Te hablamos de cinco novelas gráficas que nos han impactado en los últimos meses… Y que deberían ser tu lectura obligada para este verano.
SABRINA, de Nick Drnaso. Es la primera vez que se cuela una novela gráfica en la nominación del premio literario Man Booker, y por algo será. El segundo trabajo de Nick Drnaso parte de la desaparición de Sabrina Gallo un día cualquiera al volver del trabajo, sin más. Pero su autor no se limita a facturar un thriller o un estudio sobre la pérdida, sino que explora temas tan actuales como el aislamiento en las redes, la conspiranoia, la fácil circulación de noticias falsas o la sobreinformación.
A sus personajes los embarga la tristeza y la indefensión frente a los dardos de odio y rabia que les lanzan desde el anonimato del vertedero de internet. Drnaso dibuja esa impotencia con una línea minimalista, sin apenas expresiones faciales, retrata personajes solos e indefensos frente a un estado de las cosas que nos supera. Su autor no tiene cuenta personal en ninguna de las redes sociales existentes. Ahí lo dejo. [Más información en la web de la editorial Salamandra]
EN UN RAYO DE SOL, de Tillie Walden. Tillie Walden, que tan solo tiene 23 años y una impresionante carrera con cinco novelas gráficas publicadas y un premio Eisner por “Piruetas«, publica en papel «En un Rayo de Sol«, una novela gráfica que comenzó como webcomic y que puedes leer gratuitamente aquí. El último trabajo de Walden es una historia de amor adolescente que tiene lugar en el espacio, un espacio amable en el que querrías quedarte a vivir para siempre, lleno de constelaciones, ciudades antiguas flotantes, árboles y naves en forma de pez.
Walden recrea un mundo onírico y fascinante en el que sus protagonistas tendrán que embarcarse en una aventura interestelar hasta un desenlace en el que sus dos líneas temporales lleguen a su origen y punto encuentro. Por el camino, las protagonistas entenderán el verdadero significado de la amistad, el amor o la pérdida. Una historia que nos recuerda la importancia de la familia elegida, la pertenencia a tu tribu, vivas en el planeta que vivas. [Más información en la web de la editorial La Cúpula]
OBSCENIDAD, de Rokudenashiko. Rokudenashiko es el pseudónimo de una artista japonesa que hace el arte que le sale del chichi. Así, tal cual. Ella lo llama arte manko, y “manko” en japonés significa coño. El arte manko de Rokudenashiko consiste en moldes de su vulva que ella misma pinta y decora. Hasta aquí, todo bien: una anécdota inofensiva, algo frívola y hasta divertida. El problema es que la palabra “manko” en japón es tabú. Pero llega un momento en el que Rokudenashiko viendo que lo que hace no tiene demasiada trascendencia, así que se viene arriba: decide hacer algo a lo grande y, a través de un crowdfunding, crea un kayak con la forma de su vulva. Y aquí es cuando las autoridades deciden arrestar a Rokudenashiko por obscenidad.
Este manga recoge todo el periplo que tuvo que recorrer la artista para defenderse y alzar su voz frente a una sociedad machista y un sistema del orden que atenta contra los derechos humanos de manera prácticamente sistemática. Rokudenashiko nos recuerda, tanto con su arte como con su manga, que la alegría y el humor son también una opción para la disidencia y la rebelión. [Más información en la web de la editorial Astiberri]
CAPPUCCINO COMMOTION, de Rosa Navarro. Una amiga me recomendó «Cappuccino Commotion» y, al ojear un ejemplar en una librería y ver que su protagonista hablaba de su traslado de Barcelona a Madrid, decidí llevármelo. Yo me acababa de mudar a Madrid, e iba llorando por las esquinas. Unas páginas más adelante, descubrí que esta era una historia que no era la mía, afortunadamente…
«Cappuccino Commotion» narra ese cambio de escenario pero, sobre todo, del descubrimiento de nuestra identidad y realidades íntimas que nos brindan los momentos de crisis, que para algo tenían que servir. Rosa Navarro habla de rupturas, amores que nos perforan y nos vacían completamente, sobre identidad, género, sexo y deseo. Y retrata la ciudad como trampolín o jaula de nuestras propias expectativas, en la que celebrar nuestros logros y llorar nuestros fracasos. En palabras de la misma autora: “La puta vida, siempre arriba y abajo”. Pues eso, arriba y abajo y vuelta a empezar. [Más información en la web de la editorial Nórdica]
LO QUE MÁS ME GUSTAN SON LOS MONSTRUOS, de Emil Ferris. Editada en español en abril del pasado año 2018, «Lo Que Más Me Gustan Son Los Monstruos» ha sido el bombazo editorial del género. Autora novel a los 55 años, Emil Ferris recibe tres premios Eisner en las principales categorías: Mejor Novela Gráfica, Mejor Escritor-Artista y Mejor Colorista. Las peripecias para hacer este libro posible ya merecen una novela gráfica en sí mismas, pero este trabajo no necesita más introducción que su arte y la imaginación desbordante que la sustenta: 400 páginas ilustradas en boli bic en un cuaderno de rayas a modo de diario en el que, a través de monstruos de mentira, su autora nos habla de monstruos de verdad: racismo, homofobia, enfermedad, muerte, precariedad, bullying, alienación y el Holocausto.
Todo ello con un pulso narrativo y una exuberancia creativa bestial, abordando temas dolorosos y complejos de una manera original, divertida y solvente fruto de una imaginación sin cortapisas. Es mejor adentrarse en ese universo sin revelar demasiado sobre la trama. Ferris construye algo terrorífico, feo y hermoso a la vez, lleno de tramas, personajes y capas de significado en las que realidad y ficción no parecen ser divergentes. [Más información en la web de Reservoir Books]