¿Qué tienen en común Plastic People y Slow Crush? Que serán tus nuevas bandas favoritas si te mola el post-punk, el indie-pop, el shoegaze y el noise-pop.
¿DE DÓNDE SALEN? Plastic People, de Portugal. Slow Crush, de Bélgica. Dos países musicalmente fértiles pero a los que a veces no se les presta, injustamente, la debida atención. Eso sí, ambos grupos tienen sus raíces sonoras plantadas con firmeza en el territorio anglosajón, del que derivan unas paletas estilísticas que manejan con soltura y habilidad, lo que les ha permitido convertirse en tesoros semi-ocultos del recién terminado 2018.
Plastic People se basan en el post-punk y el new wave ochenteros, estilos de los que partieron en 2015 André Frutuoso (guitarra) y João Gonçalo (voz) -amigos desde la época escolar en su Alcobaça natal, misma localidad de origen de uno de los grupos más internacionales del país vecino: The Gift– para iniciar el proyecto y confeccionar sus primeras demos. En aquel momento se llamaban Human Fiction, aunque cuando dieron su primer concierto en diciembre de 2016 ya habían adoptado el nombre de significado y simbolismo similares por el que se conocen actualmente y reclutado a João Tiago (teclado), tras varios cambios en su alineación. El año siguiente, con un bagaje en directo aún escaso, Plastic People se presentaron a la cuarta edición del concurso portugués de bandas noveles EDP Live Band… Y salieron vencedores, con lo que obtuvieron la oportunidad de actuar en los festivales NOS Alive de Lisboa y en Mad Cool, además de grabar bajo el paragüas de Sony Music.
Slow Crush se saltaron esos pasos y avanzaron un poco más rápido: la inglesa Isa Holliday (voz y bajo) y los belgas Jan Jouck y Jelle Ronsmans (guitarras) y Steven Cammaerts (batería) debutaron en directo en marzo de 2017 y, sólo dos meses después, publicaron su primer EP, “Ease” (White Russian, 2017), muestra diáfana de su visión del shoegaze noventero salpimentado de dream-pop-rock y noise-pop que los impulsó a subirse a escenarios de salas y festivales de toda Europa. A finales de ese agitado 2017, Slow Crush empezaron a registrar su estreno en largo, “Aurora” (Holy Roar, 2017).
En los estertores del verano de aquel mismo año, Plastic People se embarcaron en idéntica tarea con la colaboración del reputado productor luso Nuno Roque para dar forma a su ópera prima, “Visions” (autoeditado, 2018).
NOS TIENEN TÓ LOCOS PORQUE… En “Visions”, Plastic People vuelcan su pasión por sus influencias reconocidas (David Bowie, The Velvet Underground, Iggy Pop, The Jesus & Mary Chain, New Order y Joy Division) alimentados por un sonido con pátina analógica y un aspecto vintage. Gracias a esa fórmula, el grupo portugués ha conseguido construir un repertorio sólido y variado -según su definición, “una novela verdaderamente punk”– que salta del indie-pop aderezado con gotas post-punk de “Wake Up!” al pop nuevaolero con estribillo adhesivo de “Strange Love” (parece una canción perdida de un grupo imaginario surgido del cruce entre Joy Division y New Order), “Seven Weeks” o “Visions” (también de melodía pegajosa y descendientes de Echo & The Bunnymen), pasando por el viaje triposo de “Riding High On Acid” interpretado en spoken word a lo Iggy Pop sobre un ritmo acelerado o los ecos de The Horrors que rebotan en “Night” y “Wondering Now”.
Inevitablemente, a Slow Crush también se le adivinan sus costuras sonoras en cuanto “Aurora” arranca con la sobrecarga de fuzz y reverb de la veloz “Glow”, que sigue a rajatabla los cánones del shoegaze-pop más dinámico con la voz de Isa Holliday enredada en una maraña eléctrica. Una receta que se repite en “Shallow Breath” y “Beached”. Claro, uno de los referentes que viene enseguida a la cabeza es My Bloody Valentine, más cuando aparecen la distorsión y el trémolo de “Drift” y “Aurora” y Holliday aplica adecuadamente en ellas las enseñanzas de Bilinda Butcher ante el micrófono. Aunque igualmente se puede pensar en Ride o Slowdive y sus retorcidos muros guitarreros, que en “Tremble” y en “Collide” se depuran para flotar en el éter del shoegaze más ensoñador. Esa electricidad sostenida y ondulante cruza el disco de arriba abajo, mientras los golpes de batería atizan como puñetazos en el estómago y el bajo atraviesa los oídos como un cuchillo bien afilado.
PREDICCIÓN DE FUTURO. “Aurora” demuestra que, además de rendir pleitesía a sus ídolos musicales, Slow Crush son dignos continuadores de su legado. Esta virtud, por un lado, les puede facilitar ir subiendo peldaños dentro de la rica escena alternativa belga, encabezada por nombres de la talla de dEUS o Soulwax, pese a la gran competencia que reina en ella. Y, por otro, les otorga la posibilidad de seguir expandiendo su sonido por todos los rincones de Europa (y más allá) y llegar a cada vez más aficionados al shoegaze y al dream-pop de hechuras clásicas.
Un objetivo similar -aunque enfocado hacia los amantes del post-punk y el new wave- alcanzaron Plastic People en la pasada edición del festival Vilar de Mouros, la primera gran prueba en directo de “Visions” que superaron con creces tras realizar un vigoroso concierto. Por ello, después de observar su despliegue sobre las tablas, no tuvimos ninguna duda de que la banda de Alcobaça no tardaría demasiado en convertirse en una de las más interesantes del panorama portugués por unas prestaciones en vivo que ha ratificado en formato disco yendo más allá del simple ejercicio de estilo.
DOS Y DOS SUMAN CINCO. Post-punk + new wave + indie-pop + estética ochentera = Plastic People / Shoegaze + poderío rítmico + atmósferas oníricas + noise-pop = Slow Crush
MÁS EN… la web y en el Facebook de Plastic People y en el Facebook y en el Bandcamp de Slow Crush.
MIRA… “Riding High On Acid” de Plastic People y “Shallow Breath” de Slow Crush.
https://www.youtube.com/watch?v=DF4Txxu1Yyw