Hace cinco años, la irrupción de Music Go Music en la escena musical obligaba a replantearse el uso de ABBA como referencia periodística e incluso como moneda de cambio en conversaciones musicales: ¿teníamos que dejar de tomarnos su cita directa o indirecta en ciertas canciones como algo camp, como una boutade, y mejor empezábamos a considerar a los suecos como los conquistadores absolutos de una de las cimas más inalcanzables de la historia del pop? Los culpables eran temas como «Light of Love«, «Reach Out» o «Thousand Crazy Nights«, todos incluidos en un superlativo debut, «Expressions» (Secretly Canadian, 2009), que pasó injustamente desapercibido pero que muchos siguen reivindicando a día de hoy como uno de los placeres culpables menos culpables que uno pueda echarse al gaznate a la hora de recordar con melancolía el pop de los 70.
Pero centrémonos en lo que iba diciendo: desde «Expressions» han pasado ya cinco años, y lo cierto es que la banda de Torg, Gala Bell y Kamar Maza (alias psicotrónicos de David Metcalf, Meredith Metcalf y Adam Siegel, respectivamente) no ha brillado demasiado por su productividad. Más bien desaparecieron sin dejar ni rastro, dedicándose a proyectos paralelos como Bodies of Water. Pero, de repente, y casi sin venir a cuento, Music Go Music deciden que es hora de volver, que el ABBA-fanatismo que corre por sus venas hace tiempo que hierve con una fuerza imparable y que es hora de darle salida en un nuevo lote de canciones al que han titulado, ni cortos ni perezosos, «Impressions» (Secretly Canadian, 2014).
Bonito juego de palabras: si la expresión es algo más objetivo y concreto y la impresión tienen un componente mucho más subjetivo y relativo, ¿quiere decir esto que Music Go Music han empezado a relativizar su propia música? Muchos pensaron que lo de «Expressions«, con aquel pop naïf y bailable más grande que la vida, aquella reivindicación del pop pre-electrónica (es decir: basado en formato banda), era pura ironía. Estas «Impressions«, sin embargo, matizan aquella ironía, si es que alguna vez existió: en su segundo álbum, Music Go Music se lo toman más en serio que nunca, las canciones tienen más vocación de himno generacional coreable en Eurovision (cuando Eurovision molaba) que nunca, las guitarras suenan más emocionalmente furiosas que nunca, los órganos suenan más retro-cósmicos que nunca y la voz, esa voz, ESA VOZ, se parece más que nunca a las de Frida y Agnetha.
Y aunque cualquiera podría pensar que tanta referencia a ABBA no puede ser buena, que en cualquier momento se les va a caer a Music Go Music la máscara de seriedad y nos vamos a encontrar con un rostro que se está partiendo la caja, resulta que en «Impressions» sobran temazos capaces de alegrarle a uno el día (y la vida): el disco de pantalones de campana en «Inferno«, el bailar en tu habitación pensando que lo haces sobre un suelo de luces de colores en «Tell Me How It Feels» (¡con esos teclados!), la aproximación afeminada al rock de estadio en «Part of Me«, el vivir dentro de la banda sonora de una sci-fi de cara B de los 70 en «Never Get Over You«, el bordar el hit pluscuamperfecto en «Nite after Nite«… «Impressions» no te deja ni un segundo de descanso. Y, si en cualquier momento decae tu atención, es sólo para darte cuenta de que, gracias a Music Go Music, ya no envidas a tus padres porque ellos vivieron la época de ABBA y tú no.