El periodista Nando Cruz aborda (y reniega de) la historia del indie patrio durante los 90 en su «Pequeño Circo: HIstoria Oral del Indie en España».
Parece ser que últimamente lo «indie» está en boca de todos. De Lenore a Nacho Vegas, el término se analiza, se desmenuza, se le inyectan categorías impropias de un género musical y la tinta corre y corre. Eso sí, siempre posicionándose como iluminados que han descubierto la cara oscura del indie, renegando de su pasado. San Agustines de la industria musical, deberían llamarlos. Como si, en medio de un concierto, el eco de un gueto les hubiera susurrado: “Nada de camisetas de grupos ni reseñas a Radiohead, nada de Radio 3 y Los Planetas, nada de elitismos y anglicismos. Revestíos más bien del Señor Antihipster, y no os preocupéis de la carne para satisfacer sus concupiscencias”. Y, cogidos por el raptus de la epifanía de sus vidas, escriben y escriben y publican y publican. Ahora es el turno de Nando Cruz, periodista musical y ex-redactor de Rockdelux, que por lo menos se ha tomado la molestia de extenderse un poco más que Víctor Lenore y su panfletín.
Trescientas horas de entrevistas grabadas y dieciocho meses de intenso trabajo han acabado por concretarse en volumen de casi mil páginas sobre la escena musical alternativa española de los años 90. «Pequeño Circo: Historia Oral del Indie en España«, editado por CONTRA y a la venta el 18 de marzo, es un retrato de una generación sacado directamente de las bocas de sus protagonistas. Así, periodistas musicales como Julio Ruiz, miembros de grupos como Eric Jiménez de Los Planetas o Amparo Llanos de Dover, gente de sellos como B-Core, Elefant o Grabaciones en el Mar y hasta colaboradores del mítico fanzine Stamp narran en primera persona los años definitorios de la industria y cultura musical alternativa de nuestro país. «Pequeño Circo» es un recorrido por aquella década construido a través de las anécdotas, confesiones, epopeyas, ambiciones, errores, trapicheos, éxitos y fracasos de sus protagonistas… Por lo menos en la primera (y realmente interesante) parte.
¿Por qué motivo una crónica de una época, por mucho que haya más de cien personas entrevistadas en ella, se extiende hasta las casi mil páginas?, se preguntarán algunos. Bueno, es que cuando una epifanía como la que han sufrido Lenore, San Agustín y Nando Cruz coge tu corazón y rompe las cadenas de la falsedad haciéndote ver el mundo de una nueva y auténtica manera… No te lo puedes callar. «¡Ahora veo! Y ahora, yo, yo que he visto tras el Velo de Maya, me adjudico la misión vital de haceros ver a todos«, parecen decir. Así, tras una primera mitad más crónica y periodística, Nando Cruz se lanza empuñando su bolígrafo como una espada láser en una crítica y reflexión sobre los males del indie. En sus proprias palabras, el periodista afirma que, antes de convertirse a los Iluminados Musicales, apoyar la escena indie nacional «fue un gran error, y no porque al final no generase suficientes discos memorables, sino porque aquella escena transpiraba unos valores que entonces asumí sin rechistar y que hoy no comparto en absoluto: sobre todo el elitismo, la anglofilia y la ausencia de una mirada social crítica» (entrevista publicada en El Confidencial). Ahám.
Es posible que «Pequeño Circo: Historia Oral del Indie Español» aporte unas reflexiones interesantes, pero no hay que olvidar que ellas también tienen que ser leídas bajo una mirada crítica. También deberían ser escritas con cuidado crítico, pero es lo que pasa cuando miras mucho tiempo directamente al Sol: durante un rato, no puedes ver nada más allá de tu nariz.