, “La Fuente”, se distanciaba de esa calidez para saltar a un pop veloz de trazas psicodélicas y con pespuntes folclóricos. Iman y Ana establecían de ese modo con solo dos singles (más su versión de “Hay que Vivir la Vida”, de las colombianas Elia y Elizabeth, uno de los grupos más escuchados por ambas) las pautas básicas de su libro de estilo, que estrenaron en directo en aquella época. Los apéndices de esos sencillos llegarían en el tránsito del 2020 al 2021: “Mentira”, una especie de réplica de “La Fuente” con fondo de espagueti-western; y “Doce Navajas”, una joya de lirismo pop a medio camino entre Vainica Doble y Federico García Lorca.
A partir de ahí, nada frenó a Adiós Amores, que publicaron poco después otros dos nuevos temas: “Luna Plateada”, otro homenaje lorquiano con movimiento de vals aflamencado; y su acompañamiento, “Tu Diana”, engalanada de clásicos ropajes brillantes. Y así alcanzamos este año, que Adiós Amores inauguraron con “Sol de Ayer” -o cómo sonarían La Buena Vida si se hubieran dedicado a la canción ligera de vieja escuela-, adelanto de su primer disco, «Sus Mejores Canciones» (Snap! Clap! Club / Ground Control, 2022), que contiene los temas ya editados más la inédita «Noche Iluminada». [Más información en el Instagram de Adiós Amores]
LOS YOLOS
Muchas idas y venidas han protagonizado Los Yolos… Pero todas ellas con un factor común denominador: lo suyo es experimentación pura y dura.
Un grupo de artistas vinculados al estudio, residencia y sala de exposiciones La Cera 13 de Barcelona se introdujo en el campo musical con un objetivo: tomar y proponer el arte como una creación colectiva y no tanto individual para romper el sistema (en concreto, el circuito artístico de la Ciudad Condal) desde dentro. Aquellos osados eran Raúl Páez, Stefano Statti, Jakob Kolb, Yansy Soler, Jose M. Pérez y Manuel Gómez, quienes no contaban con experiencia musical previa (excepto Manuel y Jacob) y disponían de unos medios instrumentales precarios. En aquel momento, se habían bautizado como Begoña, una suerte de The Wild Bunch que grabaría un disco con un iPhone y debutaría en vivo a finales de 2016 de manera sorprendente porque, en vez de tirar por una predecible experimentación, apostó por el formato de canción denominada convencional.
Aquel fue el germen de Los Yolos, que arrancaron con la continuidad de Raúl y Stefano (voces y guitarras), Jose (bajo) y Yansy (batería) y la ayuda externa de los artistas Regina Sanmarino y Marce.lí Antúnez (fundador de La Fura dels Baus) y del doctor en Filosofía y Estética José Luis Corazón Ardura, gracias a los cuales el grupo pudo existir y registrar un EP, “YLS The Mixtape” (autoeditado, 2018). Desde entonces, Los Yolos sufrieron varias modificaciones en sus filas, sin que ello alterara el empeño de su núcleo duro, Raúl, Stefano y Jose, ni su producción. De hecho, entregaron el maxi-single “El Peso del Tiempo” en 2019 y el single-maqueta “Controlo” al año siguiente, antesala de la fase previa al primer EP oficial de la banda, “Rock Ciudad” (Humo Intl. / Conjuro, 2021), integrado por cinco temas -de doce compuestos- grabados en directo y producidos por Xulian Sambade y Eduard Bujalance en el estudio de pintura de Stefano.
Antes de que “Rock Ciudad” viese la luz a una semana del fin de 2021, Los Yolos editaron una casette recopilatoria de gran parte de su repertorio, “GRABACIONES 17-19” (autoeditado, 2021), aperitivo de un EP corto en cuanto a cantidad pero de largo alcance. En él, Los Yolos recuperan el sonido más crudo del post-punk primigenio, sin conservantes ni colorantes. En “Empalmao” apelan al goth-rock de Bauhaus para traer a la actualidad los 80 más herrumbrosos, sombríos, polvorientos, lascivos y lúbricos. “Carita de Luna” suaviza levemente las facciones de Los Yolos mediante un new wave de acento británico y ondulante, rasgos que rebotan en “Sintético”. Y “Controlo” y “Bruja Mecánica” se meten de lleno en la boca del after-punk sobrio y espartano. Publicado “Rock Ciudad”, no hay tiempo para distracciones: Los Yolos ya tienen nuevas canciones preparadas para ser grabadas. Los Yolos don’t stop. [Más información en el Instagram de Los Yolos]
SECUNDARIA
Secundaria suenan a grupo de instituto… Pero sus canciones indie-punk-pop demuestran que son jóvenes sobradamente preparados.
La conexión virtual entre Lídia Mingorance (voz y guitarra) y Jordi Rissech (bajo) en los estertores de 2019 propició que se conocieran y descubrieran que compartían las mismas ganas de hacer sus propias canciones y, después, como paso natural, formar su grupo. Pero, de repente, irrumpió la pandemia… Aunque el parón mundial no impidió que naciera Secundaria con la incorporación de Quim Rifá (batería) y Arnau López (guitarra y voces). Uno de sus momentos clave se produjo al recibir la beca de Apoyo a la Creación de Cases de la Música, que les permitiría confeccionar su primer EP a principios de 2021 con la ayuda en la producción de Mark Dasousa.
Así se hizo realidad “Sobre lo Nuestro (…)” (Atomic Records, 2022), el debut del grupo de Terrassa en el que vuelcan su pasión por el indie-pop cruzado con twee y punk-pop que les afilia al club de Axolotes Mexicanos, Cariño o Aiko El Grupo. Basados en los recurrentes pero muchas veces inevitables asuntos del amor y sus desengaños, Secundaria se dieron a conocer con “La Tienda de Cómics”, el relato de un romance que el confinamiento y sus secuelas rompieron definitivamente con guiños a Love Of Lesbian y al veganismo incluidos.
A pesar de que da la sensación de que Secundaria hablan sólo de emociones típicamente juveniles, sus versos describen en realidad situaciones que también se extrapolan a la etapa adulta. Y quien diga lo contrario, miente… De ahí que la burbujeante “San Valentín (Debería Dejarte)” parezca diseñada para sonar en una hipotética escena ambientada un 14 de febrero en la película “Estoy Pensando en Dejarlo”. O que más de una y uno se sienta identificad@ con la dolorosa honestidad que desprende “Las Cosas que Duran Poco” y se haga la pregunta “¿estoy deprimid@ porque escucho pop o escucho pop porque estoy deprimid@?” cuando suena “Pop de Mierda”. Quienes hayan visto en directo a Secundaria sabrán que el grupo guarda en su mochila más temas que los que contiene “Sobre lo Nuestro (…)”, así que ardemos en deseos de que los compartan en otro EP o, puestos a pedir, en un álbum… [Más información en el Instagram de Secundaria]