Periférica edita en nuestro país «Los Domingos de un Burgués en París»… Mucho más que la puerta de entrada pluscuamperfecta a la obra de Guy de Maupassant.
Lo de barrer para casa es algo inevitable, claro está, incluso en lo literario. La mayor parte de nosotros hemos crecido leyendo clásicos de la literatura española, empapándonos del acervo cultural que nos rodea porque, al fin y al cabo, ese mismo acervo cultural es el que mejor va a explicarnos nuestro propio entorno, dándonos claves para entenderlo. Pero, a su vez, esa inevitable focalización en «lo de aquí» implica que, en ocasiones, «lo de más allá» quede desdibujado y se tienda a conocer lo imprescindible de las literaturas mundiales. Incluso de una tan cercana como la francesa… Así las cosas, ¿este «Los Domingos de un Burgués en París» que acaba de publicar Periférica en nuestro país no te parece una excusa bellísima para introducirte en la literatura de Guy de Maupassant? Al fin y al cabo, estamos hablando de uno de los nombres básicos de la literatura gala y, sobre todo, algo así como el discípulo directo de Flaubert y Balzac.
Pero es que, además de ser una introducción pluscuamperfecta al mundo de este autor, «Los Domingos de un Burgués en París» vienen a sintetizar el imaginario de un Maupassant que siempre gustó de retratar a la pequeña burguesía a medio camino entre el cariño y la sorna. En esta ocasión, el escritor sigue y persigue al señor Patissot, una especie de heredero de Bouvard y Pécuchet: un burgués que, tras ciertos problemas de salud, decide emplear todos sus domingos a diferentes gestas deportivas que le ayuden a recuperarse. Estas gestas van desde lanzarse a la pesca como pasatiempo hasta intentar pescar a ciertas mozas que se cruce por el camino pero, sobre todo, este deporte desaforado llevará a Patissot a recorrerse toda la periferia de París y a arrojar un divertidísimo retrato de esa burguesía cada vez más desfasada pero inevitablmente entrañable.