Aquí va nuestra reseña de «Martes Niebla», el debut de Martes Niebla que, tras el fallecimiento de Paco Arenas, también es el epitafio de la banda.
No tuve la suerte de conocer a Paco Arenas en persona. Sí de hablar con él virtualmente a raíz de la salida de “¿Cómo ve el Mundo un Caballo?” (El Genio Equivocado, 2012), el segundo LP de Blacanova que, recientemente, ha cumplido su décimo aniversario. Le había llamado la atención el enfoque cinematográfico de mi análisis del álbum y el modo en que coincidía su fondo con la esencia del mensaje y de las sensaciones que pretendían transmitir sus canciones. De idéntica manera, a pesar de no haberlo tenido nunca cara a cara, resultaba sencillo conectar con Paco e intuir como era él tanto artística como personalmente: transparente, sensible y con una profunda humanidad, siempre atento y muy amable.
A principios de abril de 2018, Paco me enseñó, vía mensaje, las primeras canciones que había grabado con Raúl Pérez en su estudio La Mina junto a Cristian Bohórquez e Inés Olalla (también de Blacanova), Davis Rodríguez (Escuelas Pías) y Erica Pender (Terry vs. Tori). Se trataba de los pasos iniciales de Martes Niebla en forma de EP homónimo, que Paco describía con la misma pasión de desprendía al avanzar los movimientos de otro proyecto que tenía mente: Beladrone.
Nunca se le olvidaba agradecer el apoyo recibido, como si creyera que estaba en deuda ante los gestos de interés hacia su trabajo creativo. Al contrario: había que darle las gracias a él por su permanente colaboración, como cuando participó para fantasticmag en el especial dedicado al XX aniversario de “Una Semana en el Motor de un Autobús” (RCA / BMG, 1998) de Los Planetas; o en la reflexión coral sobre cómo estaba afectando el confinamiento de hace un par de años a varios músicos españoles.
Precisamente, en aquella época Paco ya era consciente de que la publicación del estreno en largo de Martes Niebla se iba a retrasar, sin que a nadie se le pasara por la cabeza ni por asomo la jugarreta que el destino tenía reservada. A medida que se iban disipando poco a poco los tenebrosos efectos de la pandemia, empezaba a verse la luz. De hecho, durante esa fase llegaría la ópera prima de Beladrone, “Andévalo” (El Genio Equivocado, 2020), un recorrido sonoro, geográfico y emocional que Paco quería compartir para que no se quedara en un mero viaje personal. Una vez recibido el vinilo en casa, nos enviamos los últimos mensajes. Era enero de 2021.
Réquiem por un sueño
Unos meses más tarde, se anunciaba la terrible noticia de que Paco ya no se encontraba entre nosotros. “Insolación” (El Genio Equivocado, 2022), el primer álbum de Martes Niebla, iba a ser, dolorosamente, el epitafio musical y espiritual de Paco Arenas un año después de su partida. Al día siguiente de la publicación del disco, el pasado 10 de septiembre, se celebró la puesta de largo del Sevilla Shoegaze, festival dedicado a su memoria como persona, músico y figura fundamental de la escena alternativa hispalense.
“Insolación” representa, por tanto, no solo la contribución final al legado de Paco, sino también su testamento sonoro ideal al conjuntarse en su interior todos los ángulos proyectados en sus anteriores trabajos grupales: shoegaze, dream-pop o post / after-punk, elementos igualmente aportados por sus compañeros en Martes Niebla desde sus respectivas bandas de origen. Es decir, que en este álbum se amalgama el poliédrico carácter de ese sector del indie-pop-rock sevillano que, además de tener a Paco como nexo común, ha ayudado a que desde el sur de España, a lo largo de los últimos años, emanara buena parte de los sonidos eléctricos más sugerentes del panorama independiente estatal. Por ejemplo, aquí se puede detectar la efervescencia brumosa de Terry vs. Tori en “Primo Toby” o el tono onírico de Blacanova en “Picnic”.
Más allá de esas conexiones, en “Insolación” se desarrolla una travesía en la que la realidad se va difuminando entre evanescentes destellos de luz (“Gran Angular”) y las ondas sonoras traspasan cada poro de la piel y llegan directamente al corazón (“Cicatriz”, “Intramuros”). Pero hay una etapa de este recorrido que destaca especialmente: la que va de “Helsinki I – Helsinki II” a “Reykjavík”, una odisea nórdica interdimensional que tiene como destino ese particular Valhalla donde debe de estar ahora mismo Paco divisando el mundo terrenal y pensando cómo no dejar de poner música a la melancolía, la ensoñación o la desazón.
El nuevo y tremendamente simbólico significado que ha adquirido “Insolación” lo ha transformado en una despedida que conmueve y, a la vez, provoca escalofríos mientras su eco se dirige al infinito…
Hasta siempre, Paco Arenas. [Más información en el Bandcamp de Martes Niebla // Escucha «Insolación» en Apple Music y en Spotify]