Methyl Ethel no sólo vienen del mismo lugar que Tame Impala… También podrían acabar comiéndose a todo su público y desbancándolos impunemente.
¿DE DÓNDE SALEN? De Perth, esa ciudad del oeste de Australia cuyo ambiente habría que estudiar para saber por qué de allí han salido algunos de los protagonistas de la prolífica ola neo-psicodélica procedente de nuestras antípodas. El combo más ilustre perteneciente a ese ecosistema musical tan especial es Tame Impala, de eso no hay duda, pero a su sombra se mueven otros grupos interesantes como el que nos ocupa.
Aunque, realmente, en sus inicios Methyl Ethel no funcionaba como banda. Este proyecto nació en 2013 como la aventura individual de desarrollo doméstico de Jake Webb, compositor y multi-instrumentista amante del pop noctívago y ensoñador y del chill wave más evocador (que podrían encajar sin problema en el típico sonido del sello Captured Tracks) aliñados con gotas de dulce psicodelia.
Entre esas coordenadas se situaron sus dos primeros EPs, los complementarios “Guts” (autoeditado, 2014) y “Teeth” (autoeditado, 2014), en los que ya se intuía que Webb tenía el suficiente potencial para seguir la estela de su vecino Kevin Parker. La inevitable equiparación entre uno y otro aumentó con el estreno en largo de Methyl Ethel, “Oh Inhuman Spectacle” (Dot Dash / Remote Control, 2015), en el que Webb se encargó de la producción y de toda la instrumentación. Así que el disco es la máxima expresión de sus versátiles capacidades, que le permiten experimentar con los conceptos tradicionales del pop hasta definir su propia personalidad autoral más allá de comparaciones.
De hecho, esos rasgos característicos han propiciado que el nombre de Methyl Ethel se haya expandido con rapidez fuera de Australia durante los últimos meses gracias a la distribución mundial del álbum a través de 4AD. Palabras mayores. Este veloz ascenso obligó a Webb a reclutar para sus directos a Chris Wright (batería) y Thom Stewart (bajo), con lo que Methyl Ethel es hoy en día una banda a todos los efectos.
NOS TIENEN TÓ LOCOS PORQUE… “Oh Inhuman Spectalce” es un diamante pop en el que brillan sus diferentes caras: la ochentosa y granulada a lo Part Time y con reminiscencias al “Currents” de Tame Impala de “Idée Fixe” y “Rogues”; la más indie (con alma shoegazer) que recuerda a referencias como DIIV o Wild Nohting de “Shadowboxing”; la experimental de “Unbalancing Acts”, que remite a los Animal Collective más luminosos; la cercana al psych-rock de “Artifical Limb”, aunque con un enfoque edulcorado; y la dreamy, ingrávida y plácida de “Sweet Waste”.
Mención aparte merece “Twilight Driving”, la joya de la corona por su tono melancólico y hechizo melódico culminado con un magnético saxo. Ideal para escuchar al volante en noches de blanco satén y firme candidata a convertirse en una de las canciones del año en el hemisferio norte.
PREDICCIÓN DE FUTURO. La nominación de “Oh Inhuman Spectacle” a candidato al Australian Music Prize 2015 (junto a los trabajos de Courtney Barnett -posterior ganadora-, Tame Impala o Royal Headache) indicó en su momento la fulgurante constatación del genio pop de un Jake Webb que no se ha dormido en los laureles a pesar del éxito de su debut en largo: hace unas semanas vio la luz su nuevo single, “No. 28”, otra píldora de reluciente pop psicodélico que apunta a que la futura trayectoria de Methyl Ethel sólo puede ser ascendente. Kevin Parker, por mucho que seas su colega, empieza a temblar…
DOS Y DOS SUMAN CINCO. Pop psicodélico + sangre australiana + Tame Impala + sonido Captured Tracks = Methyl Ethel
MÁS EN… su web, su Facebook y su Bandcamp.
MIRA… “Twilight Driving”