La eterna fractura entre arte y realidad es la espina dorsal de «Not your own desire / The last days of disco», la expo de Carles Congost en Espai Tactel.
¿Es necesario abrir el eterno debate que suele plantearse al considerar la relación entre arte y realidad? ¿Hace falta volver a darle vueltas a una dialéctica que se ha conseguido mantener viva en el corazón del arte de varios siglos? Pues será que, si estamos ante una cuestión «eterna», por algo será: porque sigue habiendo mucho que decir al respecto de ella… O así parece pensarlo, por ejemplo, Carles Congost. Es este un artista cuya obra gira en torno a estas grandes preguntas y que, evidentemente, volverá a poner los signos de interrogación colgados en las paredes con motivo de su nueva exposición: «Not your own desire / The last days of disco«, que podrá verse en Espai Tactel (Valencia) del 18 de septiembre hasta el próximo 30 de octubre.
Pero, como suele ser habitual en este tipo de casos, siempre hay alguien que sabe más de nosotros sobre estos temas de arte en particular. En este caso, nos remitimos a las sabias palabras de Eduardo García Nieto al respecto de la nueva exhibición de Congost: «El problema está en quién narra la historia y decide cual va a ser su “apariencia de verdad”. Convertirnos en narradores obliga a repensar el papel que hasta ahora ocupábamos en el relato y genera fricciones (…). Congost refuerza esa necesidad al buscar nuevos referentes, imágenes como «We can change the world IV» (2009) o «Walter and the Spanish Baroque Gang in the New Gonden Age» (2008) no sólo permiten reivindicar a figuras del cómic alejadas de los modelos de representación hegemónica o cuestionar los modos en los que la tradición condiciona los procesos de trabajo, también son dos ejemplos de la necesidad de deconstruir los discursos generando otras mitologías«.
¿No te convencen unas palabras tan seductoras? La verdad, entonces no sabemos qué haces leyendo nuestra web, porque aquí siempre nos han gustado este tipo de «grandes preguntas» que Congost va a llevar hasta la galería valenciana Espai Tactel.