En los últimos días estamos como muy dándole vueltas a los grandes festivales, que si a ver si Pixies van a venir sin bajista al Primavera Sound 2014 (pero no pasa nada, nosotros les proponemos diez que podrían sustituir a Kim divinamente), que si qué pesados los del Sónar con lo de querer meternos a Skrillex hasta en la sopa (de momento, sólo en salas en formato más pequeño de lo habitual), que si a ver qué pasa con el FIB que a estas alturas ni fechas sabemos… Como siempre, el pez grande que hace que se hable poco o nada del pez pequeño. Pero es que resulta que los peces pequeños pueden alimentar igual de bien que los peces grandes (menos los PeZqueñines, que ya sabes: los PeZqueñines no, gracias) y sin tanto fuego artificial ni tanta polémica. Porque a veces mola acercarse a propuestas que se alejen de trending topics tuiteros, menos masivas y con muchas más pretensiones.
Una de esas buenas iniciativas musicales que pueden ayudar a descomprimir de tanto artificio es el MUTEK.ES, que llega a su quinta edición como quien no quiere la cosa. Y tan pichi. O mejor: creciendo a zancadas con cada año que pasa y teniendo más claro que nunca su objetivo final: tender puentes entre tecnología y creatividad y enlazar artes multimedia, música y audiovisuales. El festival se instalará del 4 al 8 de marzo en El Convent de Sant Agustí y traerá a Barcelona las propuestas más emocionantes en el ámbito de la electrónica en todas sus vertientes con el fin de conformar uno de los programas musicales más excitantes de la temporada que viene.
El primer nombre que han dejado caer ha sido el del pianista superavantgarde Nils Frahm, que hará parada en Barcelona el 6 de marzo dentro de la gira de presentación de «Spaces» (Erased Tapes, 2013), un doble LP en el que la conjunción entre piano clásico e instrumentos electrónicos es prácticamente perfecta y en el que el alemán ha invertido dos años durante los que ha grabado en diferentes lugares y con diversos medios analógicos (viejas grabadoras portátiles, cintas de cassete…) para recoger sonidos rarunos y conformar así un “collage de campo” que suene a algo único en sus directos y que provoquen en la audiencia una experiencia inolvidable. Un nombre que deja bien claro cuáles son las intenciones de esta nueva edición: servir de alimento a las mentes más inquietas. PeZqueñines así, sí, gracias.