En Casa Hilfiger este año están que no paran. On fire total. Nos enamoraron con sus camisetas de edición limitada; nos entusiasmó su campaña Meet the Hilfigers; y estos meses están celebrando el 25 Aniversario de la marca (Happy Birthday to them, happy birthday to them). Para celebrarlo por todo lo alto, el pasado 17 de noviembre abrieron una nueva flagship store en los parisinos Campos Elíseos, en uno de los eventos más sonados del otoño europeo. Por la inauguración se pasaron Kristen Scott Thomas, Lenny Kravitz, Lou Doillon, Josephine de le Baume, Emmanuel Beart, Isabelle Hupert y Julie Depardieu, entre otros muchos figurines del celebritismo profesional. La nueva tienda, hotspot del shopping parisien desde ya, tiene nada menos que 825 metros cuadrados, y en ella se puede disfrutar de toda la esencia americana que ha defendido la marca de su nacimiento pero con un elegante toque francés para adaptarse al público que la acoge, y lo consiguen a través del diseño de los interiores, el mobiliario, la decoración, los materiales…
En FPM ya estamos planeando una escapadita a la Ciudad del Amor cuando las flores de la Avenida Elísea florezcan con todo su esplendor. El número 65 de dicha Avenida, donde se encuentra la nueva flagship store de Tommy Hilfiger, será una de nuestras paradas obligadas.
Mientra tanto, nos consolamos de la mejor de las maneras: con el avance de lo que nos espera en la próxima temporada de Hilfiger Denim. No trash; 100% hits. Como es habitual, el lado más juvenil de Hilfiger nos ofrece novedades súper ponibles y totalmente prácticas, pero que no renuncian a cierta elegancia urbana. No olvidemos que la inspiración permanente de estas piezas son, por un lado el denim y por el otro el american look, con sus líneas cosmopolitas y cierta elegancia preppy que nunca llega a ser demasiado pija o evidente. A diferencia de su hermana mayor, esta línea es mucho más juvenil y dinámica.
Cada año, las líneas se suavizan y las prendas se dinamizan y adaptan a los nuevos tiempos hasta conformar colecciones totalmente a la última pero alejadas de bizarradas o extrañeces innecesarias. Si quieres dar la nota, Hilfiger Denim no es tu marca. Si quieres llamar la atención de forma sutil y sin aspavientos, babearás con lo que nos traen como yo lo he hecho. En su mayoría, os recomendamos prendas que se pueden aprovechar para las próximas fiestas y que pueden perdurar en la temporada que viene. Es lo bueno que tiene la sencillez: que nunca pasa de moda.
Pero lo mejor de todo es el sello de calidad que la marca aporta a todo lo que hace. Sin ser una marca low cost, todas sus prendas tiene precios asequibles que al final acaban siendo toda una inversión. Ah, lectores míos, no sé vosotros, pero yo ahora mismo estoy en un momento de mi vida (a mi edad) en el que prefiero invertir más dinero en una prenda y que me dure mucho más o tenga cierto toque de exclusividad. Y eso es algo que se encuentra fácilmente en las colecciones de Hilfiger Denim. Si a ello añadimos el hecho de que utilizan una paleta de colores muy neutra (denim, pasteles, marrones y grises), con algún toque vivaracho o inesperado (rosas, amarillos…), sabemos que compramos una prenda hoy pero que podremos volver a ella dentro de unos meses e incluso, años. Y con esta crisis…
En este caso, lo que más triunfan son sus prendas de abrigo, que ya sabemos que siempre suelen ser el mayor desembolso y de las que esperamos que nos duren más. De todo, nos quedamos con la chaqueta de piel Cayenne, que apuesta por el camel, omnipresente de esta temporada. Incorpora una capucha, y tiene un acabado perfecto. El precio es digno de Regalo de Reyes y de que te toque El Gordo. Pero otra vez, cuando la ves piensas: longevidad. Más affordables son la bomber Nicol Jacket, la parka Core, el cárdigan Caribou y la Nathaniel Baseball Jacket, que evoca el rollo universitario que tanto gusta en la casa.
Y para finalizar, como no podía ser de otra manera, la estrella del momento: el denim. Sus propuestas oscilan entre lo clásico y lo novedoso: jeans de tiro recto (Nina para ellas, Rogar para ellos), pantalones cargo (que no puedo defender, pero es lo que hay) y shirts y chalecos. Para todos los gustos, oigan.
[Estela Cebrián]