¿Qué hubiera pasado si los españoles hubiéramos sido los primeros en llegar a la luna? Descúbrelo en «¡Nosotros Llegamos Primero!» de Fruillo.
La llegada del hombre a la Luna es una temática que recurre en el imaginario humano bajo todo tipo de forma: un sinfín de documentales, películas, libros y post en foros conspiranoicos se han hecho eco de ella. Sin embargo, el tebeista Fruillo vuelve a ir un paso más allá y declara que el primer hombre en llegar a la Luna fue un ESSSSPAÑOL. Así, en mayúsculas y mucha enfásis en la s. Un español de verdad, de los de corazón rojiamarillo y Veterano en la mano. ¿Qué hubiera pasado si Franco hubiera querido que su España, su España ahogada en caspa y plagada de vividores, entrase en la carrera del espacio? ¿Podría España haber construído una estación aereoespacial? Y, finalmente, ¿podría un español haber conseguido plantar el águila en el suelo lunar?
Este es el escenario que recrea Fruillo en su nueva novela gráfica «¡Nosotros Llegamos Primero!«, en la que el caudillo, tras atiborrarse de marisco en una cena y ver un documental sobre la carrera entre EEUU y la URSS por conquistar el Universo, se duerme entre pesadillas plagadas de visiones espaciales y se despierta con un único objetivo: plantar la rojigualda en la Luna. A partir de ahí, se suceden enloquecidas tramas y subtramas de un guión inusitadamente elaborado y complejo en las que, más allá de descabelladas odiseas espaciales, espías, enormes tetas, bares casposos y nazis, encontramos una divertídisma historia construída con los recursos apropiados del cine de ciencia ficción y el destape. Pero Fruillo no se olvida de los arquetipos del cine convencional español de los años 60 y 70, a los que rinde culto insertándolos de manera precisa en su novela gráfica. o Novela grágica, neologismo adoptado por Autsider Cómics, la editorial bajo la que se edita esta obra maestra del humor crítico.
De la suma de todos estos chilfados elementos sale la explosiva «¡Nosotros Llegamos Primero!«, en la que el autor consigue utilizar de manera sublimemente divertida el cutrerío castizo español y sus ambiciones de colocarse como potencia mundial a pesar de la espesa caspa que la inmoviliza. Todo esto sin olvidar de dotar sus viñetas del humor machista y casposo de la época que hacen de esta novela grágica uno de los trabajos más interesantes del autor hasta la fecha.