Puede que el primer disco de Majid Jordan no estuviera a la altura del hype… Pero el dúo nos hace olvidar aquel batacazo con sesiones como esta.
Vale, habrá que reconocer que, al final, lo de Majid Jordan no se ha hecho tan inmenso como algunos de nosotros pensábamos que se haría. Al fin y al cabo, lo tenían todo de frente: lanzaron un EP maravilloso justo cuando la revisión del r&b por la vía de los future beats más sensuales y lúbricos estaba en su mayor apogeo y, sobre todo, se convirtieron en los pupilos del mismísimo Drake dentro de su sello OVO Sound. ¿Qué ha ocurrido? Pues lo que ocurre en muchos de estos casos: que el primer disco del dúo no ha sido tan redondo como para pegar un pelotazo.
Bueno, eso y que la gente empieza a estar un poquito cansada del rollito sensualo y bizcochón, así que o lo haces jodidamente bien o ya puedes ir haciendo las maletas y abriéndote camino hacia tu casita. El caso de Majid Jordan no es tan extremo, vale, pero también es porque los chavales tienen un look muy tremendo que les está valiendo la atención de muchos medios de moda además de los de música… Y, oye, pasa otra cosa más: que si no quieres escuchar el disco porque es un poco meh, siempre puedes recurrir a sus sesiones como djs, que suelen ser cosa fina.
Majid Jordan van desde el toqueteo sudoroso bajo las sábanas del principio hacia un bailoteo igual de sudoroso pero en la pista de un club, cuerpo contra cuerpo, pechito contra pechito.
Sesiones como esta que se marcaron en una Boiler Room de Toronto y en la que parecen tener muy claro cómo llevar su sonido a la pista de baile. De hecho, el mixtape se abre con ellos pinchando sus propios temas, ahí barriendo para casa… Pero pronto levantan el vuelo en una progresión bastante interesante que va desde el toqueteo sudoroso bajo las sábanas del principio hacia un bailoteo igual de sudoroso pero en la pista de un club, cuerpo contra cuerpo, paquete contra paquete, pechito contra pechito.
¿Significa esto que hay esperanza para Majid Jordan? Claro que sí, chiquis. Al fin y al cabo, nadie se ha muerto nunca por lanzar un disco malo. Y mucho menos cuando siguen teniendo a Drake y a la industria musical poniéndoles pasta bajo los pies para ir levantándolos poco a poco. [Más información en el Soundcloud de Boiler Room y en la web de Majid Jordan]