El pistoletazo de salida del ciclo Imperdibles estuvo protagonizado por Nada Surf con una actuación que repasó lo mejorcito de su carrera.
El ciclo Imperdibles, evento de carácter anual auspiciado por la agencia esmerArte que persigue acercar al circuito de directos de Pontevedra grupos y artistas de la comunidad, nacionales y foráneos de amplio espectro estilístico, inauguró su agenda de 2016 con la actuación de Nada Surf, grupo que cuenta con una nutrida legión de fans en Galicia, incluso desde tiempo antes de que los neoyorquinos comenzaran a editar (y reeditar) sus trabajos en nuestro país a través del sello local Ernie Records a partir de 2011.
El calor de la afición galaica se apreció en cuanto el actual cuarteto formado por Matthew Caws (voz y guitarra), Dani Lorca (bajo), Doug Gillard (guitarra) e Ira Elliot (batería) se subió al escenario del Pazo da Cultura pontevedrés dispuesto a presentar su nuevo álbum, “You Know Who Your Are” (Barsuk / Ernie, 2016), y repasar algunos de los éxitos de una carrera que se estrenó en largo hace 20 años con el disco que puso en el mapa el nombre de Nada Surf, “High/Low” (Elektra, 1996).
Desde aquel momento, siempre se ha tenido la sensación de que la banda comandada por Caws y Lorca ha progresado a rebufo de los totémicos Weezer en el territorio del power-pop estadounidense durante las últimas dos décadas. Aunque, en realidad, sus trayectorias han discurrido en paralelo (una desde la costa oeste y, la otra, desde la este) con tramos puntuales en los que Nada Surf incluso consiguieron adelantar a los californianos, pese a que estos hubieran acaparado una mayor cuota de fama.
La combinación de ritmos veloces y medios tiempos vibrantes fue la base sobre la que Nada Surf levantaron una montaña rusa power-pop cuyas variaciones.
A ello contribuyó un poderoso cancionero repleto de riffs enérgicos y melodías galvanizadas que cuajaron en un buen puñado de piezas que han superado el paso del tiempo y que en Pontevedra se mezclaron con naturalidad con los nuevos temas pertenecientes a “You Know Who Your Are” y viceversa. Hecho que refleja el vigor de dicho LP, como se pudo comprobar en un arranque fulgurante en el que se intercalaron la inicial “Cold To See Clear” y “Believe You’re Mine” con clásicos como “Whose Authority” y “Weightless”.
La combinación de ritmos veloces y medios tiempos vibrantes fue la base sobre la que Nada Surf levantaron una montaña rusa power-pop cuyas variaciones (bien matizadas por la segunda guitarra de Gillard, refuerzo ideal de Matthew Caws) no impidieron que el respetable se agitara con ímpetu creciente aferrado a su butaca, detalle que originó una curiosa estampa en la platea, salpicada de cabezas oscilantes y cuerpos sentados, que Caws definió con acierto como un baile practicado dentro de un coche. Pero los asistentes enseguida se soltaron para invadir los pasillos del auditorio, empaparse del chorro eléctrico que salía de las tablas y disfrutar sin ataduras de uno de los puntos álgidos de la noche con la tríada “Jules And Jim”, “Concrete Bed” e “Inside Of Love”, perfectamente completada con las recientes y pegadizas “Animal” y “Friend Hospital”.
Con el público totalmente entregado y parte del mismo abarrotando la primera fila, Nada Surf tenían el camino expedito para dirigir su máquina temporal hacia más atrás todavía y rescatar de su baúl de los recuerdos -como en una especie de auto-homenaje- “The Way You Wear Your Head” o, ya en el solicitadísimo bis, el single con el que rompieron su anonimato, “Popular”. Visto lo visto, ¿cuál era la mejor manera de finalizar la efusiva comunión entre el grupo y sus seguidores? Pues coreando a grito pelado el “fuck it” que aparece en la letra de “Blankest Year” a modo de desahogo para acabar en todo lo alto el directo de una banda fiable que ofreció mucho más que un concierto funcionarial de power-pop que refrescó su pasado y puso en valor su presente.