Llevamos a juicio seis momentos de los MTV VMAs 2016 para determinar si dan marcha o amuerman… ¿Qué ganará? ¿Lo cool? ¿O lo mamarracho?
Los MTV VMAs siempre son carne de cañón, para qué lo vamos a negar. Es fácil odiarlos por lo que tienen de Grand Parade de un faranduleo yanki que aburre porque nos lo intentan meter garganta abajo hasta la saciedad. Es más fácil todavía reírse de ellos por la cantidad de momentos mamarrachos que suelen otorgarnos… Pero sería absurdo negar que es uno de esos eventos que, cada año, te alegran una mañanita a base de memes y gifs animados y otras chochadas internetiles.
Este año la cosa ha estado más seria, que es lo que pasa cuando tienes a Beyoncé y a su auto-consciencia colosal presidiendo el acto. El hecho de que Rihanna fuera la gran premiada con el Vanguard Award hacía pensar que habría momentos para el delirio marijuano… Pero no fue así. Repito: los MTV VMAs 2016 han sido bastante normalitos y han demostrado una cosa que aterrorizará a muchos. ¿El qué? Que el pop hace tiempo que es cosa seria.
Aun así, nunca está de más tomárselo todo un poco a cachondeo, así que a continuación encontraréis seis momentos de los MTV VMAs 2016 llevados a juicio para determinar si dan marcha o amuerman. ¿Cuál será el veredicto?
RIHANNA TIRANDO LA CASA ABAJO CON SU MEDLEY DE APERTURA. A ver, que aquí pasan varias cosas: que RiRi lleva unas gafas de sol rosas que recuerda a Anastacia (es decir: jodidamente mal) que deben ser las más infectas del catálogo de Dior (porque digo yo que serán de esta marca con la que la artista colabora últimamente); que el «medley» no podía ser más vago y está compuesto de «Please Don’t Stop The Music» y los tres jitazos que la diva tiene con Calvin Harris; que empezar una gala con tanto chumba chumba es como empezar la noche tal que así; que la tía puta se marca un playback a tó coño y ni intenta disimularlo… Pero, es que, al final, lo que cuenta es que Rihanna es la puta ama, que lleva una camiseta de Hood by Air y que mola lo más grande aunque sobre el escenario sea un puto cuadro.
¿VEREDICTO? Da marcha. Pero marcha a lo carpas del verano. Que tampoco está mal, ¿no?
BEYONCÉ MEÁNDOSE EN LA BOCA DEL RESTO DE MIERDECILLAS QUE ACTUABAN EN LA GALA. Convengamos en qué Beyoncé está a mil años luz de la cultura pop que supuestamente premian los MTV VMAs 2016… Lo suyo es de otro planeta. Su discurso es más complejo que el del resto de divas (para bien y/o para mal). Su imagen es de las más icónicas de este siglo 21. Y todo ello, claro, debía translucirse en una de las actuaciones más esperadas de la velada. ¿Cómo? Pues, a ver, a base de un fardonismo absoluto de quince minutos con varios cambios de vestuario, con el momentazo de pillar un bate y cargarse una cámara, con ese «God is God, I’m not» dando lecciones de -falsísima- humildad en la pantalla trasera, con todos los blanquitos intentando bailar ridículamente alrededor del escenario, con el fuego real calentando el escenario, con una cantidad indecente de bailarinas que, al final de todo, se tiran en el escenario y forman el símbolo de la feminidad. No sé. Quería meterme con La Beyon y con que a veces se le escapan caras de Hulka llegada a tu cama para partirte el rabo en mil pedazos si no le das placer, quería criticar su discurso feminista de chichinabo… Pero no puedo. Sólo puedo decir: Beyoncé, gracias por existir.
¿VEREDICTO? Da marcha. Y chao.
BRITNEY PONIENDO FIN A SU CARRERA. ¿Sabéis lo más jodido de que Britney actuará después de Beyoncé? No, no fue que, tras Queen B, Britney Bitch lo tuviera imposible para estar a la altura. Lo jodido fue, más bien, que hacía pensar en una posibilidad terrible: la Spears bien podría haber sido Beyoncé. Podría haber sido La Gran Dama del pop del siglo 21. Pero qué le vamos a hacer. Lo que no puedes pretender es intentar triunfar a día de hoy con un look de trapecista de circo lista para engancharte al trapecio con los labios (de abajo), jugando a hacer sombras chinescas y plantando tu coño sobre el escenario para hacer unas rutinas coreográficas propias de una stripper endrogá en cualquier bareto de mala muerte a las afueras de Las Vegas. Eso por no contar el G-Eazy ese de pacotilla que parece salido de entre los secundarios de «Grease«. ¿Qué mierda es esta, Britney? Hubo un tiempo en el que te adorábamos. Ahora eres una zorrupia del montón que se ha hecho vieja, que sigue haciendo actuaciones como si fuera 1997 y que no nos importa un mojón.
¿VEREDICTO? Amuerma y deja triste el corazón. Para esto, mejor quedarse con Derrick Barry.
ARIANA GRANDE HACIENDO EJERCICIO SOBRE EL ESCENARIO. Playback sí, playback no… La gente está obsesionada con esto y Ariana Grande, que está cerca de hacer honor a su apellido y ser Lo Más Grande, abre su actuación en los MTV VMAs 2016 cantando mientras ejercita y baila a lomos de una bici estática. Luego vendrían las piernas gigantes en el lateral del escenario, la cosificación maravillosa del hombre a través de los maromazos marcando paquete en singlets deportivos y a Nicki Minaj moviéndose por el escenario con un acartonamiento que ríete tú de Robocop. Y, sobre todo, al final vendría ese momento en el que las dos divas cogían a sendos buenorros y les obligan a, literalmente, comerles el chichi (Hola, Britney, esto es empoderamiento y no tu momento de tocarle el paquete al raperillo crapulilla del montón). ¿Cómo demostrar que, mientras las viejarrascas se pelean por el título de Reina del Pop, tú eres la Princesa indiscutible? Con actuaciones como esta.
¿VEREDICTO? Da marcha. Y te dan ganas de ir al gimnasio y todo.
KANYE WEST ABURRIENDO AL PERSONAL CON UN DISCURSO DE SEIS MINUTOS. Mirad, a día de hoy, que Kanye te dé marcha o te amuerme depende de si él mismo como personaje te pone palote y te da una rabia que enviarías a los Miami a que le partieran las piernas. Yo estoy en el grupo de los segundos y no compro esta mierda de discurso larguísimo que se sigue resumiendo con una de sus célebres letras: «I love you like Kanye loves Kanye«. Pues eso. Qué hartazgo de papanatas.
¿VEREDICTO? Amuerma y dan ganas de meterse un tenedor en un oído y un cuchillo en el otro para acabar con este dolor.
RIHANNA HACIÉNDOSE UN ADELE. RiRi fue la gran prota de la noche (con permiso de Beyoncé, claro). Le daban el Vanguard Award y, claro, eso le aseguraba poder actuar toda la noche en actuaciones más o menos chachis… Al final de todo, evidentemente, venía el momento lagrimita con baladón incluido. Lo bestia del caso es que, más que Rihanna, sobre el escenario parecía estar una versión de Adele delgada y negra. Era algo muy raro. Algo que te inquietaba, te atormentaba y te perturbaba. Suerte que «Diamond» aligeró el muermo general y así todos contentos.
¿VEREDICTO? A medias entre la marcha y el muermo. Suerte que fue el final de la gala.