Es la nueva voz imprescindible de la literatura femenina en nuestro país… Por eso pedimos a Melanie Rostock que recomiende un libro en nuestro Book Club.
Melanie Rostock se ha convertido, casi de la noche a la mañana, en la gran esperanza de la literatura femenina de nuestro país. Y no decimos que la cosa esté mal, porque siempre hay discursos interesantes a este respecto… Lo único que afirmamos es que, al fin y al cabo, parece que en al tan cacareada chic lit no hay espacio para la originalidad y la variedad y que, si quieres triunfar entre el público femenino, lo mejor que puedes hacer es perpetuar clichés una y otra vez.
De ahí que, tras abandonar el Turismo que había estudiado en la Universidad y enrolarse en la deliciosa aventura de fundar la editorial Oz consagrada a la literartura juvenil, Rostock haya dado mucho que hablar. Primero, con «Mójate«, un eBook erótico a modo de «elige tu propia aventura» que fue publicado hace nada y menos por la editorial 120 Pies y que ha demostrado que la literatura erótica para mujeres también puede ser enfocada desde un punto de vista elocuente. Y, segundo, con esa «Bittersweet» que se ha convertido en un verdadero fenómeno en Internet y que ha puesto el género New Adult en boca de todo el mundo.
Así las cosas, y con tantas novedades sobre la mesa, estaba cantadísimo que querríamos invitar a esta autora a nuestro Book Club para que hiciera una recomendación literaria a nuestros lectores. Viendo cómo se las gasta con la pluma en la mano, no podíamos esperar nada menos que lo que podéis leer a continuación… Eso sí, permitidnos una pequeña advertencia: si sois de los que os achantáis ante una mujer de armas tomar, este no es vuestro club de lectura. Pero, oye, tampoco debería ser vuestro planeta, por papanatas. Así que dejad espacio para todos los que sí que tenemos la mente lo suficientemente abierta como para disfrutar de la propuesta de Melanie Rostock. [FOTOS: Sonia Layola]
Melanie Rostock recomienda «Autobiografía De Una Pulga»: «Mi recomendación surge de una casualidad inesperada que comenzó con la propuesta de la editorial 120 Pies de hacer una novela erótica tipo «elige tu propia aventura». El caso es que yo no soy lectora asidua del género erótico, y estoy segura de que, si de pequeña hubiera tenido libros de «elige tu propia aventura», ¡me lo habría pasado teta! Entonces te preguntarás, ¿y, sin esas dos referencias, cómo te metiste en semejante brete? Pues mira, de cabeza y sin miedo.
Después de comunicarle el «sí acepto» a la editorial, me puse manos a la obra en el tema erótico (en todas sus interpretaciones). Algo que tenía muy claro es que las novelas eróticas actuales no eran la referencia adecuada porque tienen algo de antinatural que no me va, así que me dije, voy a ver qué encuentro en la colección erótica por excelencia: La Sonrisa Vertical. Y ahí estaba: «Autobiografía De Una Pulga«. ¿Una pulga instalada en la pierna de una joven feligresa de la época victoriana, y es testigo de su lujuria? Esto no me lo pierdo.
La novela, de autor anónimo, fue publicada en Gran Bretaña en el año 1881, y es un despiporre absoluto. La idea de que esté narrada bajo el punto de vista de una pulga muy elocuente es sin duda original, me pareció un «Firmin» que de pronto abandona su obsesión por la literatura para convertirse en un voyeur.
Cuando esta pulga decide invadir a lo ultracuerpo las zonas alfombradas de Bella, donde la temperatura es muy agradable, no se imagina que esta cándida jovencita va a experimentar un abrupto desarrollo sexual. Todo debido a la perversión del padre Ambrose (que, por cierto, tiene un aparato bastante imponente bajo la sotana), que la pilla en indecorosa postura con su amigo Charlie. Su penitencia: satisfacer los deseos de la Iglesia, es decir sus deseos y los de cuantos curas quieran participar. Lo más sorprendente de esta novela es la maestría con que, capítulo tras capítulo, la descripción de las escenas de sexo no se hacen repetitivas, porque este anónimo cuida muchísimo la palabra y la domina a la perfección. Por supuesto, el encanto de la época añade una vertiente cómica que me hizo soltar más de una carcajada. Este libro fue un regalo a la inspiración.
Os dejo un fragmento para que os deleitéis de una erótica que nada tiene que envidiar a la de nuestros días:
«Con mano temblorosa, Ambrose asió la grieta central de sus deseos y, ansioso, llevó la punta caliente y carmesí hacia sus labios húmedos y entreabiertos. Empujó, se afanó por penetrar y lo consiguió: el inmenso artefacto entró lento pero seguro; ya habían desaparecido la cabeza y los lomos. Unos cuantos embates firmes y prudentes culminaron la unión, y Bella recibió en su cuerpo el enorme y excitado miembro de Ambrose en toda su longitud«.
Y, ahora, a daros una ducha fría.»