Seguro que has empezado a ver el hashtag #MeToo en tus redes sociales… Pero déjanos explicarte por qué es tan importante su existencia.
Seguro que ya lo has visto en Twitter o en Facebook o en Instagram: el hashtag #MeToo (y su variante en español #YoTambién) está prendiendo fuego a las redes sociales… Y no es para menos. Al fin y al cabo, no nos encontramos ante la enésima campaña viral auspiciada por alguna marca con fines puramente comerciales, sino de un fenómeno que se ha generado de forma natural y que, sobre todo, persigue una finalidad muy pero que muy urgente. Pero, como siempre ocurre en este tipo de ocasiones, lo mejor será que empecemos por el principio y lo expliquemos con pies y cabeza.
Bien podría decirse que todo arrancó con el escándalo que rodea a Harvey Weinstein desde hace algunas semanas: las acusaciones de acoso sexual se acumulan sobre las espaldas de uno de los productores más importantes de Hollywood. Muchas son las actrices, modelos y celebrities que, tras la publicación de un artículo en The New York Times poniendo al descubierto el comportamiento predador de Weinstein, han compartido historias relativas al productor que, básicamente, ponen los pelos de puntas. Y muchas más son las que vendrán, eso no hay nadie que lo dude.
De hecho, resulta curioso ver cómo muchas mujeres se han visto animadas a compartir sus propias historias, tengan estas que ver con Weinstein o no. Ahí está, por ejemplo, la acusación de Björk contra Lars Von Trier… Pero, sea como sea, el gran golpe de efecto ha sido el de la actriz Alyssa Milano con el siguiente tweet:
«Yo también. Me lo ha sugerido un amigo: Si todas las mujeres que han sido asaltadas o acosadas sexualmente escribieran «me too» en su estado, la gente podría ver la verdadera magnitud del problema.» Y así ha ocurrido: desde hace un par de días, muchas son las mujeres -y también hombres- que se han apoderado de los hashtags #MeToo y #YoTambién en sus propias redes sociales (en Instagram ya se superan las 400.000 publicaciones, por ejemplo) para ofrecer no solo su historia, sino para lo más básico de todo: hacer mucho ruido.
Así llegamos al corazón de todo este meollo: ¿y por qué es necesario hacer ruido? Por dos motivos de vital importancia. Primero, tal y como sugería el amigo de Alyssa Milano, para que se vea que estamos hablando de un problema de una magnitud trágica y no de casos aislados. Y, segundo, y por encima de todo, para abrir un diálogo en el que los hombres que han considerado esto como una chorrada tomen conciencia de que sus acciones tienen consecuencias. Por algún sitio hay que iniciar la revolución… Y a nosotros el #MeToo nos parece un maravilloso lugar desde el que iniciarla.